Tras varios días de diagnóstico se concretó el operativo de limpieza de las cámaras donde estaba almacenada la materia prima en estado de descomposición en Alpesca.
Con una evaluación de equipos especializados, comenzó la remoción del pescado depositado, que impedía que la nueva materia que se está pescando pueda ser almacenada.
Operativo
Los trabajos de limpieza vaciaron las cámaras, que contenían unas 600 toneladas de pescado, 200 de ellas en mal estado. El operativo permitió que las toneladas en estado de putrefacción, diseminadas en la cámara, fueran distribuidas en 50 volquetes y trasladadas a los cuencos municipales para su disposición final.
Las tareas se realizaron con extrema precaución ante los gases que se generaron por la descomposición de la materia prima. El operativo de retiro se gestó cuando dos barcos de la Flota Amarilla zarparon, alrededor de 10 días, para la zona de pesca para realizar capturas para procesar en Alpesca.
Ante la imposibilidad de operar se decidió un plan de contingencia para limpiar las cámaras que habían quedado con 600 toneladas de pescado. En una había 200 toneladas en mal estado que fueron dispuestas por el municipio a través de la Secretaría de Ecología y Protección Ambiental en los cuencos.
Para poder almacenar las toneladas que arribarían provenientes de una misma cámara de frío, que superó holgadamente la capacidad de almacenamiento diario, el municipio solicitó al Comité de Administración de la firma que construyera un cuenco para descargar allí el pescado y procesarlo de inmediato.
El personal de Ecología intervino en la disposición final de 200 toneladas que fueron a los cuencos, y trasladó el pescado en mal estado, a través de camiones y un total de 50 contenedores. Resta sacar las 200 toneladas que están iniciando su estado de putrefacción. Una empresa de Buenos Aires especializada en el trabajo de ambientes tóxicos realizaría el traslado de las otras 400 toneladas a suelo bonaerense. Irán a Mar del Plata ya que no son aptas para consumo humano, pero sí para ser procesadas y hacer harina de pescado.
Tras varios días de diagnóstico se concretó el operativo de limpieza de las cámaras donde estaba almacenada la materia prima en estado de descomposición en Alpesca.
Con una evaluación de equipos especializados, comenzó la remoción del pescado depositado, que impedía que la nueva materia que se está pescando pueda ser almacenada.
Operativo
Los trabajos de limpieza vaciaron las cámaras, que contenían unas 600 toneladas de pescado, 200 de ellas en mal estado. El operativo permitió que las toneladas en estado de putrefacción, diseminadas en la cámara, fueran distribuidas en 50 volquetes y trasladadas a los cuencos municipales para su disposición final.
Las tareas se realizaron con extrema precaución ante los gases que se generaron por la descomposición de la materia prima. El operativo de retiro se gestó cuando dos barcos de la Flota Amarilla zarparon, alrededor de 10 días, para la zona de pesca para realizar capturas para procesar en Alpesca.
Ante la imposibilidad de operar se decidió un plan de contingencia para limpiar las cámaras que habían quedado con 600 toneladas de pescado. En una había 200 toneladas en mal estado que fueron dispuestas por el municipio a través de la Secretaría de Ecología y Protección Ambiental en los cuencos.
Para poder almacenar las toneladas que arribarían provenientes de una misma cámara de frío, que superó holgadamente la capacidad de almacenamiento diario, el municipio solicitó al Comité de Administración de la firma que construyera un cuenco para descargar allí el pescado y procesarlo de inmediato.
El personal de Ecología intervino en la disposición final de 200 toneladas que fueron a los cuencos, y trasladó el pescado en mal estado, a través de camiones y un total de 50 contenedores. Resta sacar las 200 toneladas que están iniciando su estado de putrefacción. Una empresa de Buenos Aires especializada en el trabajo de ambientes tóxicos realizaría el traslado de las otras 400 toneladas a suelo bonaerense. Irán a Mar del Plata ya que no son aptas para consumo humano, pero sí para ser procesadas y hacer harina de pescado.