Antillanca: un planteo del defensor demoró el inicio del segundo juicio

Los jueces se tomaron tres días para revisar la situación y el jueves definirán.

En la primera fila, los imputados mientras su abogado alegaba ante los jueces sobre su postura respecto de la materialización del nuevo juicio.
01 JUN 2015 - 21:46 | Actualizado

El segundo juicio por el caso del adolescente Julián Antillanca, asesinado en 2010 en Trelew, comenzó mal. Antes de que las partes pudieran dar su alegato de apertura para comenzar a ofrecer las respectivas pruebas, el abogado defensor de los policías implicados en el controvertido caso planteó la absolución automática de sus clientes. Afirmó que ya fueron juzgados y que no se los puede perseguir penalmente luego de haber sido absueltos en un juicio anterior legalmente realizado.

La audiencia comenzó pasadas las 9 de ayer en la Cámara Penal de Trelew. En el estrado, los jueces Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Nieto Di Biasse. En el lado derecho, donde se sientan los imputados, el abogado Fabián Gabalachis, el codefensor Gustavo Castro y la doctora María Laura Martensen. Del lado de los acusadores, la fiscal Mirta Moreno, junto a la querellante, Verónica Heredia.

En las dos primeras filas de la sala estaban los imputados: Gabriela Elisabeth Bidera, Carlos Omar Sandoval, Jorge Fernando Morales, Laura Córdoba, Martín Solís y Pablo Abraham.

Barrios, como presidente del tribunal, le dio la palabra a las partes y rápidamente Gabalachis tomó la delantera. Advirtió que como cuestión previa plantearía algo muy discutido. Dijo que el juicio no podía comenzar sin antes analizar lo que advierten algunos fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la justicia penal local. “El agravio constitucional es simple. Es concreto, es sencillo y está relacionado al alcance que tiene el doble juzgamiento, o lo que se conoce como la persecución penal múltiple”. Hizo mención a que la jurisprudencia da su antecedente en los años ´60 con un fallo que bloqueó un doble juzgamiento en un hecho cuyas características no se asimilan al caso Antillanca. Sin embargo, argumentó en sólidos términos acerca del respaldo que tiene su planteo con varios fallos de la Corte Suprema.

Mencionó las cuatro etapas del primer proceso que se les siguió a los policías: acusación, defensa, prueba y sentencia. “Estas cuatro etapas legalmente, imposibilitan a un nuevo tribunal a aceptar un nuevo juicio de reenvío. No podrá realizarse un nuevo juicio de reenvío cuando las falencias no están originadas por el propio imputado, sino que son consecuencia del Estado, llámense Fiscalía, llámese tribunal de enjuiciamiento”.

La defensa de Gabalachis arrinconó a los jueces en un lugar incómodo. A tal punto que se tomarán el plazo legal de 3 días para resolver si le dan validez al planteo de Gabalachis o continúan con el nuevo juicio, tal como lo ordenó el Superior Tribunal de Justicia de Chubut, en 2013.

La réplica de Moreno

Fue drástica la oposición en tal sentido por parte del Ministerio Público Fiscal, a instancias de la fiscal Mirta Moreno, quien resaltó el fallo dado a través del Superior Tribunal. Indicó que los miembros de aquel tribunal habían resuelto la realización de un nuevo juicio, evaluando la valoración de las pruebas que en su momento hicieron los jueces originales que dictaminaron las absoluciones.

Además se refirió a los casos citados por Gabalachis, en los cuales –indicó la fiscal-, la Corte Suprema nunca señala que un tribunal puede deshacer un nuevo juicio cuando hay insuficiencias probatorias. En tanto, la querellante Verónica Heredia también hizo reserva federal, en caso de que los magistrados decidieran hacer lugar al pedido de la defensa.

El nuevo juicio

El reenvío de la causa Antillanca fue producto de una decisión de los ministros del Superior Tribunal de Justicia, quienes se expidieron en 63 fojas para ordenar la sustanciación del juicio que ahora está en riesgo. Los integrantes de la Sala Penal, Daniel Rebagliati Russell, Jorge Pfleger y Javier Panizzi, a comienzos de julio de 2013, declararon “procedentes” las impugnaciones extraordinarias presentadas por la Fiscalía de Trelew y revocaron “parcialmente” la sentencia absolutoria contra los policías acusados de asesinar al joven Julián Antillanca.

Cuando llegó la queja de los fiscales Mirta Moreno y César Zaratiegui ante los jueces del STJ, invocaron la nulidad de la sentencia por fundamentación insuficiente, contradictoria y arbitraria.

La audiencia de ayer cubre de tensión al nuevo juicio, que pende de un hilo a esta altura de los acontecimientos. Habrá que esperar hasta el jueves para saber si la muerte del joven tiene chances de ser esclarecida.

La “cosa juzgada”

La discusión que ahora obliga a los jueces a tomar una importante decisión, surgió luego de que el defensor Gabalachis planteara el Nom bis in idem, lo que en latín significa “la cosa juzgada”.

Ardió la discusión con la fiscal y la querellante en torno a fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los que los magistrados opinan sobre la disyuntiva de si una persona puede ser juzgada dos veces por un mismo caso.

Pero en el centro de esta discusión de abogados, hubo nerviosismo de César Antillanca, en este caso encarnando en el rol de víctima por el fallecimiento de su hijo.

