Obama se prepara para enfrentar un Congreso opositor

El presidente estadounidense puso fin a sus vacaciones en Hawaii y volvió a Washington. Las próximas dos semanas recorrerá parte del país para recuperar protagonismo frente a una oposición que toma el control.

04 ENE 2015 - 18:50 | Actualizado

Mientras la oposición republicana asumirá el control del Capitolio el próximo martes, Obama ya organizó una gira que lo llevará por Detroit, Phoenix y Tennessee entre el miércoles y el viernes, según adelantó el vocero de la Casa Blanca, Eric Schultz.

"El presidente destacará el progreso hecho en la economía y anunciará las políticas que luego destacará en su discurso del Estado de la Unión", explicó el funcionario en conferencia de prensa, citada por la cadena de noticias local ABC.

El próximo miércoles en Detroit hablará del "renacimiento" de la industria automotriz, mientras que en Phoenix, una de las ciudades del país que más sufrió el drama de la crisis de las hipotecas y los desalojos, destacará la recuperación del mercado de viviendas, y por último, el viernes, en Tennessee, se concentrará en la necesidad de invertir en educación y empleo.

En esta última parada lo acompañará su vicepresidente, Joe Biden.

Con esos temas como eje y otros como la baja del desempleo y la marcada alza de los mercados financieros, el mandatario estadounidense adelantará en esta gira cuáles serán sus próximas medidas, tanto los proyectos de ley que enviará al Congreso como los decretos que firmara de puño y letra para evitar la oposición de los republicanos en el Capitolio.

En los últimos meses y tras cuatro años de un sistemático boicot republicano en la Cámara de Representantes, Obama empezó a impulsar reformas e iniciativas a través de decretos presidenciales.

Lo hizo para aprobar una legalizar a una parte de los inmigrantes que hace décadas que viven y trabajan en el país y, antes de fin de año, lo volvió a hacer al restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. Pese a ser medidas importantes, ambas quedaron limitadas por la falta de cooperación de los republicanos en el Congreso.

El período entre la vuelta de las vacaciones y el discurso del Estado de la Unión suele ser uno tranquilo y sin demasiadas novedades. Sin embargo, este año Obama está determinado a no regalarle el protagonismo al nuevo Congreso dominado por los republicanos en el comienzo de un nuevo año.

El discurso presidencial del Estado de la Unión está programado para el martes 20 de enero y este año, por primera vez, Obama lo dará frente a un hemiciclo de mayoría opositora.

En noviembre pasado su partido y él personalmente sufrieron una dura derrota al perder el control del Senado, la única cámara que el oficialismo demócrata controlaba en el Congreso hace cuatro años.

El nuevo jefe de la mayoría en el Senado, el veterano republicano Mitch McConnell adelantó hoy ante las cámaras de la cadena de noticias CNN que sus prioridades en el Congreso serán "frenar la avasallante regulación" impulsada en distintos mercados por Obama en los últimos seis años y derogar los principales puntos de la reforma de salud aprobada en 2010.

Mientras los republicanos tienen cómodas mayorías en ambas cámaras para aprobar nuevas leyes y hasta enmiendas, no tienen suficientes votos como para derogar una ley ya aprobada.

Sin embargo, esto no parece estar en los planes inmediatos de la oposición.

El congresista Rodney Davis adelantó hoy que el primer proyecto que su partido presentará esta semana será una norma que incentivará a las Pymes a contratar a más veteranos de guerra.

"Además, en los próximos días, la cámara baja también discutirá la aprobación del oleoducto Keystone (un proyecto que fue rechazado por Obama por razones ambientales) y restablecer las 40 horas laborables para familias de clase media", anunció Davis en el discurso semanal de la dirección del Partido Republicano.

El congresista también mencionó como objetivos la derogación de la reforma de salud y del reciente decreto de Obama que permitirá legalizar a unos cinco millones de inmigrantes, y la aprobación de una nueva tanda de sanciones contra la República Islámica de Irán.

