Detienen a militar por crímenes de lesa humanidad

Un oficial del Ejército domiciliado en Comodoro y un expolicía riojano fueron detenidos por orden del juez federal Daniel Herrera Piedrabuena, acusados de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura en La Rioja.

Decisión. El juez Piedrabuena, responsable de ambas detenciones.
03 JUL 2015 - 22:01 | Actualizado

Se trata del teniente coronel retirado Alfredo Solano Santacroce, presidente de la delegación local del Círculo Militar de Comodoro Rivadavia, quien además figura como jubilado del sistema previsional chubutense.

Solano Santacroce fue apresado al mismo tiempo que Luis Enrique Videla, un policía jubilado que dirigió el Servicio Penitenciario de La Rioja.

Ambos están acusados de torturas a prisioneros políticos durante la dictadura, entre otros, a Bienvenido Tristán Martínez, Juan Carlos Olivera y Hugo Ricardo Haymal, militantes políticos de la provincia de La Rioja.

Las detenciones se produjeron semanas antes de que comience en La Rioja el juicio oral y público por la llamada “Megacausa” de delitos de lesa humanidad cometidos contra presos políticos en esa provincia.

La causa es la 1828/2000 caratulada “Menéndez, Luciano Benjamín y otros” por “homicidio, privación ilegítima de la libertad, tormentos y violación de domicilio”.

En el caso de Martínez, fue detenido el 28 de agosto de 1978, mientras regresaba a su domicilio en una camioneta “estanciera”, tras ser interceptado por dos policías.

Según la acusación, fue torturado y sometido a simulacros de fusilamiento. Fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo desde el 17 de noviembre de 1978 hasta el 8 de junio de 1979.

Olivera fue detenido el 21 de septiembre de 1978, en el Batallón 141 del Ejército, cuando fue a llevarle ropa a su madre que estaba detenida. Al increpar al segundo jefe sobre por qué no le daban información, le pusieron un arma en la cabeza y le dijeron que “a los testigos de Jehová los matarían y los tirarían al mar”, según publicó La Gaceta de Tucumán.

Sufrió tormentos y, según el expediente, “uno de los guardias que lo golpeó se apellidaba Videla”. Después de veinte días lo liberaron pero “lo amenazaron con que no saldría si no firmaba una constancia de que había sido bien tratado”.

Haymal, en tanto, fue capturado el 23 de mayo de 1976 y también fue torturado. En la causa se indicó que era “privado de alimentos y no le permitían ir al baño”, por lo que eso “lo llevó a tomar de su propia orina”.

El 30 de noviembre de 1977 recuperó la libertad, después de estar a disposición del Poder Ejecutivo Nacional desde el 28 de junio de 1976 hasta el 24 de noviembre de 1976.

(Fuente: La Gaceta de Tucumán)

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Decisión. El juez Piedrabuena, responsable de ambas detenciones.
03 JUL 2015 - 22:01

Se trata del teniente coronel retirado Alfredo Solano Santacroce, presidente de la delegación local del Círculo Militar de Comodoro Rivadavia, quien además figura como jubilado del sistema previsional chubutense.

Solano Santacroce fue apresado al mismo tiempo que Luis Enrique Videla, un policía jubilado que dirigió el Servicio Penitenciario de La Rioja.

Ambos están acusados de torturas a prisioneros políticos durante la dictadura, entre otros, a Bienvenido Tristán Martínez, Juan Carlos Olivera y Hugo Ricardo Haymal, militantes políticos de la provincia de La Rioja.

Las detenciones se produjeron semanas antes de que comience en La Rioja el juicio oral y público por la llamada “Megacausa” de delitos de lesa humanidad cometidos contra presos políticos en esa provincia.

La causa es la 1828/2000 caratulada “Menéndez, Luciano Benjamín y otros” por “homicidio, privación ilegítima de la libertad, tormentos y violación de domicilio”.

En el caso de Martínez, fue detenido el 28 de agosto de 1978, mientras regresaba a su domicilio en una camioneta “estanciera”, tras ser interceptado por dos policías.

Según la acusación, fue torturado y sometido a simulacros de fusilamiento. Fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo desde el 17 de noviembre de 1978 hasta el 8 de junio de 1979.

Olivera fue detenido el 21 de septiembre de 1978, en el Batallón 141 del Ejército, cuando fue a llevarle ropa a su madre que estaba detenida. Al increpar al segundo jefe sobre por qué no le daban información, le pusieron un arma en la cabeza y le dijeron que “a los testigos de Jehová los matarían y los tirarían al mar”, según publicó La Gaceta de Tucumán.

Sufrió tormentos y, según el expediente, “uno de los guardias que lo golpeó se apellidaba Videla”. Después de veinte días lo liberaron pero “lo amenazaron con que no saldría si no firmaba una constancia de que había sido bien tratado”.

Haymal, en tanto, fue capturado el 23 de mayo de 1976 y también fue torturado. En la causa se indicó que era “privado de alimentos y no le permitían ir al baño”, por lo que eso “lo llevó a tomar de su propia orina”.

El 30 de noviembre de 1977 recuperó la libertad, después de estar a disposición del Poder Ejecutivo Nacional desde el 28 de junio de 1976 hasta el 24 de noviembre de 1976.

(Fuente: La Gaceta de Tucumán)


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