Con el boleto mínimo a 3,50 pesos, ya rige en Comodoro el aumento del transporte público

Tras la publicación en el Boletín Oficial, ayer comenzó a aplicarse el aumento en el boleto del transporte público de pasajeros de Comodoro Rivadavia.

03 AGO 2014 - 21:55 | Actualizado

El mínimo ya cuesta 3,50 pesos (urbana) y 4 pesos (suburbana) aunque con la proyección de nuevos incrementos en diciembre y en marzo de 2015.

Jorge Moreno, desde la empresa Patagonia Argentina, reconoció que el nuevo cuadro tarifario permitirá contar con un “sinceramiento” en los costos del servicio y un acercamiento al valor real del boleto, al margen de los subsidios.

“Desde el punto de vista empresarial nos permitirá poder contar con recursos propios y lógicamente ir llegando al valor real de la tarifa como ocurre con la mayoría de los servicios públicos, no solamente el nuestro. Los valores están deteriorados en general. En el caso nuestro la ecuación cierra en función de los aportes que hace el municipio. Con esta readecuación podremos ver los números reales a fines de agosto. Y lógicamente el aporte municipal se va a reducir en un 75 por ciento que tiende mostrar la realidad del valor real del boleto”.

El empresario sostuvo la inequidad planteada en el aumento de los servicios públicos en la ciudad y la relación dispar que se da con los salarios, donde se establece que desde 2009 un trabajador gastaba el 10 por ciento para trasladarse mensualmente mientras que ahora sólo destina el 4 por ciento para movilizarse en micro. “No son números tirados al azar sino que demuestran la necesidad de una adecuación”, afirmó Moreno

“El transporte es muy dinámico y tenemos que movernos de acuerdo a la realidad. Ahora nos autorizaron cinco unidades más, tres de las cuales están destinadas a personas con discapacidad con carácter experimental que veremos qué utilización tiene. En la ciudad por la topografía que tiene, no se puede disponer de otro tipo de vehículos por los badenes, calles de tierra y demás”.

Respecto a la posible implementación de la tarjeta SUBE, el empresario reconoció que la actual ordenanza plantea la sistematización del boleto. “Se quiere poner un valor diferencial a quien utiliza la tarjeta desde diciembre. Se le aplicaría un descuento, que lógicamente sería un subsidio que absorvería el municipio”. Y planteó que esta herramienta magnética permitirá contar con un reporte verdadero sobre los pasajeros que se transportan. “Lo tenemos pero de manera parcial. Sólo el 60 por ciento de la población se moviliza con tarjetas o utilizando monedas y aún hay bonos circulando”.

Sobre la incidencia de la nueva tarifa en la actividad de la empresa licenciataria del servicio, Moreno insistió en un valor “real” fuera de la incidencia de aportes externos. “Al momento de cumplir con nuestras obligaciones laborales se nos hacía difícil porque los subsidios siempre llegaban a mes vencido”, cerró.

“Números “inflados”

El concejal justicialista Darío Espinosa cuestionó los dichos de su par Carlos Vargas respecto a auqe los números de la empresa concesionaria estaban “inflados”, siendo una cuestión conocida por los ediles que aprobaron el aumento. “Es una declaración contradictoria, reveladora o extravagante; esto se develará en los próximos días cuando el concejal profundice o calle. Es muy probable que Vargas haya estudiado en detalle el informe de Patagonia Argentina, a la par de haber conseguido un análisis técnico mucho más minucioso al que los demás pudimos arribar. Quizá porque, junto a sus compañeros del bloque del Frente para la Victoria, contó con el informe mucho antes de lo recibido por algunas minorías legislativas”.

Espinosa consideró que “pudo haber sido una expresión al voleo o podría ser una elucubración que, para defenderla, debiera publicar toda la información respaldatoria que sostenga su posición discursiva. Estaría muy bien que Vargas demostrara cada uno de los pasos que estudió y que lo llevaron a deducir que la empresa de transporte presentó números modificados”.

El concejal dasnevista consideró que su par oficialista “debiera hacerse responsable de sus creencias y de sus dichos; sin la necesidad de involucrar a otros funcionarios que poco tienen que ver con sus pensamientos, sus acciones y con cada uno de sus desaciertos. Si el concejal demuestra lo que dijo será completamente revelador, de lo contrario será un episodio más de vaya a saber qué guión de película”.

