Con el mundo plagado de conflictos y crisis, comienza la Asamblea General de la ONU
La sede de la ONU es desde hoy el epicentro de la diplomacia mundial con la presencia de líderes de más de 190 países convocados para dar sus discursos en la Asamblea General a partir del miércoles, con el mundo convulsionado por múltiples conflictos bélicos y crisis, desde las guerras en Siria y Ucrania a la epidemia del Ebola en Africa.
Jefes de Estado y de gobierno y ministros de 193 naciones tomarán la palabra para poner énfasis en las crisis actuales, pero también en las cuestiones nacionales y especialmente aquellas para las cuales buscan apoyo internacional.
En política exterior, los temas candentes como la lucha contra la amenaza yihadista en Irak y Siria, el proceso de paz en Medio Oriente, el conflicto de Ucrania, o las negociaciones nucleares con Irán, así como la expansión de la epidemia del Ebola desatada en Africa, dominarán los debates.
Según fuentes diplomáticas, se prevé también una ofensiva liderada por los países emergentes -entre ellos el bloque latinoamericano- en reclamo de una reforma de la ONU y la democratización del Consejo de Seguridad, para adaptar el principal órgano de decisión al nuevo orden geopolítico del siglo XXI.
En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas solo están desde su creación, en 1946, como miembros permanentes con poder de veto Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, será el primero en hablar en la Asamblea, y el jueves presidirá una cumbre en la ONU que se centrará en la estrategia para enfrentar a yihadistas y a miles de extranjeros que se unieron al Estado Islámico (EI), el grupo extremista que quiere instaurar un califato en Irak y Siria.
No está prevista la participación en la Asamblea General de los presidentes de Rusia, China ni Cuba, aunque sí se espera al presidente de Irán, Hasan Rohani, que partió hoy a Nueva York.
Si bien tras ocho años de mandato del ex presidente Mahmud Ahmadinejad la llegada de Rohani a la esfera internacional en 2013 generó ilusión ante la posibilidad de cambios importantes en la relación de Irán con el mundo, hasta ahora no logró impulsar varios de los cambios prometidos.
A un año de su primer viaje como presidente a Nueva York y de su conversación telefónica con Obama -el contacto de mayor nivel entre los dos países luego de la ruptura de relaciones tras la Revolución Islámica de 1979-, Rohani regresa a la ciudad con pocas promesas cumplidas y varios frentes abiertos con Estados Unidos.
Quizás el más sensible ahora sea su oposición a la coalición internacional de una treintena de países impulsada por Washington para vencer al EI en Irak y Siria, aunque también los pocos avances respecto a su programa nuclear y en materia de derechos humanos.
En materia financiera, será tema el modesto crecimiento global estimado del 3% estimado por el FMI para 2014, que certifica que la economía mundial sigue sin despegar seis años después de que estallara la gran crisis en el corazón precisamente de Manhattan.
La Primera Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas abrió hoy el intenso calendario de reuniones multilaterales, en una jornada en la que también se celebró una Cumbre de la Alianza del Pacífico y comienza la asamblea anual de la Iniciativa Global Clinton, con la presencia de importantes personalidades internacionales.
Muchos de estos líderes mundiales ya se encuentran en Nueva York para participar en paralelo en numerosas reuniones bilaterales o regionales. Entre ellos el flamante rey de Españaa, Felipe VI, la presidenta argentina, Cristina Fernández, o el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Todos ellos participarán mañana en la Cumbre sobre el Clima, convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para incentivar compromisos vinculantes en defensa del medioambiente y frenar el calentamiento global.
En contraste con tantos conflictos, el presidente colombiano llevará a la ONU un mensaje de paz sobre los avances de las negociaciones de su gobierno con las FARC, que se celebran en Cuba desde noviembre de 2012.
Ante tanta presencia internacional, la isla de Manhattan se encuentra blindada para garantizar la seguridad de más de un centenar de líderes de todo el mundo, y en las cercanías de la sede de la ONU -cercada por vallas metálicas- el tráfico es un caos.
Jefes de Estado y de gobierno y ministros de 193 naciones tomarán la palabra para poner énfasis en las crisis actuales, pero también en las cuestiones nacionales y especialmente aquellas para las cuales buscan apoyo internacional.
En política exterior, los temas candentes como la lucha contra la amenaza yihadista en Irak y Siria, el proceso de paz en Medio Oriente, el conflicto de Ucrania, o las negociaciones nucleares con Irán, así como la expansión de la epidemia del Ebola desatada en Africa, dominarán los debates.
Según fuentes diplomáticas, se prevé también una ofensiva liderada por los países emergentes -entre ellos el bloque latinoamericano- en reclamo de una reforma de la ONU y la democratización del Consejo de Seguridad, para adaptar el principal órgano de decisión al nuevo orden geopolítico del siglo XXI.
En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas solo están desde su creación, en 1946, como miembros permanentes con poder de veto Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, será el primero en hablar en la Asamblea, y el jueves presidirá una cumbre en la ONU que se centrará en la estrategia para enfrentar a yihadistas y a miles de extranjeros que se unieron al Estado Islámico (EI), el grupo extremista que quiere instaurar un califato en Irak y Siria.
No está prevista la participación en la Asamblea General de los presidentes de Rusia, China ni Cuba, aunque sí se espera al presidente de Irán, Hasan Rohani, que partió hoy a Nueva York.
Si bien tras ocho años de mandato del ex presidente Mahmud Ahmadinejad la llegada de Rohani a la esfera internacional en 2013 generó ilusión ante la posibilidad de cambios importantes en la relación de Irán con el mundo, hasta ahora no logró impulsar varios de los cambios prometidos.
A un año de su primer viaje como presidente a Nueva York y de su conversación telefónica con Obama -el contacto de mayor nivel entre los dos países luego de la ruptura de relaciones tras la Revolución Islámica de 1979-, Rohani regresa a la ciudad con pocas promesas cumplidas y varios frentes abiertos con Estados Unidos.
Quizás el más sensible ahora sea su oposición a la coalición internacional de una treintena de países impulsada por Washington para vencer al EI en Irak y Siria, aunque también los pocos avances respecto a su programa nuclear y en materia de derechos humanos.
En materia financiera, será tema el modesto crecimiento global estimado del 3% estimado por el FMI para 2014, que certifica que la economía mundial sigue sin despegar seis años después de que estallara la gran crisis en el corazón precisamente de Manhattan.
La Primera Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas abrió hoy el intenso calendario de reuniones multilaterales, en una jornada en la que también se celebró una Cumbre de la Alianza del Pacífico y comienza la asamblea anual de la Iniciativa Global Clinton, con la presencia de importantes personalidades internacionales.
Muchos de estos líderes mundiales ya se encuentran en Nueva York para participar en paralelo en numerosas reuniones bilaterales o regionales. Entre ellos el flamante rey de Españaa, Felipe VI, la presidenta argentina, Cristina Fernández, o el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Todos ellos participarán mañana en la Cumbre sobre el Clima, convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para incentivar compromisos vinculantes en defensa del medioambiente y frenar el calentamiento global.
En contraste con tantos conflictos, el presidente colombiano llevará a la ONU un mensaje de paz sobre los avances de las negociaciones de su gobierno con las FARC, que se celebran en Cuba desde noviembre de 2012.
Ante tanta presencia internacional, la isla de Manhattan se encuentra blindada para garantizar la seguridad de más de un centenar de líderes de todo el mundo, y en las cercanías de la sede de la ONU -cercada por vallas metálicas- el tráfico es un caos.