Según un estudio, las gaviotas que comen en basurales están más desnutridas

El becario doctoral Miguel Adami sugiere que las gaviotas experimentan condiciones físicas y nutricionales inferiores al utilizar vertederos como sitios de alimentación. Este hábito expone a las aves a patógenos que podrían diseminarse a otras especies de aves e incluso a los humanos.

06 MAY 2024 - 18:46 | Actualizado 06 MAY 2024 - 18:56

El becario doctoral Miguel Adami, residente de Puerto Madryn, publicó su primera investigación en la prestigiosa revista Marine Pollution Bulletin. Se trata de un estudio innovador que está atrayendo la atención internacional.

Miguel Adami, cofinanciado entre la Secretaría de Ciencia y Tecnología de Chubut y el CONICET, investigó el impacto ambiental que genera en gaviotas cocineras la basura urbana que se concentra en los vertederos a cielo abierto. El estudio se realizó en un vertedero municipal de residuos sólidos que recibe deshechos de Puerto Madryn, Trelew, Rawson, Gaiman y Dolavon.

El becario está llevando a cabo un estudio pionero sobre el impacto del crecimiento poblacional humano y el consecuente desarrollo urbano en la costa norte de Chubut. Este fenómeno ha resultado en un aumento del volumen de basura generado y la proliferación de basurales en la región.

Las gestiones municipales, preocupadas por esta problemática, han convergido en la creación de un gran vertedero que concentra los residuos urbanos de cinco ciudades, siguiendo criterios de GIRSU. En este vertedero se disponen residuos domésticos y componentes no reciclables como vidrio, plásticos, metales pequeños, pilas y otros elementos perjudiciales para la salud si son ingeridos.

La gaviota cocinera (Larus dominicanus), ave marina con hábitos generalistas y oportunistas, frecuenta estos basurales y vertederos en busca de alimento. El proyecto llevado a cabo por Miguel Adami tiene como objetivo evaluar los efectos del uso de estos sitios como fuente de alimentación sobre la salud de las gaviotas cocineras, empleando parámetros fisiológicos comúnmente utilizados como indicadores de impactos antrópicos en animales.

El estudio

En el resumen del artículo creado por Adami se lee: “La creciente población humana y los desechos urbanos asociados representan una amenaza significativa para la vida silvestre. Evaluamos el estado fisiológico de las gaviotas cocineras en un vertedero y lo comparamos con gaviotas de un sitio natural protegido. Los resultados indican que las gaviotas del sitio antropogénico exhibieron niveles más bajos de parámetros fisiológicos clave vinculados a la dieta, incluidos triglicéridos, proteínas totales, ácido úrico, actividad enzimática plasmática, índice de condición corporal y conteo de leucocitos, en comparación con sus contrapartes del sitio natural. Estos hallazgos sugieren que las gaviotas cocineras experimentan condiciones físicas y nutricionales inferiores al utilizar sitios antropogénicos como vertederos gestionados gubernamentalmente.

También señala: “Varias especies de gaviotas han aumentado sus poblaciones debido a la modificación del hábitat humano en muchas regiones del mundo. Este aumento se ha atribuido a su capacidad para incorporar alimentos de origen humano en su dieta o para ser favorecidos por actividades humanas como los desechos de la industria de la refrigeración, los residuos de la pesca y la basura en vertederos urbanos. Estos últimos podrían provocar un cambio en su estado de salud, ya que los vertederos urbanos pueden contener residuos orgánicos e inorgánicos del hogar como metales pequeños, vidrio y desechos plásticos, y sustancias tóxicas que son dañinas para la salud cuando se ingieren. Además, comer alimentos en vertederos expone a las aves a patógenos y enfermedades, que a su vez pueden transmitirse a otras especies de aves e incluso a humanos, ya que muchos de ellos son zoonóticos”.

El estudio concluye: “Nuestros hallazgos sugieren que estos sitios son menos favorablemente energéticos que los sitios naturales, lo que conduce a una disminución en los valores de parámetros bioquímicos y capacidad inmune celular. Esto significa que las especies presa en sus entornos naturales, como peces, moluscos, crustáceos, poliquetos, insectos e incluso huevos y crías de otras aves, son mejores alimentos que los desechos”.

