Abuelas pidió “cautela” a la prensa con hijos de desparecidos

Fue tras los artículos periodísticos en distintos medios que difundieron detalles de los hechos que protagonizó Irene Barreiro en el despacho del juez Ariel Lijo. La organización aseguró que "los procedimientos siempre buscan el máximo cuidado y privacidad de los implicados”.

26 SEP 2014 - 11:45 | Actualizado

Tras los artículos periodísticos en distintos medios que difundieron detalles de los hechos que protagonizó Irene Barreiro en el despacho del juez Ariel Lijo, Abuelas manifestó que “es inaceptable la trascendencia que tomó el caso, ya que se trata de una situación excepcional, dado que los procedimientos siempre buscan el máximo cuidado y privacidad de los implicados”.

Además, la organización de Derechos Humanos consideró que “es llamativo que el entorno de la víctima pudiera desplegar carteles en medio de los pasillos de Comodoro Py”.

Irene Barreiro, quien es hija del represor Ernesto Guillermo Barreiro, condenado por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino La Perla y en el Campo de la Ribera, “en 2006 manifestaba tener dudas sobre su identidad”, afirman desde Abuelas a través de un comunicado.

En ese marco, desde la entidad que preside Estela de Carlotto se les solicitó que “se realizara los análisis pertinentes para despejar dudas acerca de si era o no hija de desaparecidos”.

“Frente a la negativa a analizarse y como prevé la ley -con el aval de la Corte Suprema- se dio intervención al Ministerio Público Fiscal para obtener muestras de ADN de objetos personales”, detallan.

Sobre el procedimiento de ayer, Abuelas aclaró que como en ese operativo “no pudo recabarse elementos que permitieran obtener un resultado, por eso el juez la citó con el único objetivo de ponerla en conocimiento de la situación y tomar contacto directo con ella”.

“La reacción de la joven fue inesperada ya que podría haberse negado nuevamente a analizarse sin mayores problemas”, señalan desde Abuelas, que reiteraron el pedido de “resguardo de la intimidad y derechos de quienes atraviesan el proceso de conocer su identidad”.

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26 SEP 2014 - 11:45

Tras los artículos periodísticos en distintos medios que difundieron detalles de los hechos que protagonizó Irene Barreiro en el despacho del juez Ariel Lijo, Abuelas manifestó que “es inaceptable la trascendencia que tomó el caso, ya que se trata de una situación excepcional, dado que los procedimientos siempre buscan el máximo cuidado y privacidad de los implicados”.

Además, la organización de Derechos Humanos consideró que “es llamativo que el entorno de la víctima pudiera desplegar carteles en medio de los pasillos de Comodoro Py”.

Irene Barreiro, quien es hija del represor Ernesto Guillermo Barreiro, condenado por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino La Perla y en el Campo de la Ribera, “en 2006 manifestaba tener dudas sobre su identidad”, afirman desde Abuelas a través de un comunicado.

En ese marco, desde la entidad que preside Estela de Carlotto se les solicitó que “se realizara los análisis pertinentes para despejar dudas acerca de si era o no hija de desaparecidos”.

“Frente a la negativa a analizarse y como prevé la ley -con el aval de la Corte Suprema- se dio intervención al Ministerio Público Fiscal para obtener muestras de ADN de objetos personales”, detallan.

Sobre el procedimiento de ayer, Abuelas aclaró que como en ese operativo “no pudo recabarse elementos que permitieran obtener un resultado, por eso el juez la citó con el único objetivo de ponerla en conocimiento de la situación y tomar contacto directo con ella”.

“La reacción de la joven fue inesperada ya que podría haberse negado nuevamente a analizarse sin mayores problemas”, señalan desde Abuelas, que reiteraron el pedido de “resguardo de la intimidad y derechos de quienes atraviesan el proceso de conocer su identidad”.


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