"La Administración está en las fases finales de esbozar un plan para cerrar de forma segura y responsable la prisión en la bahía de Guantánamo y presentarlo en el Congreso", dijo Josh Earnest en su rueda de prensa diaria en la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca dijo confiar en poder esquivar el rechazo de algunos legisladores.
La prisión de Guantánamo fue creada por la Administración de George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre en 2001, que en golpearon en Nueva York y causaron la muerte de más de 3.000 y heridas a más de 6.000.
En los últimos estos seis años, el número de reclusos en el penal de Guantánamo se fue reduciendo, pero el proceso de cierre de la prisión se topó con el bloqueo del Congreso a trasladar reclusos a territorio estadounidense.
Actualmente en Guantánamo hay 116 presos, menos de la mitad fueron autorizados a marcharse si se encuentra un país que quiera acogerlos, tal como hizo Uruguay con seis ahora ex presos.
El cierre de la prisión de Guantánamo obligaría a la repatriación o transferencia a prisiones estadounidenses de los reclusos, entre ellos 15 que son considerados de alto valor e incluyen a sospechosos de haber participado en los atentados del 11 de septiembre.
La Casa Blanca deberá acelerar el ritmo de transferencia a terceros países de presos que recibido el visto bueno para ser trasladados si quiere cerrar el penal antes de que en 2017 Obama ceda el relevo en la Casa Blanca.
Earnest recordó que se deberá garantizar que los detenidos que están en proceso de someterse a juicio de las comisiones militares de Guantánamo, creadas por el gobierno de George W. Bush, podrían ser procesados en territorio estadounidense.
Obama transfirió a más de la mitad de los 242 detenidos que había en la base naval en territorio cubano cuando llegó al poder en 2009 y tras prometer en su campaña que cerraría el penal, abierto en 2002 y donde llegó a haber unos 700 detenidos.
El cierre de Guantánamo, insistió el portavoz de la Casa Blanca, es un interés de seguridad nacional y sus operaciones no suponen un uso efectivo de los recursos gubernamentales.
El envío de prisioneros a sus países de origen o a terceros países debe continuar, agregó.
"La Administración está en las fases finales de esbozar un plan para cerrar de forma segura y responsable la prisión en la bahía de Guantánamo y presentarlo en el Congreso", dijo Josh Earnest en su rueda de prensa diaria en la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca dijo confiar en poder esquivar el rechazo de algunos legisladores.
La prisión de Guantánamo fue creada por la Administración de George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre en 2001, que en golpearon en Nueva York y causaron la muerte de más de 3.000 y heridas a más de 6.000.
En los últimos estos seis años, el número de reclusos en el penal de Guantánamo se fue reduciendo, pero el proceso de cierre de la prisión se topó con el bloqueo del Congreso a trasladar reclusos a territorio estadounidense.
Actualmente en Guantánamo hay 116 presos, menos de la mitad fueron autorizados a marcharse si se encuentra un país que quiera acogerlos, tal como hizo Uruguay con seis ahora ex presos.
El cierre de la prisión de Guantánamo obligaría a la repatriación o transferencia a prisiones estadounidenses de los reclusos, entre ellos 15 que son considerados de alto valor e incluyen a sospechosos de haber participado en los atentados del 11 de septiembre.
La Casa Blanca deberá acelerar el ritmo de transferencia a terceros países de presos que recibido el visto bueno para ser trasladados si quiere cerrar el penal antes de que en 2017 Obama ceda el relevo en la Casa Blanca.
Earnest recordó que se deberá garantizar que los detenidos que están en proceso de someterse a juicio de las comisiones militares de Guantánamo, creadas por el gobierno de George W. Bush, podrían ser procesados en territorio estadounidense.
Obama transfirió a más de la mitad de los 242 detenidos que había en la base naval en territorio cubano cuando llegó al poder en 2009 y tras prometer en su campaña que cerraría el penal, abierto en 2002 y donde llegó a haber unos 700 detenidos.
El cierre de Guantánamo, insistió el portavoz de la Casa Blanca, es un interés de seguridad nacional y sus operaciones no suponen un uso efectivo de los recursos gubernamentales.
El envío de prisioneros a sus países de origen o a terceros países debe continuar, agregó.