La Trochita, 70 años a todo vapor por la Patagonia

En 1941 La Trochita llegó a El Maitén, sede de los talleres del ferrocarril, que actualmente están en funcionamiento, y finalmente el 25 de Mayo de 1945 llegó a la ciudad de Esquel. Fue en ese año cuando la primera locomotora y sus vagones tomaron vida para rodar y rodar.

La Trochita no operará este fin de semana
24 MAY 2015 - 22:06 | Actualizado

La señal sonora de la locomotora es el inicio de un viaje al pasado de Esquel, rieles, vagones y una nube de vapor que evocan a esos viejos sueños guardados en la memoria que se repiten como experiencias memorables.

Hoy, la emblemática Trochita cumplirá sus primeros 70 años desde su arribo a Esquel, y tendrá un festejo desde las 11 en la estación con el acto central y posterior desfile.

La Trochita es de los trenes turísticos que no requieren presentación alguna, es conocido mundialmente por las características respecto a su ancho de trocha y por la particular conservación, la original de su formación; su nacimiento y se remonta hacia mediados del siglo pasado durante el apogeo del desarrollo ferroviario de la Argentina. La Trochita es sin duda, una de las postales que sobresalen en la patagónica ciudad de Esquel en la provincia del Chubut, viajar en él es formar parte de un ícono cultural sobre rieles único en el mundo.

Estación de partida

Fue en el año 1922 que se comenzó con el diseño de un ramal de 75 cm. de trocha (trocha angosta), debido al bajo costo del material a emplear, ya que era rezago que se vendía finalizada la Primera Guerra Mundial en Europa. En 1935 se comenzaron los trabajos de los primeros tramos de la línea. En 1941 La Trochita llegó a El Maitén, sede de los talleres del ferrocarril, que actualmente están en funcionamiento, y finalmente el 25 de Mayo de 1945 llegó a la ciudad de Esquel.

Fue en ese año cuando la primera locomotora y sus vagones tomaron vida para rodar y rodar, para transportar los miles de sueños, de esperanzas, y compartir anécdotas al lado de la cálida salamandra, que aún hoy se conservan y funcionan en sus vagones, o simplemente apreciar la belleza del paisaje de la extensa estepa patagónica. Primeramente el ferrocarril funcionó como servicio exclusivo de cargas hacia y desde Esquel hasta 1950, año en el que se inauguró el servicio de pasajeros que funcionaba en combinación con el ramal de trocha ancha desde Ing. Jacobacci, pasando por San Antonio Oeste, Viedma, Carmen de Patagones, Bahía Blanca, hasta llegar finalmente a Buenos Aires.

El Tren y su vida social

El viaje completo del ramal Esquel – Ingeniero Jacobacci duraba aproximadamente 14 horas, siendo el único medio de transporte ágil y económico para la época. Así era que con frecuencia los pasajeros debían cocinarse utilizando las salamandras que están ubicadas en cada vagón, que además de calentar el agua para los mates, cocinaban huevos fritos, bifes, y con alambres instalaban hasta tiras de asado, según relatan las historias de La Trochita. Es por ello que se consideraban a estas salamandras el centro de reunión de los pasajeros, que en reiteradas oportunidades debían bajar de la formación con el tren en marcha para recolectar leña. Durante su vida, La Trochita tuvo numerosos hitos históricos transcendentales que la marcaron para siempre, uno de ellos fue la publicación en 1978 de la novela “El Viejo Expreso Patagónico”, de Paul Theroux, que hizo famosa a La Trochita a nivel internacional.

El Cierre y la apertura

En 1992 La Trochita se vio envuelta en el escenario de desarme del sistema ferroviario argentino, por ser poco atractivo para los capitales privados, que sumado a la extensión de las rutas asfaltadas, hicieron del tren solo un recuerdo del pasado.

Sin embargo, gracias al esfuerzo de sus empleados que, con sacrificio y amor contribuyeron a que el ramal pasa a manos de la provincia del Chubut, lo que implicó una superación de la crisis mencionada, y en 1994 se inaugura el servicio turístico Esquel – Nahuel Pan, un pintoresco recorrido de 18 kilómetros manteniendo un tramo del recorrido original, desde su creación, en sus pequeños vagones con salamandras y la inconfundible locomotora a vapor.

La excursión tiene una duración total de 3 horas, visitando la comunidad Tehuelche-Mapuche Nahuel Pan, acoplándose a las necesidades del turismo, el tren hace su recorrido todo el año, y en el invierno es posible recrear los épicos viajes de los pobladores que desafiaban a la nieve y el frío.

La Trochita forma parte del patrimonio histórico y cultural de todos los argentinos, y en especial de los patagónicos, es un ícono cultural de la región y genera en la comunidad una sensación de pertenencia.

Es parte de una herencia que hemos recibido y que debemos proteger para poder mantenerla en el tiempo y compartirla con aquellos turistas interesados en la historia de la Argentina y de los Ferrocarriles Argentinos.

