Forenses holandeses examinan cuerpos rescatados del avión derribado

Un grupo de especialistas de Holanda llegó a la localidad de Torez, en la región ucraniana de Donetsk, donde está el tren frigorífico en el que se depositó un gran número de los cadáveres de los pasajeros del avión malayo derribado el jueves. En tanto, Kiev ordenó un alto el fuego.

21 JUL 2014 - 10:25 | Actualizado

Según informaron a la agencia de noticias EFE testigos que se encuentran en la estación de tren, los tres especialistas holandeses abrieron los vagones para examinar los cuerpos en presencia de la misión de la OSCE en Ucrania, encabezada por el suizo Alex Hug.

De acuerdo a las informaciones, negocian con los rebeldes pro rusos el traslado del tren a la ciudad de Jarkov, la más importante del este de Ucrania, donde se procedería a su identificación y serían visitados por los familiares de las 298 víctimas de la catástrofe.

En cambio, los rebeldes parecen preferir el traslado del tren a la ciudad costera de Mariupol en el mar Negro.

Sea como sea, los expertos internacionales ya se encuentran en Jarkov, adonde llegaron 14 de ellos abordo del avión del presidente ucraniano, Petro Poroshenko.

Además, otro avión con siete especialistas holandeses aterrizó en esa ciudad con equipos y depósitos para el traslado de cadáveres.

Los rebeldes, que se niegan a colaborar con las autoridades de Kiev, informaron ayer que el tren permanecería estacionado en Torez hasta la llegada de expertos internacionales.

Según testigos, el médico holandés Peter Van Vilet expresó hoy su satisfacción por el estado de conservación de los cuerpos, que se encuentran a cero grados dentro de unos vagones herméticamente cerrados.

Los cuerpos fueron refrigerados en la madrugada de ayer, más de 48 horas después del accidente, tras permanecer envueltos en sacos en las inmediaciones de la zona del incidente, en la aldea de Grabovo.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, informó de que los servicios de rescate ya encontraron 271 cuerpos.

Seguidamente, los holandeses acompañados por representantes de la OSCE se desplazaron a la zona del hecho, donde los socorristas siguen buscando los restantes cadáveres y otras evidencias que ayuden a esclarecer las causas tragedia.

Algunas partes del Boeing-777, como es el caso de la nariz del aparato, se encuentran a varios kilómetros de Grabovo, en la localidad de Rasipnoye, en medio de un campo de girasoles.

21 JUL 2014 - 10:25

Según informaron a la agencia de noticias EFE testigos que se encuentran en la estación de tren, los tres especialistas holandeses abrieron los vagones para examinar los cuerpos en presencia de la misión de la OSCE en Ucrania, encabezada por el suizo Alex Hug.

De acuerdo a las informaciones, negocian con los rebeldes pro rusos el traslado del tren a la ciudad de Jarkov, la más importante del este de Ucrania, donde se procedería a su identificación y serían visitados por los familiares de las 298 víctimas de la catástrofe.

En cambio, los rebeldes parecen preferir el traslado del tren a la ciudad costera de Mariupol en el mar Negro.

Sea como sea, los expertos internacionales ya se encuentran en Jarkov, adonde llegaron 14 de ellos abordo del avión del presidente ucraniano, Petro Poroshenko.

Además, otro avión con siete especialistas holandeses aterrizó en esa ciudad con equipos y depósitos para el traslado de cadáveres.

Los rebeldes, que se niegan a colaborar con las autoridades de Kiev, informaron ayer que el tren permanecería estacionado en Torez hasta la llegada de expertos internacionales.

Según testigos, el médico holandés Peter Van Vilet expresó hoy su satisfacción por el estado de conservación de los cuerpos, que se encuentran a cero grados dentro de unos vagones herméticamente cerrados.

Los cuerpos fueron refrigerados en la madrugada de ayer, más de 48 horas después del accidente, tras permanecer envueltos en sacos en las inmediaciones de la zona del incidente, en la aldea de Grabovo.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, informó de que los servicios de rescate ya encontraron 271 cuerpos.

Seguidamente, los holandeses acompañados por representantes de la OSCE se desplazaron a la zona del hecho, donde los socorristas siguen buscando los restantes cadáveres y otras evidencias que ayuden a esclarecer las causas tragedia.

Algunas partes del Boeing-777, como es el caso de la nariz del aparato, se encuentran a varios kilómetros de Grabovo, en la localidad de Rasipnoye, en medio de un campo de girasoles.


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