La Casa Blanca cruzó a republicanos por el acuerdo con Irán

Tras la carta enviada a Irán por 47 senadores republicanos para advertir que cualquier acuerdo con Estados Unidos por su programa nuclear caducará cuando Barack Obama finalice su mandato, la Casa Blanca volvió a cruzarlos con dureza.

11 MAR 2015 - 17:34 | Actualizado

"El Congreso no tiene el derecho de modificar un eventual acuerdo nuclear con Irán, porque éste no será legalmente vinculante", sino un pacto entre poderes ejecutivos, afirmó el secretario de Estado, John Kerry.

"Que en medio de una negociación, (los senadores) se arroguen el derecho de escribir a los líderes de Irán y decirles que les van a dar una lección constitucional, que por cierto era completamente incorrecta, es bastante chocante", declaró Kerry en una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

"La carta indica erróneamente que éste será un acuerdo legalmente vinculante. Por tanto, el Congreso no tiene el derecho de modificar los términos" de un acuerdo alcanzado por un "presidente (estadounidense) con el líder de otro país", agregó el funcionario, según informa la agencia de noticias EFE.

En una carta enviada el pasado lunes, 47 de los 54 senadores republicanos advirtieron a Irán que el Congreso estadounidense, controlado por la oposición, no ratificará un eventual acuerdo nuclear firmado Obama, lo que provocó el repudio de Teherán y del propio mandatario norteamericano.

"Es algo irónico ver que algunos miembros del Congreso quieran hacer frente común con la línea dura en Irán. Es una coalición poco habitual", sentenció el propio Obama poco después de conocerse la misiva.

Por su parte, el canciller iraní, Javad Zarif, también rechazó la ofensiva diplomática de los legisladores republicanos como "una carta que no tiene valor legal y que es mayormente una táctica de propaganda", según un comunicado difundido por su oficina y publicada en la página web del ministerio.

La carta que provocó la reacción de la Casa Blanca y de la República Islámica fue firmada, entre otros, por potenciales aspirantes a la Presidencia como Marco Rubio, Ted Cruz y Rand Paul, y estuvo dirigida a los "líderes" en Teherán.

"Cualquier acuerdo respecto a su programa de armas nucleares que no haya sido aprobado por el Congreso será considerado nada más que un acuerdo ejecutivo entre el presidente Obama y el (líder supremo iraní), ayatollah (Ali) Jamenei", advirtieron los senadores opositores en su misiva.

A continuación, los legisladores lanzaron una amenaza poco velada: el próximo presidente de Estados Unidos "podría revocar tal acuerdo ejecutivo con el trazo de su pluma".

Hoy, en la réplica de similar tenor, Kerry recordó que de prosperar las negociaciones, el acuerdo contará con el respaldo del resto de miembros del Grupo 5+1: China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania.

"Me gustaría ver si el próximo presidente, en caso de que todos esos países digan que sí a este acuerdo, decide dar marcha atrás y anularlo", indicó el encargado de la política exterior estadounidense.

"Esta carta ignora más de dos siglos de precedentes sobre el desarrollo de la política exterior estadounidense. El acuerdo ejecutivo (con otros países) es una herramienta necesaria de esa política exterior, y lo han usado ambos partidos durante siglos", destacó Kerry.

El jefe de la diplomacia estadounidense, finalmente, tildó la carta de "irresponsable" y aseguró haber sentido una "completa incredulidad" cuando supo de su existencia.

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos son en noviembre de 2016.

Obama presiona para que a mitad de este año las principales potencias del mundo y el gobierno de Irán lleguen a un acuerdo definitivo que ponga fin a la disputa que mantienen hace más de una década por el programa nuclear de Teherán.

Las potencias occidentales e Israel acusan a la República Islámica de utilizar a su programa civil de energía nuclear como fachada para desarrollar clandestinamente una bomba nuclear.

