Finalizada la temporada estival en el Parque Nacional los Alerces, José María Rossi ya organiza las prestaciones en la confitería La Piedra, en La Hoya, para los meses fuertes de esquí.
El prestador adelantó que trabaja en la puesta en condiciones de la estructura en el cerro, a la vez que se aboca a cerrar contratos con distintos distribuidores y también el Banco del Chubut con su tarjeta 365. Todo mientras proyecta la ampliación de la confitería en el plazo de los dos años que le restan de concesión, y algunas iniciativas para sorprender a los visitantes aunque esto requiera del visto bueno de las autoridades de CORFO, titular del servicio.
Rosi adelantó que “si la temporada invernal viene con buenas proyecciones, ocuparé en el CAM entre 22 y 25 personas, más 5 empleados que tiene en el rental céntrico, que implica empleo para 30 personas”.
Respecto del canon que cada concesionario debe abonar por los servicios que explotan en La Hoya, Rossi dijo que se encuentra “al día, más allá de que no se ha ganado dinero en la actividad” y se hizo cargo de una concesión que dejó Schiabone. “El canon no es barato, y si bien el año pasado no lo pagué en término, lo cancelé a fines de diciembre”, sostuvo.
En el Parque Los Alerces
Además, Rossi se refirió al incendio del Parque Nacional Los Alerces, donde tiene un camping y la concesión de la hostería y lamentó la imagen que dejó el siniestro en los cerros Dedal, Cascada y otros. Pero se mostró muy agradecido de “todos los que trabajaron para sofocar el fuego, desde las brigadas del mismo Parque a las de la Provincia y de otras provincias”, como también destacó “la participación de los medios aéreos provistos por el Servicio Federal de Manejo del Fuego”.
En las cabañas y hostería, al igual que en el camping, tenía muchos visitantes y debió evacuar el primer día que se desató el incendio, y minimizó el impacto porque “guerras como estas tengo un montón; en 1996 cuando abrí el alquiler de equipos de esquiar no nevó; después me tocó la temporada del hantavirus, la ceniza del volcán Chaitén, y ahora el fuego”.
No obstante, José María Rossi admitió que la temporada turística de verano “fue muy buena” y “me pone contento”, apostando asimismo a lo que se viene para el invierno.
Finalizada la temporada estival en el Parque Nacional los Alerces, José María Rossi ya organiza las prestaciones en la confitería La Piedra, en La Hoya, para los meses fuertes de esquí.
El prestador adelantó que trabaja en la puesta en condiciones de la estructura en el cerro, a la vez que se aboca a cerrar contratos con distintos distribuidores y también el Banco del Chubut con su tarjeta 365. Todo mientras proyecta la ampliación de la confitería en el plazo de los dos años que le restan de concesión, y algunas iniciativas para sorprender a los visitantes aunque esto requiera del visto bueno de las autoridades de CORFO, titular del servicio.
Rosi adelantó que “si la temporada invernal viene con buenas proyecciones, ocuparé en el CAM entre 22 y 25 personas, más 5 empleados que tiene en el rental céntrico, que implica empleo para 30 personas”.
Respecto del canon que cada concesionario debe abonar por los servicios que explotan en La Hoya, Rossi dijo que se encuentra “al día, más allá de que no se ha ganado dinero en la actividad” y se hizo cargo de una concesión que dejó Schiabone. “El canon no es barato, y si bien el año pasado no lo pagué en término, lo cancelé a fines de diciembre”, sostuvo.
En el Parque Los Alerces
Además, Rossi se refirió al incendio del Parque Nacional Los Alerces, donde tiene un camping y la concesión de la hostería y lamentó la imagen que dejó el siniestro en los cerros Dedal, Cascada y otros. Pero se mostró muy agradecido de “todos los que trabajaron para sofocar el fuego, desde las brigadas del mismo Parque a las de la Provincia y de otras provincias”, como también destacó “la participación de los medios aéreos provistos por el Servicio Federal de Manejo del Fuego”.
En las cabañas y hostería, al igual que en el camping, tenía muchos visitantes y debió evacuar el primer día que se desató el incendio, y minimizó el impacto porque “guerras como estas tengo un montón; en 1996 cuando abrí el alquiler de equipos de esquiar no nevó; después me tocó la temporada del hantavirus, la ceniza del volcán Chaitén, y ahora el fuego”.
No obstante, José María Rossi admitió que la temporada turística de verano “fue muy buena” y “me pone contento”, apostando asimismo a lo que se viene para el invierno.