Narváez, quien en diciembre pasado en Japón perdió la corona supermosca OMB ante el local Naoya Inoue, regresó a un cuadrilátero y venció a Pichardo Liriano con una demostración de técnica y efectividad, que le permitió ganar el título Internacional supermosca de la OMB.
"Mantengo el hambre como cuando salí campeón mundial mosca (OMB), en 2002 en el Luna Park. Aún sueño con cosas lindas. Demostré que estoy intacto y para seguir. Lo de Inoue sólo fue una sorpresa por eso quiero la revancha. Seguro será en 2016.", manifestó entusiasmado Narváez (40 años), al finalizar el combate en el Cedem 2 de Caseros.
En julio de 2002, en el Luna Park, Narváez, con apenas once peleas como profesional, se apoderó del título mosca OMB al derrotar al nicaragüense Adonis Rivas para después obtener el cinturón supermosca de esa entidad, título que resignó ante Inoue.
"Regresé con todas las ganas. Con todo ese ímpetu que desarrollé en el terreno internacional", señaló el ex olímpico en Atlanta 96 y Sydney 2000.
Con respecto a su futuro, Narváez quien se mostró esperanzado: "En ningún momento se me pasó por la cabeza el fantasma de la derrota (ante Inoue). Trabajé tranquilo y concentrado. Quería probarme y vieron como estoy. Terminé fresco y sin marcas en la cara, aunque sí algunas en el cuerpo por las fricciones".
"La idea que tenemos con mi equipo es hacer otra pelea en diciembre. Inoue en ese mes tiene pensado defender la corona (ante el filipino Warlito Parrenas, primero en el ranking). Si gana seguro pelearemos en 2016. Quiero esa revancha", insistió el 'Huracán', cuarto en el escalafón mosca OMB.
Narváez, de 40 años, se alegró por la victoria que ratificó su vigencia: "Volví para demostrarle a los jóvenes que practican boxeo que con trabajo y sacrificio se llega. Fue un desafío y el resultado está a la vista".
"Pichiardo Liriano (30) fue un digno rival. Tiene buena técnica y contragolpe. Su trabajo fue limpio y digno. No apeló al juego sucio. Tiene por delate un buen futuro. Además esta pelea le servirá mucho. Está buscando un lugar en el plano internacional y si trabaja para ello lo conseguirá peleando con los mejores", opinó el chubutense.
En tanto, el promotor Osvaldo Rivero le confió a Télam que Narvárez, tras ser operado con éxito por un problema de sinusitis que le impedía su normal respiración, "está como en sus mejores momentos y en diciembre volverá a combatir antes de buscar la revancha con Inoue".
Narváez, quien en diciembre pasado en Japón perdió la corona supermosca OMB ante el local Naoya Inoue, regresó a un cuadrilátero y venció a Pichardo Liriano con una demostración de técnica y efectividad, que le permitió ganar el título Internacional supermosca de la OMB.
"Mantengo el hambre como cuando salí campeón mundial mosca (OMB), en 2002 en el Luna Park. Aún sueño con cosas lindas. Demostré que estoy intacto y para seguir. Lo de Inoue sólo fue una sorpresa por eso quiero la revancha. Seguro será en 2016.", manifestó entusiasmado Narváez (40 años), al finalizar el combate en el Cedem 2 de Caseros.
En julio de 2002, en el Luna Park, Narváez, con apenas once peleas como profesional, se apoderó del título mosca OMB al derrotar al nicaragüense Adonis Rivas para después obtener el cinturón supermosca de esa entidad, título que resignó ante Inoue.
"Regresé con todas las ganas. Con todo ese ímpetu que desarrollé en el terreno internacional", señaló el ex olímpico en Atlanta 96 y Sydney 2000.
Con respecto a su futuro, Narváez quien se mostró esperanzado: "En ningún momento se me pasó por la cabeza el fantasma de la derrota (ante Inoue). Trabajé tranquilo y concentrado. Quería probarme y vieron como estoy. Terminé fresco y sin marcas en la cara, aunque sí algunas en el cuerpo por las fricciones".
"La idea que tenemos con mi equipo es hacer otra pelea en diciembre. Inoue en ese mes tiene pensado defender la corona (ante el filipino Warlito Parrenas, primero en el ranking). Si gana seguro pelearemos en 2016. Quiero esa revancha", insistió el 'Huracán', cuarto en el escalafón mosca OMB.
Narváez, de 40 años, se alegró por la victoria que ratificó su vigencia: "Volví para demostrarle a los jóvenes que practican boxeo que con trabajo y sacrificio se llega. Fue un desafío y el resultado está a la vista".
"Pichiardo Liriano (30) fue un digno rival. Tiene buena técnica y contragolpe. Su trabajo fue limpio y digno. No apeló al juego sucio. Tiene por delate un buen futuro. Además esta pelea le servirá mucho. Está buscando un lugar en el plano internacional y si trabaja para ello lo conseguirá peleando con los mejores", opinó el chubutense.
En tanto, el promotor Osvaldo Rivero le confió a Télam que Narvárez, tras ser operado con éxito por un problema de sinusitis que le impedía su normal respiración, "está como en sus mejores momentos y en diciembre volverá a combatir antes de buscar la revancha con Inoue".