Médicos sin Frontera acusa a EEUU por crimen de guerra

Médicos sin Fronteras (MSF) acusó hoy a Estados Unidos de perpetrar un crimen de guerra, tras el ataque de sus fuerzas el pasado sábado contra un hospital civil en la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán, producto del cual murieron 22 civiles, entre ellos varios niños.

05 OCT 2015 - 11:51 | Actualizado

La organización habló de una "grave violación del derecho internacional" y su secretario general, Christopher Stokes, mostró su repudio por los intentos del gobierno afgano de justificar el suceso.

"Esa toma de posición indica que las fuerzas afganas y estadounidenses decidieron juntas la destrucción de un hospital en pleno funcionamiento", denunció Stokes, según informó la agencia de noticias DPA.

El Ministerio de Defensa afgano había justificado los ataques aéreos señalando que los talibanes utilizaban la clínica como escudo, algo que MSF desmintió. Estados Unidos calificó el hecho como "un daño colateral"

El hospital atacado era el centro especializado en traumatología más importante del norte de Afganistán y el único centro de salud que había quedado operativo dentro de Kunduz desde el inicio de la última ofensiva talibán contra esa ciudad el lunes pasado.

Ochenta personas, nativas y extranjeras, trabajaban en el hospital de MSF, que desde el lunes pasado trató a cerca de 400 heridos, la mayoría de ellos por combates y bombardeos. Al momento del ataque, había 150 pacientes dentro del hospital.

Lajos Zoltan, un enfermero de MSF que se hallaba en el hospital en el momento del ataque, narró tras el bombardeo que el centro de salud, en el que trabajaba hace ya cinco meses, era el único en el que podía ser atendida la población y "ahora ya no existe".

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos tampoco descartó que se trate de un crimen. "Este suceso es absolutamente trágico, inexcusable y posiblemente criminal", dijo el príncipe Said Raada al Hussein. Rusia también condenó hoy duramente el ataque, que hizo que la organización internacional se retirara de la estratégica ciudad.

"Exigimos una investigación objetiva inmediata del suceso y el castigo de los responsables de la tragedia", dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Sajarova, en Moscú.

"No es la primera vez que mueren civiles en Afganistán por el uso arbitrario de armas estadounidenses", añadió.

Médicos sin Fronteras informó de una serie de lanzamientos de bombas contra el edificio principal, un objetivo que parecía estar claramente fijado porque los edificios vecinos no sufrieron daños.

La organización aseguró que informó de sus coordenadas a las fuerzas estadounidenses después de que los talibanes asaltaran Kunduz, el lunes de la semana pasada.

El Ejército afgano recuperó el control de la ciudad de unos 300.000 habitantes tres días después, pero aún se producen enfrentamientos aislados.

"La ciudad está totalmente bajo nuestro control", aseguró un portavoz de la policía local. Los ministros de Defensa de lo miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunciaron que debatirán sobre la situación en Kunduz en su encuentro del próximo jueves.

05 OCT 2015 - 11:51

La organización habló de una "grave violación del derecho internacional" y su secretario general, Christopher Stokes, mostró su repudio por los intentos del gobierno afgano de justificar el suceso.

"Esa toma de posición indica que las fuerzas afganas y estadounidenses decidieron juntas la destrucción de un hospital en pleno funcionamiento", denunció Stokes, según informó la agencia de noticias DPA.

El Ministerio de Defensa afgano había justificado los ataques aéreos señalando que los talibanes utilizaban la clínica como escudo, algo que MSF desmintió. Estados Unidos calificó el hecho como "un daño colateral"

El hospital atacado era el centro especializado en traumatología más importante del norte de Afganistán y el único centro de salud que había quedado operativo dentro de Kunduz desde el inicio de la última ofensiva talibán contra esa ciudad el lunes pasado.

Ochenta personas, nativas y extranjeras, trabajaban en el hospital de MSF, que desde el lunes pasado trató a cerca de 400 heridos, la mayoría de ellos por combates y bombardeos. Al momento del ataque, había 150 pacientes dentro del hospital.

Lajos Zoltan, un enfermero de MSF que se hallaba en el hospital en el momento del ataque, narró tras el bombardeo que el centro de salud, en el que trabajaba hace ya cinco meses, era el único en el que podía ser atendida la población y "ahora ya no existe".

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos tampoco descartó que se trate de un crimen. "Este suceso es absolutamente trágico, inexcusable y posiblemente criminal", dijo el príncipe Said Raada al Hussein. Rusia también condenó hoy duramente el ataque, que hizo que la organización internacional se retirara de la estratégica ciudad.

"Exigimos una investigación objetiva inmediata del suceso y el castigo de los responsables de la tragedia", dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Sajarova, en Moscú.

"No es la primera vez que mueren civiles en Afganistán por el uso arbitrario de armas estadounidenses", añadió.

Médicos sin Fronteras informó de una serie de lanzamientos de bombas contra el edificio principal, un objetivo que parecía estar claramente fijado porque los edificios vecinos no sufrieron daños.

La organización aseguró que informó de sus coordenadas a las fuerzas estadounidenses después de que los talibanes asaltaran Kunduz, el lunes de la semana pasada.

El Ejército afgano recuperó el control de la ciudad de unos 300.000 habitantes tres días después, pero aún se producen enfrentamientos aislados.

"La ciudad está totalmente bajo nuestro control", aseguró un portavoz de la policía local. Los ministros de Defensa de lo miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunciaron que debatirán sobre la situación en Kunduz en su encuentro del próximo jueves.


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