La agenda republicana deja en claro que Obama se enfrenta a un año complicado en el que tendrá que mantenerse firme para no perder protagonismo político frente al anunciado avance de la oposición.

04 ENE 2015 - 18:50

Mientras la oposición republicana asumirá el control del Capitolio el próximo martes, Obama ya organizó una gira que lo llevará por Detroit, Phoenix y Tennessee entre el miércoles y el viernes, según adelantó el vocero de la Casa Blanca, Eric Schultz.

"El presidente destacará el progreso hecho en la economía y anunciará las políticas que luego destacará en su discurso del Estado de la Unión", explicó el funcionario en conferencia de prensa, citada por la cadena de noticias local ABC.

El próximo miércoles en Detroit hablará del "renacimiento" de la industria automotriz, mientras que en Phoenix, una de las ciudades del país que más sufrió el drama de la crisis de las hipotecas y los desalojos, destacará la recuperación del mercado de viviendas, y por último, el viernes, en Tennessee, se concentrará en la necesidad de invertir en educación y empleo.

En esta última parada lo acompañará su vicepresidente, Joe Biden.

Con esos temas como eje y otros como la baja del desempleo y la marcada alza de los mercados financieros, el mandatario estadounidense adelantará en esta gira cuáles serán sus próximas medidas, tanto los proyectos de ley que enviará al Congreso como los decretos que firmara de puño y letra para evitar la oposición de los republicanos en el Capitolio.

En los últimos meses y tras cuatro años de un sistemático boicot republicano en la Cámara de Representantes, Obama empezó a impulsar reformas e iniciativas a través de decretos presidenciales.

Lo hizo para aprobar una legalizar a una parte de los inmigrantes que hace décadas que viven y trabajan en el país y, antes de fin de año, lo volvió a hacer al restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. Pese a ser medidas importantes, ambas quedaron limitadas por la falta de cooperación de los republicanos en el Congreso.

El período entre la vuelta de las vacaciones y el discurso del Estado de la Unión suele ser uno tranquilo y sin demasiadas novedades. Sin embargo, este año Obama está determinado a no regalarle el protagonismo al nuevo Congreso dominado por los republicanos en el comienzo de un nuevo año.

El discurso presidencial del Estado de la Unión está programado para el martes 20 de enero y este año, por primera vez, Obama lo dará frente a un hemiciclo de mayoría opositora.

En noviembre pasado su partido y él personalmente sufrieron una dura derrota al perder el control del Senado, la única cámara que el oficialismo demócrata controlaba en el Congreso hace cuatro años.

El nuevo jefe de la mayoría en el Senado, el veterano republicano Mitch McConnell adelantó hoy ante las cámaras de la cadena de noticias CNN que sus prioridades en el Congreso serán "frenar la avasallante regulación" impulsada en distintos mercados por Obama en los últimos seis años y derogar los principales puntos de la reforma de salud aprobada en 2010.

Mientras los republicanos tienen cómodas mayorías en ambas cámaras para aprobar nuevas leyes y hasta enmiendas, no tienen suficientes votos como para derogar una ley ya aprobada.

Sin embargo, esto no parece estar en los planes inmediatos de la oposición.

El congresista Rodney Davis adelantó hoy que el primer proyecto que su partido presentará esta semana será una norma que incentivará a las Pymes a contratar a más veteranos de guerra.

"Además, en los próximos días, la cámara baja también discutirá la aprobación del oleoducto Keystone (un proyecto que fue rechazado por Obama por razones ambientales) y restablecer las 40 horas laborables para familias de clase media", anunció Davis en el discurso semanal de la dirección del Partido Republicano.

El congresista también mencionó como objetivos la derogación de la reforma de salud y del reciente decreto de Obama que permitirá legalizar a unos cinco millones de inmigrantes, y la aprobación de una nueva tanda de sanciones contra la República Islámica de Irán.

La agenda republicana deja en claro que Obama se enfrenta a un año complicado en el que tendrá que mantenerse firme para no perder protagonismo político frente al anunciado avance de la oposición.


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