Sobrepeso, un fenómeno en crecimiento

Un trabajo científico publicado recientemente analiza la influencia de variables genéticas y socio-ambientales en el exceso de peso de una muestra de la población de Puerto Madryn.

02 MAY 2024 - 15:42 | Actualizado 02 MAY 2024 - 19:01

En Argentina, el exceso de peso aumentó continuamente desde el 2005 hasta el presente, siendo los factores socio-ambientales y genéticos los causantes con más probada relación, advierte el trabajo científico publicado recientemente en la Revista Argentina de Antropología Biológica, cuya primera autora es la Dra. Anahí Ruderman, becaria posdoctoral del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET) del CCT CONICET-CENPAT de Puerto Madryn.

El objetivo de este trabajo fue analizar la relación entre dos marcadores genéticos, y variables socio-ambientales, con el exceso de peso en una muestra de 155 personas en la Ciudad de Puerto Madryn, Provincia del Chubut. Para el estudio se relevaron los índices de masa corporal (IMC) y de cintura-talla (ICT) de los y las voluntarias, y se pudo comprobar, también, que el nivel educativo y la actividad física están asociados significativamente con el estado nutricional.

“En 2018 hicimos una convocatoria abierta a toda la comunidad por medios locales y redes sociales para poder obtener las muestras. Las personas interesadas nos escribieron y se concretó un turno”, narra la científica que comparte autoría del trabajo con integrantes del Grupo de Investigación en Biología Evolutiva Humana del mencionado Instituto. Cada persona fue informada sobre los alcances y finalidades del estudio, el proceso de anonimización y protección de su identidad y el destino y seguridad de los datos. Se registraron las medidas antropométricas de 155 personas, 105 mujeres y 50 varones con edades entre 20 y 77 años (un promedio de 40 años).

La primera etapa del muestreo fue en instalaciones del CCT CONICET-CENPAT, pero también se tomaron muestras en dos Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de la Ciudad de Puerto Madryn, el Favaloro y el Fontana. “Los equipos de trabajo de los CAPS nos permitieron dar charlas, buscando la manera de convocar a la población del barrio, aspecto que fue todo un desafío”, detalla Ruderman.

Además de las muestras de sangre, necesarias para obtener la información genética, a las personas voluntarias se les realizó una exhaustiva encuesta donde se indagaron, entre otros datos, la auto percepción sobre los orígenes, el nivel educativo alcanzado, el ingreso económico al hogar y otros datos socioeconómicos, antecedentes de salud, y frecuencia de actividad física. “Esos datos se convirtieron en una variable numérica para poder hacer los análisis. Por otra parte, hicimos la genotipificación y además tomamos medidas antropométricas de cada persona. Luego, todo se volcó en una base de datos para, con un programa estadístico, cruzar las distintas variables”.

El exceso de peso en nuestro país, entendidos como sobrepeso y obesidad, y sus dolencias asociadas como la diabetes, hipertensión, artritis y ciertos tipos de cáncer, son planteados desde el sistema de salud como una problemática vigente, tanto social como individual. Según la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), el 61,6% de la población argentina adulta tiene exceso de peso (INDEC: Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2019). El autorreporte de esta condición aumentó de manera gradual y continua a lo largo de las cuatro últimas ediciones de dicha encuesta: 49%, 53,4%, 57,9% y 61,6% en los años 2005, 2009, 2013 y 2018, respectivamente (INDEC, 2019). Específicamente en la provincia de Chubut, la prevalencia en población adulta ha mostrado la misma tendencia al aumento (INDEC, 2019).

“Para descubrir qué genes están asociados con alguna enfermedad lo que se hace es probar. Y mientras más cantidad de genes se prueben, mejor. Para tener más éxito en estos estudios las muestras de personas deben ser lo más grande posible. Este tipo de estudios se llaman de asociación, porque lo que se busca es ver, de todos los genes analizados, cuál está asociado con determinado fenotipo: por ejemplo con el aumento del índice de masa corporal. Nos basamos en estudios que mostraron que un gen determinado, el FTO, está asociado con el aumento del peso. Entonces nosotros, ya sabiendo que ese gen en otras poblaciones tiene influencia en la obesidad, lo probamos en la muestra tomada en Madryn. En realidad, lo que se prueba no es todo el gen, que es muy grande, sino marcadores puntuales que se encuentran en el gen”, detalla Ruderman.

El trabajo científico resalta que “las demandas del sistema económico y laboral actual, como largas horas de trabajo o múltiples trabajos, ponen en tensión las formas de alimentación de las personas. Así, surgen nuevas maneras de alimentarse de la mano de la necesidad de una mayor practicidad, más accesibilidad y menos tiempo dedicado a la preparación de los alimentos”.

También destacan, tomando información de la Organización Mundial de la Salud, que “la influencia de las disparidades económicas sobre las desigualdades nutricionales y alimentarias ha sido comprobada en nuestro país. Estos cambios, sumados a la reducción en el tiempo dedicado a la actividad física, han influido en la epidemiología de la obesidad y otras enfermedades crónicas, lo que representa un alto impacto sobre la morbimortalidad, la calidad de vida y el gasto sanitario”.

