Detienen con prisión preventiva al ex premier portugués José Sócrates

El ex primer ministro portugués fue acusado de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción, luego de un extenso interrogatorio que se prolongó por espacio de tres días.

25 NOV 2014 - 16:13 | Actualizado

Según la legislación portuguesa, el político socialista podría estar detenido hasta marzo de 2018, ya que el Código Penal establece un plazo máximo de 40 meses de prisión preventiva en casos de excepcional complejidad, como es éste.

Su abogado, José Araújo, anticipó que salvo que Sócrates diga lo contrario, en las próximas horas apelará la resolución judicial y recurrirá la medida a la que calificó de "injusta e injustificada".

Sócrates había sido detenido el viernes al llegar al aeropuerto de Lisboa en un vuelo procedente de París y pasó las tres últimas noches en el calabozo del comando metropolitano de la Policía de Seguridad Pública (PSP) de la capital lusa.

El juez Carlos Alexandre, tras escuchar sus declaraciones, decidió mantener al ex primer ministro en prisión preventiva para proteger el curso de las investigaciones, informó la agencia de noticias EFE.

Junto a Sócrates fue imputado Joao Perna, presunto responsable del traslado de dinero entre Portugal y París, sobre el que pesan cargos de fraude fiscal calificado, blanqueo de capitales y posesión de un arma ilegal, por lo que también fue detenido con prisión preventiva.

Por ahora, las autoridades de Lisboa apenas revelaron que la bautizada "Operación Marqués" tiene su origen en la "comunicación de una entidad financiera" tras detectar "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación".

Sócrates está en una cárcel reservada para agentes de las fuerzas de seguridad, en Évora. Ocupa una de las 45 celdas del centro penitenciario de esa localidad situada a 120 kilómetros de Lisboa, informan hoy medios portugueses.

El ingreso en prisión del ex primer ministro fue calificado como "motivo de tristeza" por su "número dos" en el Ejecutivo, Pedro Silva Pereira.

"Este es un momento difícil, tanto para el propio Sócrates como para todos sus amigos, que son muchos en Portugal y en el extranjero", argumentó Silva Pereira, quien no cuestionó al juez que instruye el caso.

Sin embargo, el líder parlamentario del Grupo Socialista, Eduardo Ferro Rodrigues, advirtió que es necesario distinguir "entre los sentimientos normales de amistad personal que existen hacia Sócrates con la necesidad de que el partido continúe desarrollando sus políticas de oposición a este Gobierno".

Rodrigues siguió así la línea marcada por el nuevo secretario general del partido, António Costa, actual alcalde de Lisboa y que será su candidato a las elecciones generales previstas para 2015.

Costa instó a los militantes a centrarse en la meta de recuperar el Gobierno para mejorar la situación del país, y recalcó que las acusaciones que pesan sobre Sócrates sólo competen a la Justicia.

Sócrates, de 57 años, primer ministro de Portugal entre 2005 y 2011, fue el primer socialista que gobernó con mayoría absoluta en la historia de la república portuguesa, pero se vio obligado a abandonar el cargo tras el rechazo parlamentario a los planes de ajuste y luego de haber pedido un rescate financiero internacional.

25 NOV 2014 - 16:13

Según la legislación portuguesa, el político socialista podría estar detenido hasta marzo de 2018, ya que el Código Penal establece un plazo máximo de 40 meses de prisión preventiva en casos de excepcional complejidad, como es éste.

Su abogado, José Araújo, anticipó que salvo que Sócrates diga lo contrario, en las próximas horas apelará la resolución judicial y recurrirá la medida a la que calificó de "injusta e injustificada".

Sócrates había sido detenido el viernes al llegar al aeropuerto de Lisboa en un vuelo procedente de París y pasó las tres últimas noches en el calabozo del comando metropolitano de la Policía de Seguridad Pública (PSP) de la capital lusa.

El juez Carlos Alexandre, tras escuchar sus declaraciones, decidió mantener al ex primer ministro en prisión preventiva para proteger el curso de las investigaciones, informó la agencia de noticias EFE.

Junto a Sócrates fue imputado Joao Perna, presunto responsable del traslado de dinero entre Portugal y París, sobre el que pesan cargos de fraude fiscal calificado, blanqueo de capitales y posesión de un arma ilegal, por lo que también fue detenido con prisión preventiva.

Por ahora, las autoridades de Lisboa apenas revelaron que la bautizada "Operación Marqués" tiene su origen en la "comunicación de una entidad financiera" tras detectar "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación".

Sócrates está en una cárcel reservada para agentes de las fuerzas de seguridad, en Évora. Ocupa una de las 45 celdas del centro penitenciario de esa localidad situada a 120 kilómetros de Lisboa, informan hoy medios portugueses.

El ingreso en prisión del ex primer ministro fue calificado como "motivo de tristeza" por su "número dos" en el Ejecutivo, Pedro Silva Pereira.

"Este es un momento difícil, tanto para el propio Sócrates como para todos sus amigos, que son muchos en Portugal y en el extranjero", argumentó Silva Pereira, quien no cuestionó al juez que instruye el caso.

Sin embargo, el líder parlamentario del Grupo Socialista, Eduardo Ferro Rodrigues, advirtió que es necesario distinguir "entre los sentimientos normales de amistad personal que existen hacia Sócrates con la necesidad de que el partido continúe desarrollando sus políticas de oposición a este Gobierno".

Rodrigues siguió así la línea marcada por el nuevo secretario general del partido, António Costa, actual alcalde de Lisboa y que será su candidato a las elecciones generales previstas para 2015.

Costa instó a los militantes a centrarse en la meta de recuperar el Gobierno para mejorar la situación del país, y recalcó que las acusaciones que pesan sobre Sócrates sólo competen a la Justicia.

Sócrates, de 57 años, primer ministro de Portugal entre 2005 y 2011, fue el primer socialista que gobernó con mayoría absoluta en la historia de la república portuguesa, pero se vio obligado a abandonar el cargo tras el rechazo parlamentario a los planes de ajuste y luego de haber pedido un rescate financiero internacional.


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