Álvarez: “Yo no quiero gente que quiera ganar sin trabajar”

Han llamado a gente de la empresa para ver si nos juntamos con gente en la puerta de las plantas y, privado de exportar, no me junto con nadie”. Lo advirtió Fernando Álvarez Castellano, presidente de Conarpesa, al hablar sobre el conflicto derivado del despido de marineros de esa firma pesquera y que ha trascendido el ámbito privado a partir de un corte sobre la ruta nacional 3 que se inició el pasado miércoles por la parte y que continúa. “Si quieren manejar mi empresa, que vengan y la compren”.

No a la extorsión

Alvarez dio su versión sobre los despidos y consideró improbable que retrotraiga la medida, al tiempo que aseguró “yo con presión y extorsión, no me junto con nadie”.

Con respecto a los motivos de su decisión de despedir personal, el empresario pesquero aseguró que el conflicto “viene de cuando fue el piquete grande que hicieron en la carretera los marineros autoconvocados –en noviembre de 2014- y nadie los reconoce como una entidad sindical, no lo son, y varios de ellos que estaban en el piquete, por lo que tomamos la decisión de despedirlo con justa causa”.

El dueño de la firma pesquera aseguró que aquella manifestación terminó “perjudicando a la empresa, se hizo una denuncia penal pero acá haces una denuncia penal y queda en la nada, nosotros tenemos pruebas dónde estaban estos empleados y por eso tomé medidas con mis empleados ante la inacción de la justicia”, dijo Fernando Álvarez. Indicó que en aquel conflicto Conarpesa perdió 5.000 cajones de langostino, “o sea unos 80 a 90 mil kilos de langostino que se pudrieron, por eso yo tomo la medida en mi empresa”.

Los despedidos en principio fueron cuatro. “Y a partir de ahí se fue dando la conciliación obligatoria, otras reuniones, pero no llegamos a un acuerdo”, dijo Álvarez.

“No hace mucho por intervención del SOMU evaluamos retomar a tres de ellos, que fue por los que se originó todo el conflicto, pero antes pedí ver el historial de estos señores en la empresa y resulta que los últimos años el que menos había estado con parte de enfermo lo había estado por 400 y pico días, o sea más de un año; entonces es gente que no quiere trabajar”.

Una marea

“Es gente que quiere hacer una marea para un promedio, luego accidentarse y estar cobrando el resto de los meses como un accidentado, por lo que tomé la decisión de que no, no quiero gente que no quiera trabajar, no quiero gente que quiera ganar sin trabajar, porque además, aunque el sueldo estando enfermo lo paga la ART, la ART nos acaba subiendo la cuota y entonces llegamos a tener que tomar este tipo de decisiones”.

Sin acuerdo

El titular de la pesquera dijo que incluso se ofreció un acuerdo económico, “pero les pedimos que hiciéramos una desvinculación en el Juzgado y dijeron que no, que quería que se les readmitiera y ante esta postura dije que no”.

Tras clausurarse la instancia de conciliación y sin acuerdo, los trabajadores despedidos y el gremio iniciaron acciones en la empresa, con el bloqueo de las plantas de Rawson y Puerto Madryn, lo que generó nuevos despidos en la empresa.

“Si yo no quiero una persona en la empresa, se le paga una indemnización o se llega a un arreglo o se va a la justicia, entonces no entiendo porqué pueden pasar y vulnerar mis derechos”, dijo el empresario y agregó que “cuando uno se va entra otro en su lugar, la plantilla sigue siendo la misma y cada año se ha ido incrementando”.

Sin exportaciones

Álvarez dijo no entender el sentido de la protesta. “No es un grupo mayoritario y encima que corten la libertad de trabajar a los trabajadores, no dejan ingresar a las plantas, tengo los barcos con langostino dentro pudriéndose en el muelle porque no dejan entrar a descargarlo, no dejan exportar y si no exporto no me manda los anticipos no puedo pagar, paran la actividad de una empresa nadie hace o dice nada, entonces si nadie dice nada yo me quedaré en mi postura y veremos cómo acaba esto”, dijo el titular de Conarpesa sobre la situación.