Una densa cortina de humo negro era la imagen sobre calle Belgrano, a la altura de la Municipalidad de Puerto Madryn. La ausencia de respuestas del Ejecutivo municipal al reclamo del pago de los haberes de octubre, cuyo plazo legal expiró la pasada semana, acrecentó el malestar de los empleados.
Sin un cronograma de pagos, los municipales madrynenses decidieron quedarse en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante, incluso para dormir. El malhumor creció y las explicaciones de Luis Tarrío, secretario de Hacienda, a los ediles y a los trabajadores, lejos estuvieron de aplacar el sentimiento.
Se comenzaría con el pago de las primeras categorías por los bancos Río y Macro, mientras que en el Banco Chubut se iba a depositar a la categoría 1, en el Banco provincial cobra el grueso de los asalariados y quienes tienen mayor antigüedad.
En el marco de una mañana movilizada, el intendente Ricardo Sastre deslizó cómo buscará ajustar el gasto público para disponer de fondos. Además remarcó que la comuna no cobra los fondos correspondientes desde Provincia según establece la Ley por la Coparticipación y Regalías, se deben buscar alternativas para reducir el volumen de gastos.
Se analizan los alquileres que se pagan por el uso de oficinas y estructuras en varios puntos de Puerto Madryn. Esto permitiría aliviar, en un porcentaje no preciso, la crisis financiera; también revisar los servicios tercerizados, que implica una erogación municipal que no se puede sostener.
La otra variable es el Presupuesto 2014, cuyas partidas se ajustarán un 30 por ciento en cada área. Según Sastre, este plan “posibilitará que el municipio pueda solventar los gastos de aquí en adelante y prescindir de algunos alquileres, y el servicio que se terceriza se pasará al mínimo posible o de evaluar en qué medida puede resolverse con personal y máquinas del municipio”.
Este paquete apunta a garantizar el pago de los haberes para evitar medidas de fuerza. “Hicimos un esfuerzo muy grande desde el principio de la gestión para acomodar las cuentas y no vamos a redundar en lo mismo. Trabajaremos para garantizar el derecho de los empleados de cobrar como corresponde”, cerró Sastre.
El contacto con los trabajadores dejó claro que se pagará con recaudación propia y demandará 20 días cumplir con todas las categorías. Ante esta realidad ediles y trabajadores presentarán una nota a Provincia para que auxilie a Madryn con 8 millones de pesos. Es el momento que falta para cubrir el grueso de la masa salarial y descomprima el conflicto.
Mónica Flores, representante de Unión de Personal Civil de la Nación, manifestó que “no creemos en la palabra” y “pensamos quedarnos en el Concejo porque es tan responsable de la situación como el Ejecutivo”.
Ante la incertidumbre, los municipales pidieron explicaciones a los ediles para mediar ante los funcionarios y asegurarse el cobro. “Queremos que se conforme una comisión y se analice qué sucede con la plata que ingresa al municipio”, comentó la gremialista. “El futuro se ve peor. En diciembre tenemos el pago del aguinaldo, se solicitó un bono de mil pesos pero si ahora estamos en esta situación, lamentablemente irá empeorando”.
Flores reiteró la necesidad de que el municipio muestre el plan de ajuste que se pretende en las partidas presupuestarias para reacomodar las finanzas. “Hace 4 meses que le venimos diciendo al Ejecutivo que tienen que hacer ajustes en la planta política, en la cantidad de monotributistas, empresas y camiones subcontratados que sobre 45, sólo 15 trabajan. Allí hay que recortar y no en la baja de contratos”, sentenció.
Una densa cortina de humo negro era la imagen sobre calle Belgrano, a la altura de la Municipalidad de Puerto Madryn. La ausencia de respuestas del Ejecutivo municipal al reclamo del pago de los haberes de octubre, cuyo plazo legal expiró la pasada semana, acrecentó el malestar de los empleados.
Sin un cronograma de pagos, los municipales madrynenses decidieron quedarse en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante, incluso para dormir. El malhumor creció y las explicaciones de Luis Tarrío, secretario de Hacienda, a los ediles y a los trabajadores, lejos estuvieron de aplacar el sentimiento.
Se comenzaría con el pago de las primeras categorías por los bancos Río y Macro, mientras que en el Banco Chubut se iba a depositar a la categoría 1, en el Banco provincial cobra el grueso de los asalariados y quienes tienen mayor antigüedad.
En el marco de una mañana movilizada, el intendente Ricardo Sastre deslizó cómo buscará ajustar el gasto público para disponer de fondos. Además remarcó que la comuna no cobra los fondos correspondientes desde Provincia según establece la Ley por la Coparticipación y Regalías, se deben buscar alternativas para reducir el volumen de gastos.
Se analizan los alquileres que se pagan por el uso de oficinas y estructuras en varios puntos de Puerto Madryn. Esto permitiría aliviar, en un porcentaje no preciso, la crisis financiera; también revisar los servicios tercerizados, que implica una erogación municipal que no se puede sostener.
La otra variable es el Presupuesto 2014, cuyas partidas se ajustarán un 30 por ciento en cada área. Según Sastre, este plan “posibilitará que el municipio pueda solventar los gastos de aquí en adelante y prescindir de algunos alquileres, y el servicio que se terceriza se pasará al mínimo posible o de evaluar en qué medida puede resolverse con personal y máquinas del municipio”.
Este paquete apunta a garantizar el pago de los haberes para evitar medidas de fuerza. “Hicimos un esfuerzo muy grande desde el principio de la gestión para acomodar las cuentas y no vamos a redundar en lo mismo. Trabajaremos para garantizar el derecho de los empleados de cobrar como corresponde”, cerró Sastre.
El contacto con los trabajadores dejó claro que se pagará con recaudación propia y demandará 20 días cumplir con todas las categorías. Ante esta realidad ediles y trabajadores presentarán una nota a Provincia para que auxilie a Madryn con 8 millones de pesos. Es el momento que falta para cubrir el grueso de la masa salarial y descomprima el conflicto.
Mónica Flores, representante de Unión de Personal Civil de la Nación, manifestó que “no creemos en la palabra” y “pensamos quedarnos en el Concejo porque es tan responsable de la situación como el Ejecutivo”.
Ante la incertidumbre, los municipales pidieron explicaciones a los ediles para mediar ante los funcionarios y asegurarse el cobro. “Queremos que se conforme una comisión y se analice qué sucede con la plata que ingresa al municipio”, comentó la gremialista. “El futuro se ve peor. En diciembre tenemos el pago del aguinaldo, se solicitó un bono de mil pesos pero si ahora estamos en esta situación, lamentablemente irá empeorando”.
Flores reiteró la necesidad de que el municipio muestre el plan de ajuste que se pretende en las partidas presupuestarias para reacomodar las finanzas. “Hace 4 meses que le venimos diciendo al Ejecutivo que tienen que hacer ajustes en la planta política, en la cantidad de monotributistas, empresas y camiones subcontratados que sobre 45, sólo 15 trabajan. Allí hay que recortar y no en la baja de contratos”, sentenció.