"Rusia tiene la oportunidad de tomar otro camino. Si lo hace, yo seré el primero en apoyar el levantamiento de las sanciones. No es nuestra preferencia el aislamiento de Rusia", aseguró Obama en una conferencia de prensa en Brisbane, Australia, citada por la agencia de noticias EFE.
El mandatario norteamericano, sin embargo, fue contundente al advertir que si Rusia no cambia su posición sobre el conflicto en Ucrania, "el aislamiento continuará".
Contó que en la reunión a solas que mantuvo con su par ruso, Vladimir Putin, en el marco de la cumbre, tuvo una conversación "franca", en la que le dijo que uno "no invade otros países o financia grupos cómplices (...) ni los apoya de manera que rompan un país que tiene mecanismos para celebrar elecciones democráticas".
En Ucrania, luego del derrocamiento popular de un gobierno nacional pro ruso y de la anexión rusa de la Península de Crimea, milicias separatistas que se identificaban como pro Moscú tomaron en abril pasado casi sin disparar un tiro los gobiernos provinciales de Donetsk y Lugansk, dos regiones que por su cercanía con Rusia mantienen una cultura más parecida a su vecino que a Kiev.
Tras una aparente parálisis inicial, el nuevo gobierno nacional lanzó una ofensiva militar sobre esta parte del este del país. Desde entonces, más de 4.000 personas murieron y alrededor de un millón tuvieron que huir y buscar refugio, la mayoría en la vecina Rusia, según la ONU.
En septiembre, Kiev, los separatistas pro rusos, Moscú y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) firmaron un memorando de paz, pero la tregua y los consiguientes puntos del acuerdo nunca se cumplieron del todo y, por eso, a principio de mes los rebeldes realizaron sus propias elecciones, en abierto desafío al gobierno ucraniano.
"Si Rusia continúa desestabilizando Ucrania, habrá más sanciones", sentenció hoy el premier británico en conferencia de prensa.
Cameron volvió a acusar a Moscú de tener tropas dentro de Ucrania y esta vez citó a los reportes de esta última semana de la misión de observadores de la OSCE, que informó que vio varios vehículos militares sin insignias ni patente cruzando por la frontera ruso-ucraniana con hombres y mujeres en fajina.
Mañana los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) debatirán en Bruselas sobre la posibilidad de ampliar la lista de sanciones contra Rusia y ciudadanos rusos en particular.
Hasta ahora Estados Unidos, la UE y otros países aliados como Canadá, Japón y Australia impusieron sanciones diplomáticas -como retirar el visado y congelar los bienes y las cuentas de bancos a altos mandos políticos y militares rusos-, militares -la suspensión de la cooperación con la OTAN- y tecnológicas y financieras- especialmente a empresas de los sectores energético, bancario y aeronáutico-.
En medio de las renovadas amenazas occidentales, Putin dejó la cumbre unas horas antes del cierre oficial. Pero antes de irse, reiteró que las sanciones "dañan a todas las partes" involucradas y no ayudan a solucionar el creciente conflicto en Ucrania.
El mandatario ruso, que aseguró que se retiraba antes para poder dormir un poco, eligió no referirse a las denuncias de la OSCE ni a las de sus socios occidentales. En cambio, se mostró optimista y dijo que "se ven tendencias, condiciones y progresos prometedores" en la convulsionada ex república soviética.
"Rusia tiene la oportunidad de tomar otro camino. Si lo hace, yo seré el primero en apoyar el levantamiento de las sanciones. No es nuestra preferencia el aislamiento de Rusia", aseguró Obama en una conferencia de prensa en Brisbane, Australia, citada por la agencia de noticias EFE.
El mandatario norteamericano, sin embargo, fue contundente al advertir que si Rusia no cambia su posición sobre el conflicto en Ucrania, "el aislamiento continuará".
Contó que en la reunión a solas que mantuvo con su par ruso, Vladimir Putin, en el marco de la cumbre, tuvo una conversación "franca", en la que le dijo que uno "no invade otros países o financia grupos cómplices (...) ni los apoya de manera que rompan un país que tiene mecanismos para celebrar elecciones democráticas".
En Ucrania, luego del derrocamiento popular de un gobierno nacional pro ruso y de la anexión rusa de la Península de Crimea, milicias separatistas que se identificaban como pro Moscú tomaron en abril pasado casi sin disparar un tiro los gobiernos provinciales de Donetsk y Lugansk, dos regiones que por su cercanía con Rusia mantienen una cultura más parecida a su vecino que a Kiev.
Tras una aparente parálisis inicial, el nuevo gobierno nacional lanzó una ofensiva militar sobre esta parte del este del país. Desde entonces, más de 4.000 personas murieron y alrededor de un millón tuvieron que huir y buscar refugio, la mayoría en la vecina Rusia, según la ONU.
En septiembre, Kiev, los separatistas pro rusos, Moscú y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) firmaron un memorando de paz, pero la tregua y los consiguientes puntos del acuerdo nunca se cumplieron del todo y, por eso, a principio de mes los rebeldes realizaron sus propias elecciones, en abierto desafío al gobierno ucraniano.
"Si Rusia continúa desestabilizando Ucrania, habrá más sanciones", sentenció hoy el premier británico en conferencia de prensa.
Cameron volvió a acusar a Moscú de tener tropas dentro de Ucrania y esta vez citó a los reportes de esta última semana de la misión de observadores de la OSCE, que informó que vio varios vehículos militares sin insignias ni patente cruzando por la frontera ruso-ucraniana con hombres y mujeres en fajina.
Mañana los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) debatirán en Bruselas sobre la posibilidad de ampliar la lista de sanciones contra Rusia y ciudadanos rusos en particular.
Hasta ahora Estados Unidos, la UE y otros países aliados como Canadá, Japón y Australia impusieron sanciones diplomáticas -como retirar el visado y congelar los bienes y las cuentas de bancos a altos mandos políticos y militares rusos-, militares -la suspensión de la cooperación con la OTAN- y tecnológicas y financieras- especialmente a empresas de los sectores energético, bancario y aeronáutico-.
En medio de las renovadas amenazas occidentales, Putin dejó la cumbre unas horas antes del cierre oficial. Pero antes de irse, reiteró que las sanciones "dañan a todas las partes" involucradas y no ayudan a solucionar el creciente conflicto en Ucrania.
El mandatario ruso, que aseguró que se retiraba antes para poder dormir un poco, eligió no referirse a las denuncias de la OSCE ni a las de sus socios occidentales. En cambio, se mostró optimista y dijo que "se ven tendencias, condiciones y progresos prometedores" en la convulsionada ex república soviética.