Otra jornada de protestas y violencia en el estado de Missouri

Protestas, enfrentamientos y detenidos fue el saldo de otra madrugada de violencia en la ciudad de Ferguson, entre quienes manifestaron contra la muerte del joven negro a manos de un policía blanco y las fuerzas de seguridad que no logran calmar la furia popular .

20 AGO 2014 - 10:10 | Actualizado

Hasta poco antes de la medianoche (2 de la madrugada argentina) las protestas en Ferguson habían tenido el tono familiar y tranquilo que había sido imposible de mantener hasta tan tarde en días anteriores, cuando la dinámica general era el comienzo de los enfrentamientos al caer la noche.

Sin embargo, el lanzamiento de varias botellas a los agentes desencadenó nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes, que terminaron con 47 nuevas detenciones, informó en rueda de prensa el capitán de la Patrulla de Carreteras de Missouri, Ron Johnson.

Buena parte de los centenares de personas que durante el día se manifestaron pacíficamente, en una marcha en la que pudieron verse muchos niños y familias, volvieron a casa antes de que se hiciera de noche, como habían recomendado las autoridades, por lo que de madrugada el grupo de la protesta fue notablemente menor que en jornadas anteriores.

A diferencia de la dura noche de protestas anterior, que concluyó con dos heridos de bala y 78 arrestos, esta madrugada no fue necesario el uso de gases lacrimógenos, no hubo lanzamiento de cócteles molotov ni tampoco disparos, detalló Johnson, informó la agencia de noticias EFE.

Para el capitán, la influencia de los líderes comunitarios fue decisiva a la hora de calmar los ánimos de los manifestantes y convencerlos de restringir su protesta al día.

La decisión de desplegar la Guardia Nacional, la milicia estatal que suele movilizarse en catástrofes naturales y también para afrontar situaciones de desorden público, tampoco sirvió el lunes para calmar la situación en Ferguson, que vivió una de las jornadas de protestas más duras desde la muerte del joven Brown.

Mientras tanto, la avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, vivía una nueva noche de tensión, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, pedía en un editorial el fin de la violencia y prometía una investigación "completa, justa e independiente" sobre la muerte del joven negro Michael Brown a manos de un policía hace 11 días.

"Entendemos la necesidad de una investigación independiente y esperamos que la independencia y la minuciosidad de nuestra investigación traiga calma en las tensiones de Ferguson", consideró Holder en un editorial del diario local St. Louis Post-Dispatch.

"Pero para empezar el proceso de reconciliación -agregó- necesitamos ver primero el fin de los actos de violencia en las calles de Ferguson".

El secretario de Justicia, el primer afroamericano en ocupar este puesto, visitará Ferguson para conocer de primera mano la situación en este suburbio cercano a Saint Louis, sacudido desde hace más de una semana por protestas raciales que causaron numerosos heridos, arrestos y destrozos.

Las autoridades federales tienen en marcha una investigación independiente sobre lo ocurrido el 9 de agosto, cuando el joven Brown murió tiroteado por un agente en circunstancias aún por esclarecer y con versiones contradictorias de la Policía y los testigos.

La autopsia reveló que Brown, quien iba desarmado, recibió al menos seis disparos: dos en la cabeza y cuatro en el brazo derecho.

Ayer, St. Louis, también en Missouri, a pocos kilómetros de distancia de Ferguson, vivió una circunstancia similar a la que desató estas protestas cuando un hombre afroamericano de 23 años murió por los disparos de un policía.

Según los testigos citados por la agencia de noticias DPA, el joven negro, cuya identidad todavía no fue divulgada por la policía, entró en un comercio de comestibles y robó algunas cosas. Cuando el comerciante le pidió que pagara, tiró lo que había robado a la acera y a la calle.

El joven, que iba armado con un cuchillo, comenzó a caminar por la calle de un lado a otro y a hablar en voz alta, por lo que el dueño de la tienda y una concejala municipal llamaron a la policía, explicó en rueda de prensa el jefe de policía de St. Louis, Sam Dotson.

El hombre, que se estaba comportando erráticamente antes de la llegada de la policía, se puso más nervioso con la presencia de los agentes y les gritó: "¡Dispárenme ahora, mátenme ahora!", según Dotson.