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03 AGO 2014 - 21:55

El mínimo ya cuesta 3,50 pesos (urbana) y 4 pesos (suburbana) aunque con la proyección de nuevos incrementos en diciembre y en marzo de 2015.

Jorge Moreno, desde la empresa Patagonia Argentina, reconoció que el nuevo cuadro tarifario permitirá contar con un “sinceramiento” en los costos del servicio y un acercamiento al valor real del boleto, al margen de los subsidios.

“Desde el punto de vista empresarial nos permitirá poder contar con recursos propios y lógicamente ir llegando al valor real de la tarifa como ocurre con la mayoría de los servicios públicos, no solamente el nuestro. Los valores están deteriorados en general. En el caso nuestro la ecuación cierra en función de los aportes que hace el municipio. Con esta readecuación podremos ver los números reales a fines de agosto. Y lógicamente el aporte municipal se va a reducir en un 75 por ciento que tiende mostrar la realidad del valor real del boleto”.

El empresario sostuvo la inequidad planteada en el aumento de los servicios públicos en la ciudad y la relación dispar que se da con los salarios, donde se establece que desde 2009 un trabajador gastaba el 10 por ciento para trasladarse mensualmente mientras que ahora sólo destina el 4 por ciento para movilizarse en micro. “No son números tirados al azar sino que demuestran la necesidad de una adecuación”, afirmó Moreno

“El transporte es muy dinámico y tenemos que movernos de acuerdo a la realidad. Ahora nos autorizaron cinco unidades más, tres de las cuales están destinadas a personas con discapacidad con carácter experimental que veremos qué utilización tiene. En la ciudad por la topografía que tiene, no se puede disponer de otro tipo de vehículos por los badenes, calles de tierra y demás”.

Respecto a la posible implementación de la tarjeta SUBE, el empresario reconoció que la actual ordenanza plantea la sistematización del boleto. “Se quiere poner un valor diferencial a quien utiliza la tarjeta desde diciembre. Se le aplicaría un descuento, que lógicamente sería un subsidio que absorvería el municipio”. Y planteó que esta herramienta magnética permitirá contar con un reporte verdadero sobre los pasajeros que se transportan. “Lo tenemos pero de manera parcial. Sólo el 60 por ciento de la población se moviliza con tarjetas o utilizando monedas y aún hay bonos circulando”.

Sobre la incidencia de la nueva tarifa en la actividad de la empresa licenciataria del servicio, Moreno insistió en un valor “real” fuera de la incidencia de aportes externos. “Al momento de cumplir con nuestras obligaciones laborales se nos hacía difícil porque los subsidios siempre llegaban a mes vencido”, cerró.

“Números “inflados”

El concejal justicialista Darío Espinosa cuestionó los dichos de su par Carlos Vargas respecto a auqe los números de la empresa concesionaria estaban “inflados”, siendo una cuestión conocida por los ediles que aprobaron el aumento. “Es una declaración contradictoria, reveladora o extravagante; esto se develará en los próximos días cuando el concejal profundice o calle. Es muy probable que Vargas haya estudiado en detalle el informe de Patagonia Argentina, a la par de haber conseguido un análisis técnico mucho más minucioso al que los demás pudimos arribar. Quizá porque, junto a sus compañeros del bloque del Frente para la Victoria, contó con el informe mucho antes de lo recibido por algunas minorías legislativas”.

Espinosa consideró que “pudo haber sido una expresión al voleo o podría ser una elucubración que, para defenderla, debiera publicar toda la información respaldatoria que sostenga su posición discursiva. Estaría muy bien que Vargas demostrara cada uno de los pasos que estudió y que lo llevaron a deducir que la empresa de transporte presentó números modificados”.

El concejal dasnevista consideró que su par oficialista “debiera hacerse responsable de sus creencias y de sus dichos; sin la necesidad de involucrar a otros funcionarios que poco tienen que ver con sus pensamientos, sus acciones y con cada uno de sus desaciertos. Si el concejal demuestra lo que dijo será completamente revelador, de lo contrario será un episodio más de vaya a saber qué guión de película”.


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