La increíble historia del joven francés viajó de Bariloche a Trelew a caballo

Es un aventurero que ya recorrió Canadá y Amazonas en kayacks. Para visitar la Patagonia el desafío fue comprar dos caballos: “Pilchero” y “Pitufo”. Los adquirió en Bariloche y desde allí llegó cabalgando a Trelew. Luego de recorrer varios países más, regresará a Francia.

29 MAR 2015 - 22:10 | Actualizado

Themo Anargyros es un estudiante francés de 21 años. Hace más de tres años que recorre el mundo tomando contacto de distintas formas con la naturaleza pura. Introduciéndose en los lugares más inhóspitos y desopilantes. Por ejemplo, recorrió Canadá y Amazonas en Kayacks. Para visitar la Patagonia el desafío fue comprar dos caballos: “Pilchero” y “Pitufo”. Los adquirió en Bariloche y desde allí llegó cabalgando a Trelew. Luego de recorrer varios países más, volverá a su ciudad natal en agosto.

Por intermedio de un amigo en común, conoció en Trelew a Julio Kresteff. Gracias a eso pudo hospedarse en la chacra familiar en donde los caballos estuviesen en un hábitat adecuado mientras él descansaba. Fue alojado en la casa de Miguel, primo de Julio. Themo agradece con sinceridad la hospitalidad y el trato que le dieron la familia de ambos. De hecho, decidió dejar allí sus caballos mientras continúa con el viaje. Sabe que estarán bien cuidados. Como en ningún otro lugar.

“Desde que tengo 18 años viajo por la naturaleza. En Canadá estuve haciendo travesías en kayacks, en Amazonas también. La idea era viajar con animales, soy estudiante veterinario. Por eso, quise hacerlo con caballos. No los conocía bien. Pensé en Patagonia siempre. Porque es muy lindo. Tiene muchos kilómetros”, afirmó.

El joven, en medio de su viaje, computadora por medio (en donde documenta las más impactantes imágenes), concedió una entrevista a Jornada.

-¿Cómo elegiste los caballos para el viaje?

-En Bariloche conocí una mujer que me ayudó a encontrarlos. Probé como 5 o 6. Compré dos, el Pitufo y Pilchero. Pilchero tiene historia increíble. Viene de El Chaltén a Bariloche. Y de Bariloche acá. Con Pitufo tengo una importante conexión. No me lo querían vender pero insistí.

-¿Cuál fue el primer lugar que visitante en Argentina?

-Buenos Aires. De ahí fui en avión a Bariloche. De ahí a El Maitén por montañas. Me perdi en un momento. Pero durante dos o tres días me acompañó la mujer que conocía de caballos para hacerles un seguimiento. El kayack después del día se deja. Ellos, necesitan comida, agua, ver si hay inflamación, lavarlos, etc.

-¿Cómo siguió el recorrido?

- De El Maitén a Epuyén. De Epuyén a la Vuelta del Río y de ahí a Cushamen. Estuve algunos días perdido. Pitufo me ayudó mucho. Por un momento no quiso ir por donde yo indicaba . El solo quería ir por un camino. Como estaba perdido, lo seguì y encontramos una casa. Él me indicó por dònde ir.

-¿Cuántos días fueron de Bariloche a Trelew?

Fue una semana. Pero es porque no me gusta ir por la ruta. Mi ida de viaje es que sea por la naturaleza. Por eso, cuando hay ruta sin pavimento no hay problema porque igual hay algún automóvil. Pregunté en estancias si podía pasar. La gente, me decía que sí.

-¿Qué experiencia te llevás de la relación con los caballos?

-Ahora los conozco muy bien. Después de un viaje de 2 meses, me enseñaron muchas cosas. Por ejemplo, que Pilchero cuando estaba perdido se endurecía. No tenía la soga. Y caminaba detrás del otro. Tienen una conexión muy fuerte.

-¿En cuanto a la alimentación como te arreglaste?

- En lugares de la montaña había agua y un poco de pasto. Le preguntaba a la gente en los campos. Ha sido muy solidarios y hospitalarios los patagónicos. Me ayudó mucho con comida o lo que necesite.

-¿Cómo sigue tu viaje ahora?

- Yo estudio en Senegal, Africa. Con el tema del Ebola mis padres no quieren que estuviera allá. Por eso, viajo. Estaré dos meses en Patagonia. Iré a Perú con un veterinario a trabajar. Luego, iré con un amigo a México. Vuelvo a Francia los primeros días de agosto.

“Estuve algunos días perdido. Pitufo me ayudó mucho. Por un momento no quiso ir por donde yo indicaba. El solo quería ir por un camino. Como estaba perdido, lo seguì y encontramos casa”.

-¿Cómo definís tu experiencia?

Muy buena. Excepto lo que me sucedió en la montaña con un hombre que se acercó. Primero, halagó el caballo, se acercó pero con el paso de las horas, intentó robarme los caballos. Nos peleamos. Pero después, pasó. En general, la gente muy buena.

-¿Qué pasa con los caballos cuando vuelvas?