Las autoras y autores forman parte del Programa de Referencia Genómica y Biobanco de la Población Argentina (PoblAr), una iniciativa nacional que está conformando un biobanco de referencia para este tipo de estudios. La conformación de biobancos que compilen información genética, no genética, y datos de salud asociados en un entorno seguro y de acceso libre potencia las capacidades de identificar factores de riesgo genético y no genético para múltiples condiciones de interés para la Salud Pública. Para más información puede visitar el sitio del Programa (https://www.argentina.gob.ar/ciencia/planeamiento-politicas/poblar)

02 MAY 2024 - 15:42

En Argentina, el exceso de peso aumentó continuamente desde el 2005 hasta el presente, siendo los factores socio-ambientales y genéticos los causantes con más probada relación, advierte el trabajo científico publicado recientemente en la Revista Argentina de Antropología Biológica, cuya primera autora es la Dra. Anahí Ruderman, becaria posdoctoral del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET) del CCT CONICET-CENPAT de Puerto Madryn.

El objetivo de este trabajo fue analizar la relación entre dos marcadores genéticos, y variables socio-ambientales, con el exceso de peso en una muestra de 155 personas en la Ciudad de Puerto Madryn, Provincia del Chubut. Para el estudio se relevaron los índices de masa corporal (IMC) y de cintura-talla (ICT) de los y las voluntarias, y se pudo comprobar, también, que el nivel educativo y la actividad física están asociados significativamente con el estado nutricional.

“En 2018 hicimos una convocatoria abierta a toda la comunidad por medios locales y redes sociales para poder obtener las muestras. Las personas interesadas nos escribieron y se concretó un turno”, narra la científica que comparte autoría del trabajo con integrantes del Grupo de Investigación en Biología Evolutiva Humana del mencionado Instituto. Cada persona fue informada sobre los alcances y finalidades del estudio, el proceso de anonimización y protección de su identidad y el destino y seguridad de los datos. Se registraron las medidas antropométricas de 155 personas, 105 mujeres y 50 varones con edades entre 20 y 77 años (un promedio de 40 años).

La primera etapa del muestreo fue en instalaciones del CCT CONICET-CENPAT, pero también se tomaron muestras en dos Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de la Ciudad de Puerto Madryn, el Favaloro y el Fontana. “Los equipos de trabajo de los CAPS nos permitieron dar charlas, buscando la manera de convocar a la población del barrio, aspecto que fue todo un desafío”, detalla Ruderman.

Además de las muestras de sangre, necesarias para obtener la información genética, a las personas voluntarias se les realizó una exhaustiva encuesta donde se indagaron, entre otros datos, la auto percepción sobre los orígenes, el nivel educativo alcanzado, el ingreso económico al hogar y otros datos socioeconómicos, antecedentes de salud, y frecuencia de actividad física. “Esos datos se convirtieron en una variable numérica para poder hacer los análisis. Por otra parte, hicimos la genotipificación y además tomamos medidas antropométricas de cada persona. Luego, todo se volcó en una base de datos para, con un programa estadístico, cruzar las distintas variables”.

El exceso de peso en nuestro país, entendidos como sobrepeso y obesidad, y sus dolencias asociadas como la diabetes, hipertensión, artritis y ciertos tipos de cáncer, son planteados desde el sistema de salud como una problemática vigente, tanto social como individual. Según la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), el 61,6% de la población argentina adulta tiene exceso de peso (INDEC: Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2019). El autorreporte de esta condición aumentó de manera gradual y continua a lo largo de las cuatro últimas ediciones de dicha encuesta: 49%, 53,4%, 57,9% y 61,6% en los años 2005, 2009, 2013 y 2018, respectivamente (INDEC, 2019). Específicamente en la provincia de Chubut, la prevalencia en población adulta ha mostrado la misma tendencia al aumento (INDEC, 2019).

“Para descubrir qué genes están asociados con alguna enfermedad lo que se hace es probar. Y mientras más cantidad de genes se prueben, mejor. Para tener más éxito en estos estudios las muestras de personas deben ser lo más grande posible. Este tipo de estudios se llaman de asociación, porque lo que se busca es ver, de todos los genes analizados, cuál está asociado con determinado fenotipo: por ejemplo con el aumento del índice de masa corporal. Nos basamos en estudios que mostraron que un gen determinado, el FTO, está asociado con el aumento del peso. Entonces nosotros, ya sabiendo que ese gen en otras poblaciones tiene influencia en la obesidad, lo probamos en la muestra tomada en Madryn. En realidad, lo que se prueba no es todo el gen, que es muy grande, sino marcadores puntuales que se encuentran en el gen”, detalla Ruderman.

El trabajo científico resalta que “las demandas del sistema económico y laboral actual, como largas horas de trabajo o múltiples trabajos, ponen en tensión las formas de alimentación de las personas. Así, surgen nuevas maneras de alimentarse de la mano de la necesidad de una mayor practicidad, más accesibilidad y menos tiempo dedicado a la preparación de los alimentos”.

También destacan, tomando información de la Organización Mundial de la Salud, que “la influencia de las disparidades económicas sobre las desigualdades nutricionales y alimentarias ha sido comprobada en nuestro país. Estos cambios, sumados a la reducción en el tiempo dedicado a la actividad física, han influido en la epidemiología de la obesidad y otras enfermedades crónicas, lo que representa un alto impacto sobre la morbimortalidad, la calidad de vida y el gasto sanitario”.

Las autoras y autores forman parte del Programa de Referencia Genómica y Biobanco de la Población Argentina (PoblAr), una iniciativa nacional que está conformando un biobanco de referencia para este tipo de estudios. La conformación de biobancos que compilen información genética, no genética, y datos de salud asociados en un entorno seguro y de acceso libre potencia las capacidades de identificar factores de riesgo genético y no genético para múltiples condiciones de interés para la Salud Pública. Para más información puede visitar el sitio del Programa (https://www.argentina.gob.ar/ciencia/planeamiento-politicas/poblar)


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