Teherán siempre lo desmintió, pero tras años de sanciones económicas, políticas y comerciales que asfixiaron su economía, aceptó negociar con las potencias una reducción y apertura de su programa nuclear.

11 MAR 2015 - 17:34

"El Congreso no tiene el derecho de modificar un eventual acuerdo nuclear con Irán, porque éste no será legalmente vinculante", sino un pacto entre poderes ejecutivos, afirmó el secretario de Estado, John Kerry.

"Que en medio de una negociación, (los senadores) se arroguen el derecho de escribir a los líderes de Irán y decirles que les van a dar una lección constitucional, que por cierto era completamente incorrecta, es bastante chocante", declaró Kerry en una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

"La carta indica erróneamente que éste será un acuerdo legalmente vinculante. Por tanto, el Congreso no tiene el derecho de modificar los términos" de un acuerdo alcanzado por un "presidente (estadounidense) con el líder de otro país", agregó el funcionario, según informa la agencia de noticias EFE.

En una carta enviada el pasado lunes, 47 de los 54 senadores republicanos advirtieron a Irán que el Congreso estadounidense, controlado por la oposición, no ratificará un eventual acuerdo nuclear firmado Obama, lo que provocó el repudio de Teherán y del propio mandatario norteamericano.

"Es algo irónico ver que algunos miembros del Congreso quieran hacer frente común con la línea dura en Irán. Es una coalición poco habitual", sentenció el propio Obama poco después de conocerse la misiva.

Por su parte, el canciller iraní, Javad Zarif, también rechazó la ofensiva diplomática de los legisladores republicanos como "una carta que no tiene valor legal y que es mayormente una táctica de propaganda", según un comunicado difundido por su oficina y publicada en la página web del ministerio.

La carta que provocó la reacción de la Casa Blanca y de la República Islámica fue firmada, entre otros, por potenciales aspirantes a la Presidencia como Marco Rubio, Ted Cruz y Rand Paul, y estuvo dirigida a los "líderes" en Teherán.

"Cualquier acuerdo respecto a su programa de armas nucleares que no haya sido aprobado por el Congreso será considerado nada más que un acuerdo ejecutivo entre el presidente Obama y el (líder supremo iraní), ayatollah (Ali) Jamenei", advirtieron los senadores opositores en su misiva.

A continuación, los legisladores lanzaron una amenaza poco velada: el próximo presidente de Estados Unidos "podría revocar tal acuerdo ejecutivo con el trazo de su pluma".

Hoy, en la réplica de similar tenor, Kerry recordó que de prosperar las negociaciones, el acuerdo contará con el respaldo del resto de miembros del Grupo 5+1: China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania.

"Me gustaría ver si el próximo presidente, en caso de que todos esos países digan que sí a este acuerdo, decide dar marcha atrás y anularlo", indicó el encargado de la política exterior estadounidense.

"Esta carta ignora más de dos siglos de precedentes sobre el desarrollo de la política exterior estadounidense. El acuerdo ejecutivo (con otros países) es una herramienta necesaria de esa política exterior, y lo han usado ambos partidos durante siglos", destacó Kerry.

El jefe de la diplomacia estadounidense, finalmente, tildó la carta de "irresponsable" y aseguró haber sentido una "completa incredulidad" cuando supo de su existencia.

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos son en noviembre de 2016.

Obama presiona para que a mitad de este año las principales potencias del mundo y el gobierno de Irán lleguen a un acuerdo definitivo que ponga fin a la disputa que mantienen hace más de una década por el programa nuclear de Teherán.

Las potencias occidentales e Israel acusan a la República Islámica de utilizar a su programa civil de energía nuclear como fachada para desarrollar clandestinamente una bomba nuclear.

Teherán siempre lo desmintió, pero tras años de sanciones económicas, políticas y comerciales que asfixiaron su economía, aceptó negociar con las potencias una reducción y apertura de su programa nuclear.


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