En este cumpleaños, el mejor regalo que se le puede ofrecer a la Trochita, es honrarla, y tomar conciencia de este fenómeno histórico-cultural, que necesita una continua revalorización para que siga siendo parte de los sueños realizados y por realizar.

Las más leídas

La Trochita no operará este fin de semana
24 MAY 2015 - 22:06

La señal sonora de la locomotora es el inicio de un viaje al pasado de Esquel, rieles, vagones y una nube de vapor que evocan a esos viejos sueños guardados en la memoria que se repiten como experiencias memorables.

Hoy, la emblemática Trochita cumplirá sus primeros 70 años desde su arribo a Esquel, y tendrá un festejo desde las 11 en la estación con el acto central y posterior desfile.

La Trochita es de los trenes turísticos que no requieren presentación alguna, es conocido mundialmente por las características respecto a su ancho de trocha y por la particular conservación, la original de su formación; su nacimiento y se remonta hacia mediados del siglo pasado durante el apogeo del desarrollo ferroviario de la Argentina. La Trochita es sin duda, una de las postales que sobresalen en la patagónica ciudad de Esquel en la provincia del Chubut, viajar en él es formar parte de un ícono cultural sobre rieles único en el mundo.

Estación de partida

Fue en el año 1922 que se comenzó con el diseño de un ramal de 75 cm. de trocha (trocha angosta), debido al bajo costo del material a emplear, ya que era rezago que se vendía finalizada la Primera Guerra Mundial en Europa. En 1935 se comenzaron los trabajos de los primeros tramos de la línea. En 1941 La Trochita llegó a El Maitén, sede de los talleres del ferrocarril, que actualmente están en funcionamiento, y finalmente el 25 de Mayo de 1945 llegó a la ciudad de Esquel.

Fue en ese año cuando la primera locomotora y sus vagones tomaron vida para rodar y rodar, para transportar los miles de sueños, de esperanzas, y compartir anécdotas al lado de la cálida salamandra, que aún hoy se conservan y funcionan en sus vagones, o simplemente apreciar la belleza del paisaje de la extensa estepa patagónica. Primeramente el ferrocarril funcionó como servicio exclusivo de cargas hacia y desde Esquel hasta 1950, año en el que se inauguró el servicio de pasajeros que funcionaba en combinación con el ramal de trocha ancha desde Ing. Jacobacci, pasando por San Antonio Oeste, Viedma, Carmen de Patagones, Bahía Blanca, hasta llegar finalmente a Buenos Aires.

El Tren y su vida social

El viaje completo del ramal Esquel – Ingeniero Jacobacci duraba aproximadamente 14 horas, siendo el único medio de transporte ágil y económico para la época. Así era que con frecuencia los pasajeros debían cocinarse utilizando las salamandras que están ubicadas en cada vagón, que además de calentar el agua para los mates, cocinaban huevos fritos, bifes, y con alambres instalaban hasta tiras de asado, según relatan las historias de La Trochita. Es por ello que se consideraban a estas salamandras el centro de reunión de los pasajeros, que en reiteradas oportunidades debían bajar de la formación con el tren en marcha para recolectar leña. Durante su vida, La Trochita tuvo numerosos hitos históricos transcendentales que la marcaron para siempre, uno de ellos fue la publicación en 1978 de la novela “El Viejo Expreso Patagónico”, de Paul Theroux, que hizo famosa a La Trochita a nivel internacional.

El Cierre y la apertura

En 1992 La Trochita se vio envuelta en el escenario de desarme del sistema ferroviario argentino, por ser poco atractivo para los capitales privados, que sumado a la extensión de las rutas asfaltadas, hicieron del tren solo un recuerdo del pasado.

Sin embargo, gracias al esfuerzo de sus empleados que, con sacrificio y amor contribuyeron a que el ramal pasa a manos de la provincia del Chubut, lo que implicó una superación de la crisis mencionada, y en 1994 se inaugura el servicio turístico Esquel – Nahuel Pan, un pintoresco recorrido de 18 kilómetros manteniendo un tramo del recorrido original, desde su creación, en sus pequeños vagones con salamandras y la inconfundible locomotora a vapor.

La excursión tiene una duración total de 3 horas, visitando la comunidad Tehuelche-Mapuche Nahuel Pan, acoplándose a las necesidades del turismo, el tren hace su recorrido todo el año, y en el invierno es posible recrear los épicos viajes de los pobladores que desafiaban a la nieve y el frío.

La Trochita forma parte del patrimonio histórico y cultural de todos los argentinos, y en especial de los patagónicos, es un ícono cultural de la región y genera en la comunidad una sensación de pertenencia.

Es parte de una herencia que hemos recibido y que debemos proteger para poder mantenerla en el tiempo y compartirla con aquellos turistas interesados en la historia de la Argentina y de los Ferrocarriles Argentinos.

En este cumpleaños, el mejor regalo que se le puede ofrecer a la Trochita, es honrarla, y tomar conciencia de este fenómeno histórico-cultural, que necesita una continua revalorización para que siga siendo parte de los sueños realizados y por realizar.


NOTICIAS RELACIONADAS