Se agranda la Legislatura provincial: habrá 30 nuevos nombramientos
La Casa de las Leyes chubutense sumará personal. Por un acuerdo entre los bloques ingresarán 27, uno por cada diputado, mientras que los tres restantes llegarán por el gremio. Los futuros ingresantes no tendrán que rendir ningún concurso.
La Legislatura se agranda. Y no precisamente el edificio. Si no su planta de personal efectivo. Después de un acuerdo al que llegaron los presidentes de cada bloque, habrá 27 nuevos empleados en planta permanente. Es decir, uno por cada diputado que ocupa una banca. Pero no para allí el acuerdo: para que nadie proteste, habrá otros tres puestos a disposición de la Asociación del Personal de la Legislatura (APEL), el gremio que nuclea al personal de la casa y que, increíblemente ha tomado en los últimos tiempos un inusual poder de decisión: puede resolver quién ingresa, quién se va, quién se queda y a quién se nombra.
Quedó fuera del acuerdo el presidente de la cámara, el vicegobernador Gustavo Mac Karthy. “Eso no tiene nada de personal o de política. Lo que ocurre es que Mac Karthy no pertenece al Poder Legislativo sino al Ejecutivo”. Tampoco tendrán acceso a esta ventaja los respectivos secretarios.
Queda por saber qué actitud tomará la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) gremio que tiene varios afiliados en la Legislatura de la provincia y que se fueron de APEL en total disconformidad con la manera de manejar las cosas de parte de su conducción.
Vale la pena aclarar que los nombramientos no se realizarán en masa como se acostumbra a final de cada período. Sino que serán paulatinos y a partir de los próximos meses. Quienes ingresen a la planta no necesariamente tienen que estar ahora en el cuerpo de asesores. Cada diputado podrá incorporar a quien quiera, se encuentre o no actualmente en la Legislatura.
Además, los futuros ingresantes no tendrán que rendir ningún tipo de concurso. Porque ingresarán con las categorías más bajas con la intención de comenzar su carrera administrativa. Lugares como automotores, cafetería, secretarías privadas de diputados y puestos de cadetes podrán ser cubiertos por los (por ahora) 30 nuevos cargos.
Es de hacer notar que la planta de la Legislatura ha crecido en porcentajes imposibles de medir desde que el país recuperó la democracia allá por el año 1983. Hay quienes recuerdan que cuando se desarrollaron aquellas primeras sesiones, la planta de personal efectivo no superaba los 30 empleados. Ahora esa cifra se vio incrementada de manera notoria teniendo en cuenta que cuando finaliza cada mandato se firman resoluciones “secretas” con nombramientos de asesores a la planta de personal efectivo.
Hay que recordar que los últimos nombramientos se judicializaron por expreso pedido del gremio. Y actualmente hay empleados que no saben nada respecto a su futuro más allá de diciembre de 2015. Algunos dicen que es la primera vez en la historia del sindicalismo argentino que un gremio, en este caso APEL, la emprende contra los trabajadores, a quienes se supone debiera defender.
“No quisimos tener problemas esta vez con los nombramientos por eso incluimos al gremio en el acuerdo. Ellos también podrán nombrar gente y así quedamos todos contentos y nos evitamos problemas futuros como los que tenemos ahora”, confió un diputado a Jornada. El mismo legislador (de origen gremial y residente en una ciudad que tiene puerto) fue quien en rueda de empleados y habituales visitantes de la Legislatura contó parte del acuerdo, que por otra parte, incluiría otras cuestiones que no fueron dadas a conocer por el legislador mencionado.
La Legislatura se agranda. Y no precisamente el edificio. Si no su planta de personal efectivo. Después de un acuerdo al que llegaron los presidentes de cada bloque, habrá 27 nuevos empleados en planta permanente. Es decir, uno por cada diputado que ocupa una banca. Pero no para allí el acuerdo: para que nadie proteste, habrá otros tres puestos a disposición de la Asociación del Personal de la Legislatura (APEL), el gremio que nuclea al personal de la casa y que, increíblemente ha tomado en los últimos tiempos un inusual poder de decisión: puede resolver quién ingresa, quién se va, quién se queda y a quién se nombra.
Quedó fuera del acuerdo el presidente de la cámara, el vicegobernador Gustavo Mac Karthy. “Eso no tiene nada de personal o de política. Lo que ocurre es que Mac Karthy no pertenece al Poder Legislativo sino al Ejecutivo”. Tampoco tendrán acceso a esta ventaja los respectivos secretarios.
Queda por saber qué actitud tomará la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) gremio que tiene varios afiliados en la Legislatura de la provincia y que se fueron de APEL en total disconformidad con la manera de manejar las cosas de parte de su conducción.
Vale la pena aclarar que los nombramientos no se realizarán en masa como se acostumbra a final de cada período. Sino que serán paulatinos y a partir de los próximos meses. Quienes ingresen a la planta no necesariamente tienen que estar ahora en el cuerpo de asesores. Cada diputado podrá incorporar a quien quiera, se encuentre o no actualmente en la Legislatura.
Además, los futuros ingresantes no tendrán que rendir ningún tipo de concurso. Porque ingresarán con las categorías más bajas con la intención de comenzar su carrera administrativa. Lugares como automotores, cafetería, secretarías privadas de diputados y puestos de cadetes podrán ser cubiertos por los (por ahora) 30 nuevos cargos.
Es de hacer notar que la planta de la Legislatura ha crecido en porcentajes imposibles de medir desde que el país recuperó la democracia allá por el año 1983. Hay quienes recuerdan que cuando se desarrollaron aquellas primeras sesiones, la planta de personal efectivo no superaba los 30 empleados. Ahora esa cifra se vio incrementada de manera notoria teniendo en cuenta que cuando finaliza cada mandato se firman resoluciones “secretas” con nombramientos de asesores a la planta de personal efectivo.
Hay que recordar que los últimos nombramientos se judicializaron por expreso pedido del gremio. Y actualmente hay empleados que no saben nada respecto a su futuro más allá de diciembre de 2015. Algunos dicen que es la primera vez en la historia del sindicalismo argentino que un gremio, en este caso APEL, la emprende contra los trabajadores, a quienes se supone debiera defender.
“No quisimos tener problemas esta vez con los nombramientos por eso incluimos al gremio en el acuerdo. Ellos también podrán nombrar gente y así quedamos todos contentos y nos evitamos problemas futuros como los que tenemos ahora”, confió un diputado a Jornada. El mismo legislador (de origen gremial y residente en una ciudad que tiene puerto) fue quien en rueda de empleados y habituales visitantes de la Legislatura contó parte del acuerdo, que por otra parte, incluiría otras cuestiones que no fueron dadas a conocer por el legislador mencionado.