Una mujer para Gaiman

La oficial principal Carolina Pauli quedó a cargo de la Comisaría de la localidad valletana y fue designada subjefa. Hacía diez años que no se promovía a una mujer a un cargo jerárquico en la Policía del Chubut.

17 JUL 2014 - 21:40 | Actualizado

En la Policía del Chubut pareciera ser que las cuestiones de género dentro de la fuerza no afectan de forma negativa al rol de las mujeres. Por el contrario, muchas mujeres policías han demostrado en los últimos años tener una enorme capacidad para cumplir con el rol de servidoras públicas, tanto en la calle como en cualquier lugar de jerarquía.

Carolina Pauli tiene 33 años, es oriunda de Rawson y hace 15 años que decidió ser policía. Asegura que lo es desde que se levanta hasta que se va a dormir. Hoy por hoy ostenta con humildad el cargo de oficial principal y su carrera va en franco ascenso. Egresó en 1999 de la escuela de cadetes Juan Gustavo Boyd de Rawson.

Su primer destino fue la Comisaría de Rawson donde estuvo solo un mes. Posteriormente fue instructora durante un año en la escuela de cadetes mientras ya se perfilaba para pasar unos cuantos años en el Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), Sección de elite que integró hasta el 2007.

Subjefa

Durante 10 días será la jefa de la comisaría de Gaiman, ya que el comisario inspector Eladio Cheuquehuala se encuentra de licencia. Sin embargo, y pese a haber ocupado primeras jefaturas en otras dependencias del interior, hace un mes fue designada por primera vez en su carrera por la Jefatura de Policía como subjefa en esa localidad valletana.

Confesó sentirse orgullosa y agradecida por la confianza depositada por la jefatura de Policía ante una designación de esas características.

En Chubut pasaron al menos 10 años que no promocionaba una camada de personal femenino. La camada anterior fue de donde surgieron figuras hasta emblemáticas de la fuerza provincial como Marcela Amado y Sandra Muñoz, quienes aguardan su retiro con los honores de comisario mayor.

Luego de una década, una nueva camada de mujeres comienza a asomar y a pedir pista. La ley orgánica de la institución policial otorga las condiciones para que en lo próximo, la segunda camada pueda ascender a subcomisarios.

“Nosotros velamos siempre porque las designaciones en las comisarías sean por una cuestión de capacidad y formación más allá de la cuestión de la edad y el género”, expresó. Aclaró que el hecho de que no hayan más mujeres a cargo de dependencias provinciales se relaciona más a que pasaron 10 años donde no hubo egresos de personal femenino.

-¿Cuáles son sus orígenes en Policía?

-Mi abuelo fue policía de territorio y fue el primer jefe de la Unidad Regional de Esquel cuando Chubut pasó a ser provincia. Ese es un antecedente si bien tengo conocimiento que el padre de él, mi bisabuelo, fue funcionario policial. También mi padre, se retiró como subjefe de la Policía de la Provincia.

-¿Se imagina otra vida que no sea de policía?

-No, desde que tengo uso de razón dije que quería ser policía. Ya lo tenía claro porque mi modelo a seguir fue mi padre y hacia ese punto aspiro. Indicó al recordar que de pequeña pasaba horas en la comisaría de Rawson luego de la escuela.

-¿Qué la motiva a seguir en la carrera?

- Lo que me motiva… Yo considero humildemente que ingresé a la institución de plena vocación. Mi horizonte siempre fue cumplir la función del policía, estar en la calle corriendo al delincuente. Nunca me imaginé estando adentro de una oficina, mi padre me decía si no querés estar adentro de una oficina tendrías que haber sido subalterno (se sonríe), pero bueno, llega un punto que hay que estar mucho adentro de una oficina. Mi intención siempre fue que la gente vea en el policía a un servidor.

-¿Respeto o miedo al policía?

-Nunca fui partidaria de tenerle miedo, hasta me ha molestado cuando voy caminando por la calle y la madre le dice al nene guarda con el policía que te va a llevar, y el nene te mira con una cara diciendo qué me vas a hacer. La idea no es que nos tengan miedo, sí que respeten a la institución. Todo eso va de la mano con que ese efectivo haga respetar y respete él mismo el uniforme que está llevando.