-Se quedan acá, en Argentina. Quiero que estén en un buen lugar. “Pitufo” se quedará acá y el “Pilchero” con Julio Kresteff.

Los voy a extrañar pero sé que los dos van a estar bien.

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29 MAR 2015 - 22:10

Themo Anargyros es un estudiante francés de 21 años. Hace más de tres años que recorre el mundo tomando contacto de distintas formas con la naturaleza pura. Introduciéndose en los lugares más inhóspitos y desopilantes. Por ejemplo, recorrió Canadá y Amazonas en Kayacks. Para visitar la Patagonia el desafío fue comprar dos caballos: “Pilchero” y “Pitufo”. Los adquirió en Bariloche y desde allí llegó cabalgando a Trelew. Luego de recorrer varios países más, volverá a su ciudad natal en agosto.

Por intermedio de un amigo en común, conoció en Trelew a Julio Kresteff. Gracias a eso pudo hospedarse en la chacra familiar en donde los caballos estuviesen en un hábitat adecuado mientras él descansaba. Fue alojado en la casa de Miguel, primo de Julio. Themo agradece con sinceridad la hospitalidad y el trato que le dieron la familia de ambos. De hecho, decidió dejar allí sus caballos mientras continúa con el viaje. Sabe que estarán bien cuidados. Como en ningún otro lugar.

“Desde que tengo 18 años viajo por la naturaleza. En Canadá estuve haciendo travesías en kayacks, en Amazonas también. La idea era viajar con animales, soy estudiante veterinario. Por eso, quise hacerlo con caballos. No los conocía bien. Pensé en Patagonia siempre. Porque es muy lindo. Tiene muchos kilómetros”, afirmó.

El joven, en medio de su viaje, computadora por medio (en donde documenta las más impactantes imágenes), concedió una entrevista a Jornada.

-¿Cómo elegiste los caballos para el viaje?

-En Bariloche conocí una mujer que me ayudó a encontrarlos. Probé como 5 o 6. Compré dos, el Pitufo y Pilchero. Pilchero tiene historia increíble. Viene de El Chaltén a Bariloche. Y de Bariloche acá. Con Pitufo tengo una importante conexión. No me lo querían vender pero insistí.

-¿Cuál fue el primer lugar que visitante en Argentina?

-Buenos Aires. De ahí fui en avión a Bariloche. De ahí a El Maitén por montañas. Me perdi en un momento. Pero durante dos o tres días me acompañó la mujer que conocía de caballos para hacerles un seguimiento. El kayack después del día se deja. Ellos, necesitan comida, agua, ver si hay inflamación, lavarlos, etc.

-¿Cómo siguió el recorrido?

- De El Maitén a Epuyén. De Epuyén a la Vuelta del Río y de ahí a Cushamen. Estuve algunos días perdido. Pitufo me ayudó mucho. Por un momento no quiso ir por donde yo indicaba . El solo quería ir por un camino. Como estaba perdido, lo seguì y encontramos una casa. Él me indicó por dònde ir.

-¿Cuántos días fueron de Bariloche a Trelew?

Fue una semana. Pero es porque no me gusta ir por la ruta. Mi ida de viaje es que sea por la naturaleza. Por eso, cuando hay ruta sin pavimento no hay problema porque igual hay algún automóvil. Pregunté en estancias si podía pasar. La gente, me decía que sí.

-¿Qué experiencia te llevás de la relación con los caballos?

-Ahora los conozco muy bien. Después de un viaje de 2 meses, me enseñaron muchas cosas. Por ejemplo, que Pilchero cuando estaba perdido se endurecía. No tenía la soga. Y caminaba detrás del otro. Tienen una conexión muy fuerte.

-¿En cuanto a la alimentación como te arreglaste?

- En lugares de la montaña había agua y un poco de pasto. Le preguntaba a la gente en los campos. Ha sido muy solidarios y hospitalarios los patagónicos. Me ayudó mucho con comida o lo que necesite.

-¿Cómo sigue tu viaje ahora?

- Yo estudio en Senegal, Africa. Con el tema del Ebola mis padres no quieren que estuviera allá. Por eso, viajo. Estaré dos meses en Patagonia. Iré a Perú con un veterinario a trabajar. Luego, iré con un amigo a México. Vuelvo a Francia los primeros días de agosto.

“Estuve algunos días perdido. Pitufo me ayudó mucho. Por un momento no quiso ir por donde yo indicaba. El solo quería ir por un camino. Como estaba perdido, lo seguì y encontramos casa”.

-¿Cómo definís tu experiencia?

Muy buena. Excepto lo que me sucedió en la montaña con un hombre que se acercó. Primero, halagó el caballo, se acercó pero con el paso de las horas, intentó robarme los caballos. Nos peleamos. Pero después, pasó. En general, la gente muy buena.

-¿Qué pasa con los caballos cuando vuelvas?

-Se quedan acá, en Argentina. Quiero que estén en un buen lugar. “Pitufo” se quedará acá y el “Pilchero” con Julio Kresteff.

Los voy a extrañar pero sé que los dos van a estar bien.


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