El mensaje del Papa Francisco pasa por mostrar una imagen positiva de la Iglesia Católica, al encontrarse con la necesidad de revitalizar una Iglesia que venía perdiendo fieles, desprestigiada por diversos puntos, uno de ellos la corrupción interna.
En el tablero de la política internacional, el Papa también está jugando fuerte, planteando propuestas y reformas, interviniendo donde
hay guerras, con una clara vocación para conseguir la paz.
Hay un aire fresco en la Iglesia y sin lugar a dudas, el Cardenal Bergoglio no es lo mismo que el Papa Francisco. Ahora su intervención política es diferente pero las raíces latinoamericanas se sienten.
El mensaje del Papa Francisco pasa por mostrar una imagen positiva de la Iglesia Católica, al encontrarse con la necesidad de revitalizar una Iglesia que venía perdiendo fieles, desprestigiada por diversos puntos, uno de ellos la corrupción interna.
En el tablero de la política internacional, el Papa también está jugando fuerte, planteando propuestas y reformas, interviniendo donde
hay guerras, con una clara vocación para conseguir la paz.
Hay un aire fresco en la Iglesia y sin lugar a dudas, el Cardenal Bergoglio no es lo mismo que el Papa Francisco. Ahora su intervención política es diferente pero las raíces latinoamericanas se sienten.