Los agentes, que era blancos, ordenaron que parara, pero el joven afroamericano no lo hizo y cuando intentó atacar con el cuchillo a uno de los agentes, éste le disparó matándolo.

20 AGO 2014 - 10:10

Hasta poco antes de la medianoche (2 de la madrugada argentina) las protestas en Ferguson habían tenido el tono familiar y tranquilo que había sido imposible de mantener hasta tan tarde en días anteriores, cuando la dinámica general era el comienzo de los enfrentamientos al caer la noche.

Sin embargo, el lanzamiento de varias botellas a los agentes desencadenó nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes, que terminaron con 47 nuevas detenciones, informó en rueda de prensa el capitán de la Patrulla de Carreteras de Missouri, Ron Johnson.

Buena parte de los centenares de personas que durante el día se manifestaron pacíficamente, en una marcha en la que pudieron verse muchos niños y familias, volvieron a casa antes de que se hiciera de noche, como habían recomendado las autoridades, por lo que de madrugada el grupo de la protesta fue notablemente menor que en jornadas anteriores.

A diferencia de la dura noche de protestas anterior, que concluyó con dos heridos de bala y 78 arrestos, esta madrugada no fue necesario el uso de gases lacrimógenos, no hubo lanzamiento de cócteles molotov ni tampoco disparos, detalló Johnson, informó la agencia de noticias EFE.

Para el capitán, la influencia de los líderes comunitarios fue decisiva a la hora de calmar los ánimos de los manifestantes y convencerlos de restringir su protesta al día.

La decisión de desplegar la Guardia Nacional, la milicia estatal que suele movilizarse en catástrofes naturales y también para afrontar situaciones de desorden público, tampoco sirvió el lunes para calmar la situación en Ferguson, que vivió una de las jornadas de protestas más duras desde la muerte del joven Brown.

Mientras tanto, la avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, vivía una nueva noche de tensión, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, pedía en un editorial el fin de la violencia y prometía una investigación "completa, justa e independiente" sobre la muerte del joven negro Michael Brown a manos de un policía hace 11 días.

"Entendemos la necesidad de una investigación independiente y esperamos que la independencia y la minuciosidad de nuestra investigación traiga calma en las tensiones de Ferguson", consideró Holder en un editorial del diario local St. Louis Post-Dispatch.

"Pero para empezar el proceso de reconciliación -agregó- necesitamos ver primero el fin de los actos de violencia en las calles de Ferguson".

El secretario de Justicia, el primer afroamericano en ocupar este puesto, visitará Ferguson para conocer de primera mano la situación en este suburbio cercano a Saint Louis, sacudido desde hace más de una semana por protestas raciales que causaron numerosos heridos, arrestos y destrozos.

Las autoridades federales tienen en marcha una investigación independiente sobre lo ocurrido el 9 de agosto, cuando el joven Brown murió tiroteado por un agente en circunstancias aún por esclarecer y con versiones contradictorias de la Policía y los testigos.

La autopsia reveló que Brown, quien iba desarmado, recibió al menos seis disparos: dos en la cabeza y cuatro en el brazo derecho.

Ayer, St. Louis, también en Missouri, a pocos kilómetros de distancia de Ferguson, vivió una circunstancia similar a la que desató estas protestas cuando un hombre afroamericano de 23 años murió por los disparos de un policía.

Según los testigos citados por la agencia de noticias DPA, el joven negro, cuya identidad todavía no fue divulgada por la policía, entró en un comercio de comestibles y robó algunas cosas. Cuando el comerciante le pidió que pagara, tiró lo que había robado a la acera y a la calle.

El joven, que iba armado con un cuchillo, comenzó a caminar por la calle de un lado a otro y a hablar en voz alta, por lo que el dueño de la tienda y una concejala municipal llamaron a la policía, explicó en rueda de prensa el jefe de policía de St. Louis, Sam Dotson.

El hombre, que se estaba comportando erráticamente antes de la llegada de la policía, se puso más nervioso con la presencia de los agentes y les gritó: "¡Dispárenme ahora, mátenme ahora!", según Dotson.

Los agentes, que era blancos, ordenaron que parara, pero el joven afroamericano no lo hizo y cuando intentó atacar con el cuchillo a uno de los agentes, éste le disparó matándolo.


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