06 MAY 2024 - 18:46

El becario doctoral Miguel Adami, residente de Puerto Madryn, publicó su primera investigación en la prestigiosa revista Marine Pollution Bulletin. Se trata de un estudio innovador que está atrayendo la atención internacional.

Miguel Adami, cofinanciado entre la Secretaría de Ciencia y Tecnología de Chubut y el CONICET, investigó el impacto ambiental que genera en gaviotas cocineras la basura urbana que se concentra en los vertederos a cielo abierto. El estudio se realizó en un vertedero municipal de residuos sólidos que recibe deshechos de Puerto Madryn, Trelew, Rawson, Gaiman y Dolavon.

El becario está llevando a cabo un estudio pionero sobre el impacto del crecimiento poblacional humano y el consecuente desarrollo urbano en la costa norte de Chubut. Este fenómeno ha resultado en un aumento del volumen de basura generado y la proliferación de basurales en la región.

Las gestiones municipales, preocupadas por esta problemática, han convergido en la creación de un gran vertedero que concentra los residuos urbanos de cinco ciudades, siguiendo criterios de GIRSU. En este vertedero se disponen residuos domésticos y componentes no reciclables como vidrio, plásticos, metales pequeños, pilas y otros elementos perjudiciales para la salud si son ingeridos.

La gaviota cocinera (Larus dominicanus), ave marina con hábitos generalistas y oportunistas, frecuenta estos basurales y vertederos en busca de alimento. El proyecto llevado a cabo por Miguel Adami tiene como objetivo evaluar los efectos del uso de estos sitios como fuente de alimentación sobre la salud de las gaviotas cocineras, empleando parámetros fisiológicos comúnmente utilizados como indicadores de impactos antrópicos en animales.

El estudio

En el resumen del artículo creado por Adami se lee: “La creciente población humana y los desechos urbanos asociados representan una amenaza significativa para la vida silvestre. Evaluamos el estado fisiológico de las gaviotas cocineras en un vertedero y lo comparamos con gaviotas de un sitio natural protegido. Los resultados indican que las gaviotas del sitio antropogénico exhibieron niveles más bajos de parámetros fisiológicos clave vinculados a la dieta, incluidos triglicéridos, proteínas totales, ácido úrico, actividad enzimática plasmática, índice de condición corporal y conteo de leucocitos, en comparación con sus contrapartes del sitio natural. Estos hallazgos sugieren que las gaviotas cocineras experimentan condiciones físicas y nutricionales inferiores al utilizar sitios antropogénicos como vertederos gestionados gubernamentalmente.

También señala: “Varias especies de gaviotas han aumentado sus poblaciones debido a la modificación del hábitat humano en muchas regiones del mundo. Este aumento se ha atribuido a su capacidad para incorporar alimentos de origen humano en su dieta o para ser favorecidos por actividades humanas como los desechos de la industria de la refrigeración, los residuos de la pesca y la basura en vertederos urbanos. Estos últimos podrían provocar un cambio en su estado de salud, ya que los vertederos urbanos pueden contener residuos orgánicos e inorgánicos del hogar como metales pequeños, vidrio y desechos plásticos, y sustancias tóxicas que son dañinas para la salud cuando se ingieren. Además, comer alimentos en vertederos expone a las aves a patógenos y enfermedades, que a su vez pueden transmitirse a otras especies de aves e incluso a humanos, ya que muchos de ellos son zoonóticos”.

El estudio concluye: “Nuestros hallazgos sugieren que estos sitios son menos favorablemente energéticos que los sitios naturales, lo que conduce a una disminución en los valores de parámetros bioquímicos y capacidad inmune celular. Esto significa que las especies presa en sus entornos naturales, como peces, moluscos, crustáceos, poliquetos, insectos e incluso huevos y crías de otras aves, son mejores alimentos que los desechos”.


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