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17 JUL 2014 - 21:40

En la Policía del Chubut pareciera ser que las cuestiones de género dentro de la fuerza no afectan de forma negativa al rol de las mujeres. Por el contrario, muchas mujeres policías han demostrado en los últimos años tener una enorme capacidad para cumplir con el rol de servidoras públicas, tanto en la calle como en cualquier lugar de jerarquía.

Carolina Pauli tiene 33 años, es oriunda de Rawson y hace 15 años que decidió ser policía. Asegura que lo es desde que se levanta hasta que se va a dormir. Hoy por hoy ostenta con humildad el cargo de oficial principal y su carrera va en franco ascenso. Egresó en 1999 de la escuela de cadetes Juan Gustavo Boyd de Rawson.

Su primer destino fue la Comisaría de Rawson donde estuvo solo un mes. Posteriormente fue instructora durante un año en la escuela de cadetes mientras ya se perfilaba para pasar unos cuantos años en el Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), Sección de elite que integró hasta el 2007.

Subjefa

Durante 10 días será la jefa de la comisaría de Gaiman, ya que el comisario inspector Eladio Cheuquehuala se encuentra de licencia. Sin embargo, y pese a haber ocupado primeras jefaturas en otras dependencias del interior, hace un mes fue designada por primera vez en su carrera por la Jefatura de Policía como subjefa en esa localidad valletana.

Confesó sentirse orgullosa y agradecida por la confianza depositada por la jefatura de Policía ante una designación de esas características.

En Chubut pasaron al menos 10 años que no promocionaba una camada de personal femenino. La camada anterior fue de donde surgieron figuras hasta emblemáticas de la fuerza provincial como Marcela Amado y Sandra Muñoz, quienes aguardan su retiro con los honores de comisario mayor.

Luego de una década, una nueva camada de mujeres comienza a asomar y a pedir pista. La ley orgánica de la institución policial otorga las condiciones para que en lo próximo, la segunda camada pueda ascender a subcomisarios.

“Nosotros velamos siempre porque las designaciones en las comisarías sean por una cuestión de capacidad y formación más allá de la cuestión de la edad y el género”, expresó. Aclaró que el hecho de que no hayan más mujeres a cargo de dependencias provinciales se relaciona más a que pasaron 10 años donde no hubo egresos de personal femenino.

-¿Cuáles son sus orígenes en Policía?

-Mi abuelo fue policía de territorio y fue el primer jefe de la Unidad Regional de Esquel cuando Chubut pasó a ser provincia. Ese es un antecedente si bien tengo conocimiento que el padre de él, mi bisabuelo, fue funcionario policial. También mi padre, se retiró como subjefe de la Policía de la Provincia.

-¿Se imagina otra vida que no sea de policía?

-No, desde que tengo uso de razón dije que quería ser policía. Ya lo tenía claro porque mi modelo a seguir fue mi padre y hacia ese punto aspiro. Indicó al recordar que de pequeña pasaba horas en la comisaría de Rawson luego de la escuela.

-¿Qué la motiva a seguir en la carrera?

- Lo que me motiva… Yo considero humildemente que ingresé a la institución de plena vocación. Mi horizonte siempre fue cumplir la función del policía, estar en la calle corriendo al delincuente. Nunca me imaginé estando adentro de una oficina, mi padre me decía si no querés estar adentro de una oficina tendrías que haber sido subalterno (se sonríe), pero bueno, llega un punto que hay que estar mucho adentro de una oficina. Mi intención siempre fue que la gente vea en el policía a un servidor.

-¿Respeto o miedo al policía?

-Nunca fui partidaria de tenerle miedo, hasta me ha molestado cuando voy caminando por la calle y la madre le dice al nene guarda con el policía que te va a llevar, y el nene te mira con una cara diciendo qué me vas a hacer. La idea no es que nos tengan miedo, sí que respeten a la institución. Todo eso va de la mano con que ese efectivo haga respetar y respete él mismo el uniforme que está llevando.


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