"Mañana está previsto un canje de prisioneros, pero por ahora no será según la fórmula todos por todos, sino por listas", señaló a periodistas la responsable de derechos humanos de la "república popular" que los rebeldes proclamaron en la provincia de Donetsk, Daria Morozova, sin dar más detalles sobre el intercambio.
El anuncio llega días después de que Ucrania sufriera uno de sus mayores reveses militares en 10 meses de conflicto con los separatistas de Donetsk y de la vecina provincia de Lungansk, al perder el control de la estratégica ciudad de Debaltsevo tras semanas de asedio.
Ubicada en un cruce ferroviario que une Donetsk con Lugansk, el dominio de la plaza permite a los rebeldes integrar y unificar los territorios que controlan.
Según estimaciones del mando militar de los independentistas, cerca de 300 militares ucranianos fieles a Kiev se entregaron prisioneros el miércoles último en la zona de Debaltsevo, donde se había seguido peleando pese a que las partes habían iniciado una tregua en el resto de la zona de guerra el domingo anterior.
Hoy, un portavoz de las Fuerzas Armadas bajo mando de Kiev denunció que más de 20 carros de combate y diez sistemas de misiles cruzaron la frontera desde Rusia dirigiéndose hacia la localidad de Novoazovsk, situada al este de Mariupol y controlada por milicianos separatistas pro rusos.
Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) acusan a Rusia de apoyar a los rebeldes con armas, equipos y dinero, pero el Kremlin lo niega, aunque dice que hará todo lo que pueda para proteger a la mayoría rusoparlante de Donetsk y Lugansk.
Además, el portavoz militar ucraniano Anatoli Stelmach informó que las tropas bajo mando gubernamental ucraniano fueron atacadas en 49 ocasiones en las últimas 24 horas con cohetes, artillería y vehículos blindados, en violación de la tregua, según informó la agencia de noticias EFE.
Agregó que se registraron algunos bombardeos en el distrito de Mariupol, controlado en su mayor parte de por las fuerzas de Kiev, que temen que desde allí pueda llegar la próxima ofensiva de los separatistas.
A todo esto, Eduard Basurin, subjefe de las milicias rebeldes de Donetsk, declaró que su sector está dispuesto a entregar los cadáveres de los soldados ucranianos fallecidos a sus familiares, citó la agencia de noticias Europa Press.
El jefe militar estimó que más de 3.000 soldados ucranianos murieron en los combates por el control Debaltsevo.
Kiev, sin embargo, informó de 13 soldados muertos, 157 heridos, más de 90 capturados y 82 desaparecidos.
En tanto, esta mañana la situación en Donetsk, el mayor bastión de los separatistas pro rusos, era de relativa calma, a diferencia de ayer, cuando varios proyectiles de artillería impactaron en los límites de la ciudad, uno de los cuales, según informó hoy la Municipalidad, causó la muerte de una mujer.
"Mañana está previsto un canje de prisioneros, pero por ahora no será según la fórmula todos por todos, sino por listas", señaló a periodistas la responsable de derechos humanos de la "república popular" que los rebeldes proclamaron en la provincia de Donetsk, Daria Morozova, sin dar más detalles sobre el intercambio.
El anuncio llega días después de que Ucrania sufriera uno de sus mayores reveses militares en 10 meses de conflicto con los separatistas de Donetsk y de la vecina provincia de Lungansk, al perder el control de la estratégica ciudad de Debaltsevo tras semanas de asedio.
Ubicada en un cruce ferroviario que une Donetsk con Lugansk, el dominio de la plaza permite a los rebeldes integrar y unificar los territorios que controlan.
Según estimaciones del mando militar de los independentistas, cerca de 300 militares ucranianos fieles a Kiev se entregaron prisioneros el miércoles último en la zona de Debaltsevo, donde se había seguido peleando pese a que las partes habían iniciado una tregua en el resto de la zona de guerra el domingo anterior.
Hoy, un portavoz de las Fuerzas Armadas bajo mando de Kiev denunció que más de 20 carros de combate y diez sistemas de misiles cruzaron la frontera desde Rusia dirigiéndose hacia la localidad de Novoazovsk, situada al este de Mariupol y controlada por milicianos separatistas pro rusos.
Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) acusan a Rusia de apoyar a los rebeldes con armas, equipos y dinero, pero el Kremlin lo niega, aunque dice que hará todo lo que pueda para proteger a la mayoría rusoparlante de Donetsk y Lugansk.
Además, el portavoz militar ucraniano Anatoli Stelmach informó que las tropas bajo mando gubernamental ucraniano fueron atacadas en 49 ocasiones en las últimas 24 horas con cohetes, artillería y vehículos blindados, en violación de la tregua, según informó la agencia de noticias EFE.
Agregó que se registraron algunos bombardeos en el distrito de Mariupol, controlado en su mayor parte de por las fuerzas de Kiev, que temen que desde allí pueda llegar la próxima ofensiva de los separatistas.
A todo esto, Eduard Basurin, subjefe de las milicias rebeldes de Donetsk, declaró que su sector está dispuesto a entregar los cadáveres de los soldados ucranianos fallecidos a sus familiares, citó la agencia de noticias Europa Press.
El jefe militar estimó que más de 3.000 soldados ucranianos murieron en los combates por el control Debaltsevo.
Kiev, sin embargo, informó de 13 soldados muertos, 157 heridos, más de 90 capturados y 82 desaparecidos.
En tanto, esta mañana la situación en Donetsk, el mayor bastión de los separatistas pro rusos, era de relativa calma, a diferencia de ayer, cuando varios proyectiles de artillería impactaron en los límites de la ciudad, uno de los cuales, según informó hoy la Municipalidad, causó la muerte de una mujer.