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En la primera fila, los imputados mientras su abogado alegaba ante los jueces sobre su postura respecto de la materialización del nuevo juicio.
01 JUN 2015 - 21:46

El segundo juicio por el caso del adolescente Julián Antillanca, asesinado en 2010 en Trelew, comenzó mal. Antes de que las partes pudieran dar su alegato de apertura para comenzar a ofrecer las respectivas pruebas, el abogado defensor de los policías implicados en el controvertido caso planteó la absolución automática de sus clientes. Afirmó que ya fueron juzgados y que no se los puede perseguir penalmente luego de haber sido absueltos en un juicio anterior legalmente realizado.

La audiencia comenzó pasadas las 9 de ayer en la Cámara Penal de Trelew. En el estrado, los jueces Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Nieto Di Biasse. En el lado derecho, donde se sientan los imputados, el abogado Fabián Gabalachis, el codefensor Gustavo Castro y la doctora María Laura Martensen. Del lado de los acusadores, la fiscal Mirta Moreno, junto a la querellante, Verónica Heredia.

En las dos primeras filas de la sala estaban los imputados: Gabriela Elisabeth Bidera, Carlos Omar Sandoval, Jorge Fernando Morales, Laura Córdoba, Martín Solís y Pablo Abraham.

Barrios, como presidente del tribunal, le dio la palabra a las partes y rápidamente Gabalachis tomó la delantera. Advirtió que como cuestión previa plantearía algo muy discutido. Dijo que el juicio no podía comenzar sin antes analizar lo que advierten algunos fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la justicia penal local. “El agravio constitucional es simple. Es concreto, es sencillo y está relacionado al alcance que tiene el doble juzgamiento, o lo que se conoce como la persecución penal múltiple”. Hizo mención a que la jurisprudencia da su antecedente en los años ´60 con un fallo que bloqueó un doble juzgamiento en un hecho cuyas características no se asimilan al caso Antillanca. Sin embargo, argumentó en sólidos términos acerca del respaldo que tiene su planteo con varios fallos de la Corte Suprema.

Mencionó las cuatro etapas del primer proceso que se les siguió a los policías: acusación, defensa, prueba y sentencia. “Estas cuatro etapas legalmente, imposibilitan a un nuevo tribunal a aceptar un nuevo juicio de reenvío. No podrá realizarse un nuevo juicio de reenvío cuando las falencias no están originadas por el propio imputado, sino que son consecuencia del Estado, llámense Fiscalía, llámese tribunal de enjuiciamiento”.

La defensa de Gabalachis arrinconó a los jueces en un lugar incómodo. A tal punto que se tomarán el plazo legal de 3 días para resolver si le dan validez al planteo de Gabalachis o continúan con el nuevo juicio, tal como lo ordenó el Superior Tribunal de Justicia de Chubut, en 2013.

La réplica de Moreno

Fue drástica la oposición en tal sentido por parte del Ministerio Público Fiscal, a instancias de la fiscal Mirta Moreno, quien resaltó el fallo dado a través del Superior Tribunal. Indicó que los miembros de aquel tribunal habían resuelto la realización de un nuevo juicio, evaluando la valoración de las pruebas que en su momento hicieron los jueces originales que dictaminaron las absoluciones.

Además se refirió a los casos citados por Gabalachis, en los cuales –indicó la fiscal-, la Corte Suprema nunca señala que un tribunal puede deshacer un nuevo juicio cuando hay insuficiencias probatorias. En tanto, la querellante Verónica Heredia también hizo reserva federal, en caso de que los magistrados decidieran hacer lugar al pedido de la defensa.

El nuevo juicio

El reenvío de la causa Antillanca fue producto de una decisión de los ministros del Superior Tribunal de Justicia, quienes se expidieron en 63 fojas para ordenar la sustanciación del juicio que ahora está en riesgo. Los integrantes de la Sala Penal, Daniel Rebagliati Russell, Jorge Pfleger y Javier Panizzi, a comienzos de julio de 2013, declararon “procedentes” las impugnaciones extraordinarias presentadas por la Fiscalía de Trelew y revocaron “parcialmente” la sentencia absolutoria contra los policías acusados de asesinar al joven Julián Antillanca.

Cuando llegó la queja de los fiscales Mirta Moreno y César Zaratiegui ante los jueces del STJ, invocaron la nulidad de la sentencia por fundamentación insuficiente, contradictoria y arbitraria.

La audiencia de ayer cubre de tensión al nuevo juicio, que pende de un hilo a esta altura de los acontecimientos. Habrá que esperar hasta el jueves para saber si la muerte del joven tiene chances de ser esclarecida.

La “cosa juzgada”

La discusión que ahora obliga a los jueces a tomar una importante decisión, surgió luego de que el defensor Gabalachis planteara el Nom bis in idem, lo que en latín significa “la cosa juzgada”.

Ardió la discusión con la fiscal y la querellante en torno a fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los que los magistrados opinan sobre la disyuntiva de si una persona puede ser juzgada dos veces por un mismo caso.

Pero en el centro de esta discusión de abogados, hubo nerviosismo de César Antillanca, en este caso encarnando en el rol de víctima por el fallecimiento de su hijo.


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