Península Valdés sumó una nueva alternativa

Los turistas ya pueden disfrutar de la Salina Chica, un lugar histórico dentro del Área Natural Protegida. Se colocaron carteles orientativos para el turista y se proponen distintos circuitos de caminata.

La Salina Chica propone un paisaje de distintas tonalidades, dependiendo de la hora del día y la estación.
03 MAR 2015 - 21:47 | Actualizado

Los turistas que accedan al Área Natural Protegida Península Valdés tendrán una nueva alternativa para conocer y recorrer. Se trata de la Salina Chica, un lugar emblemático en la historia de Península, puesto que el recurso fue uno de los impulsores del poblamiento de esa zona y dio origen sobre fines del siglo XIX a Puerto Pirámides, adonde llegaba el cargamento de sal de mesa.

El nuevo circuito turístico está ubicado en el corazón de Península Valdés y para llegar hasta el lugar se debe tomar la ruta 2 que comunica Puerto Pirámides con Punta Delgada.

Tras recorrer unos 40 kilómetros por el ripio se accede a la izquierda a un desvío –debidamente señalizado- y se recorren aproximadamente 2.400 metros, atravesando el establecimiento El Milenio y culminando en la estancia La Paloma, lugar donde está ubicado el estacionamiento para vehículos particulares y de servicios turísticos.

A través de un sendero se llega a la orilla de la salina, y se ingresa a la misma a través de un terraplén, denominado “el muelle”, que servía otrora para el ingreso y salida de camiones y maquinaria desde la salina. En el lugar se ha colocado cartelería que permite no sólo conocer la historia del lugar, sino también obtener referencias para la realización de distintos circuitos de caminatas, dependiendo la exigencia de los visitantes. Los recorridos van desde unos pocos metros hasta 10 kilómetros, en los cuales se puede hacer un rodeo completo a la Salina Chica, teniendo siempre en cuenta que el ingreso y egreso de la misma debe realizarse por el terraplén, ya que en las orillas la capa de sal es fina y debajo de la misma hay un lodo de consistencia plástica y olor poco agradable.

La Salina Chica es lugar de hábitat para un crustáceo denominado Artemia Salina, propio de las aguas salobres continentales y que pone sus huevos cuando el agua comienza a evaporarse, a la espera de nuevas lluvias que inunden las salinas.

El animal da una típica coloración rosada a la salida y su presencia atrae flamencos, chorlos y playeros, que además sostienen su dieta en moscas del género Ephydra, insecto con gran tolerancia a los ambientes salinos. Uno de los circuitos se aproxima al mallín de la Salina Chica, donde habitualmente pueden verse otras aves, como cauquenes, choiques y patos. La Salina Chica tiene una superficie de 620 hectáreas y su reserva de sal se estima en 6.013.620 toneladas, que sumadas a las de la Salina Grande superan las 58.237.740 toneladas.

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El nuevo circuito turístico está ubicado en el corazón de Península Valdés y para llegar hasta el lugar se debe tomar la ruta 2 que comunica Puerto Pirámides con Punta Delgada.

Tras recorrer unos 40 kilómetros por el ripio se accede a la izquierda a un desvío –debidamente señalizado- y se recorren aproximadamente 2.400 metros, atravesando el establecimiento El Milenio y culminando en la estancia La Paloma, lugar donde está ubicado el estacionamiento para vehículos particulares y de servicios turísticos.

A través de un sendero se llega a la orilla de la salina, y se ingresa a la misma a través de un terraplén, denominado “el muelle”, que servía otrora para el ingreso y salida de camiones y maquinaria desde la salina. En el lugar se ha colocado cartelería que permite no sólo conocer la historia del lugar, sino también obtener referencias para la realización de distintos circuitos de caminatas, dependiendo la exigencia de los visitantes. Los recorridos van desde unos pocos metros hasta 10 kilómetros, en los cuales se puede hacer un rodeo completo a la Salina Chica, teniendo siempre en cuenta que el ingreso y egreso de la misma debe realizarse por el terraplén, ya que en las orillas la capa de sal es fina y debajo de la misma hay un lodo de consistencia plástica y olor poco agradable.

La Salina Chica es lugar de hábitat para un crustáceo denominado Artemia Salina, propio de las aguas salobres continentales y que pone sus huevos cuando el agua comienza a evaporarse, a la espera de nuevas lluvias que inunden las salinas.

El animal da una típica coloración rosada a la salida y su presencia atrae flamencos, chorlos y playeros, que además sostienen su dieta en moscas del género Ephydra, insecto con gran tolerancia a los ambientes salinos. Uno de los circuitos se aproxima al mallín de la Salina Chica, donde habitualmente pueden verse otras aves, como cauquenes, choiques y patos. La Salina Chica tiene una superficie de 620 hectáreas y su reserva de sal se estima en 6.013.620 toneladas, que sumadas a las de la Salina Grande superan las 58.237.740 toneladas.


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