La voz de los jóvenes: “Necesitamos trabajo, un lugar de contención y vivir más seguros”

Por Lorena Leeming / Twitter: @loreleeming

Se necesita trabajo y un lugar donde se pueda cambiar la realidad”. Un grupo de jóvenes de 5º y 6º año de la Escuela 793 de barrio Moreira III de Trelew describieron el lugar en el que viven. Qué les pasa, qué piensan, qué temen y hasta propuestas claras para cambiar lo que lleva años de desidia. Estuvieron frente a frente con los candidatos a intendente y no escatimaron planteos ni preguntas. Hablaron de las adicciones, la inseguridad, de empleo y educación. Siempre con respeto, altura y admirable capacidad de “saber comunicar”.

Adrián Almendra, Miguel Huenuer, Camila Galdamez, Macarena Silva y Guadalupe Patiño, junto a otros compañeros de sus divisiones, fueron la voz cantante en la exposición de los candidatos a intendente que se realizó la semana pasada en la biblioteca de su escuela. El plantel directivo y docente son una pieza clave para el desarrollo y la capacidad de los alumnos para expresar con libertad y conocimiento cada tema planteado. Se nota la contención. Se nota que conocen la realidad de cada uno.

Adrián Almendra tiene 17 años. A pesar de ser adolescente exterioriza experiencia en análisis de gestiones políticas y transmite lo que sucede a su alrededor. Nada se le esfuma. Busca un futuro, un desarrollo personal y propone acciones para que la realidad del barrio periférico en el que se emplaza la escuela, cambie para el bien de todos. “Me gustaría centrarme en los chicos. Su adicción, sus problemas. El tema de la inseguridad. No podemos salir tranquilos de la escuela. Hablaron de “corredores escolares” pero después dijeron que la solución no era esa sino tratar a los que estaban con ese problema”, expresó al referirse a los planteos que realizaron a los políticos sobre la inseguridad.

En este punto se generó un debate porque hubo quien deslizó que el que robaba lo hacía también “por necesidad”. Adrián admite que muchas veces es así pero también asegura que “hay quienes lo hacen porque se acostumbran a eso. Si se puede entrar en una casa y salir ileso, lo hacen. Es una cuestión cultural, una mala costumbre. No tienen nada mejor que hacer, no tienen los valores bien constituidos en su vida”, agregó.

Lugar de contención

Los adolescentes proponen que el barrio pueda contar con un lugar físico para contener a los chicos que necesitan ayuda para salir de la vida que tienen. Talleres o actividades que generen interés. “Hay que implementar un lugar donde se pueda sustentar a los jóvenes, sacarlos de eso”, remarcó Adrián.

Un punto en común que marcaron los adolescentes es que la respuesta tiene que ser inmediata. Que no pueden esperar más. “Vemos que la mayoría de las cosas, a largo plazo todo se soluciona. La historia de la Argentina demuestra que va creciendo, pero los problemas necesitamos que se resuelvan ahora. Empezar con pequeñas cosas. Que se muestre lo que se está viviendo”, dijo.

Hizo una clara descripción. “Cuando uno va por el barrio ve que están fumando tranquilamente, bebiendo. No hay problemas de ver tomando alcohol tampoco. El problema no es los que compran sino también los que venden. Los negocios lo hacen. Hay que cambiar esas cosas”, sugirió Adrián.

La droga

Admitió que la droga es también materia presente. “La droga se vive mucho en este barrio. Es una salida fácil. Un dinero fácil. Caen los más vulnerables, los que están más desprotegidos. Los que no tienen un padre o en hogares en los que están trabajando todo el día. No tienen lugar dónde quedarse. Si un amigo le ofrece algo, les dicen que sí y lo aceptan. No se dan cuenta que se meten en un círculo vicioso. Ahí empieza el robo y los problemas”, sintetizó el joven.

El empleo

Camila Galdamez intervino en la charla para referirse a la situación del empleo. Con respeto, conocimiento y hasta con una sonrisa, advirtió que es “urgente” el pedido que hacen respecto al trabajo. Su experiencia personal así lo indica. “Mi papá consigue sólo changas. A veces no. No hay trabajo y no es porque él no busque. Le pagan una miseria, no lo que deben. A veces hasta le dicen que le van a pagar y no le pagan por el trabajo que hizo. La realidad es que no hay trabajo digno. Dan becas o se sobrevive con planes”, expresó.

Camila refirió además que el ingreso al mercado laboral es un trastorno para los adolescentes. “Cuando salimos de la escuela nos piden experiencia. Somos jóvenes, no la tenemos. Pero tampoco contratan a hombres mayores”, indicó.

Adrián indicó que los políticos no brindan respuestas específicas. “Dijeron que van a reactivar el Parque Industrial. Es algo difícil. No sé si va a ser ahora o a largo plazo”, señaló.

El joven no se queda en el reclamo ni en la queja. Propone salidas porque conoce las calles del periférico barrio en que vive. “Si los chicos están ocupados, no estarían así. Un porcentaje cambiaría. Se necesita trabajo y un lugar donde se pueda cambiar la realidad”, sostuvo.

La escuela

La escuela es un ámbito de contención por excelencia. “En la escuela estamos luchando. Saliendo adelante. Es nueva, tiene pocas promociones. Ahora estamos tratando de abrir un centro de estudiantes. Que se interesen y cambien. Que sea un lugar de protección. Necesitamos ayuda. Son decisiones grandes. Es compromiso también. Con el tema de trabajo, algunos candidatos propusieron más que otros, pero no hubo respuesta concreta”, puntualizó.

Cada tema fue puntual. Miguel Huenuer se refirió al tema Cooperativa Eléctrica y pidió que se explique el motivo de los “aumentos excesivos” en las facturaciones y refirió además que hay servicios generales que se cobran sin que sean brindados.

La basura

La basura es otro problema que los preocupa. “Dicen que vienen a limpiar pero lamentablemente no se ve a la gente que está limpiando. Es un trabajo en el que se debe comprometer. Poner a las personas a trabajar”, resaltaron.

Y repudió la pegatina de carteles publicitarios de candidatos. “Ellos mismos producen basura. Yo no votaría más a una persona que tiene más carteles. Votaría a los más humildes. Y no hablo de pobreza. Es la actitud. Ellos producen basura. Si quieren cambiar algo tienen que ayudar. Comprometerse, generar conciencia para que despertemos”, remarcó Adrián.

Grata sorpresa

Macarena Silva admitió que el hecho de encontrarse con los candidatos en la escuela fue una grata sorpresa. “Deben acercarse ellos a la gente. Pero no por el voto sino siempre. Descubrimos cuáles fueron las palabras vacías y cuáles no. Los profesores nos dieron el puntapié para entender”.

Los chicos coinciden en afirmar: “Sabemos que tenemos el poder para proponer y hacer valer nuestros derechos. La idea es el elegir el mejor candidato pero también que nos escuchen pero siempre, no sólo ahora. Ahora seguro por las elecciones pero queremos verlos después también, cuando necesitamos trabajo o aprender algo”, indicaron.

Todos los jóvenes que estuvieron en la entrevista con Jornada votan en las próximas elecciones. Aún no tienen definido a quién, pero están haciendo un análisis pormenorizado de las personas y sus propuestas. “Si uno está bien atento, te das cuenta quién propone de verdad y quién lo hace por interés”, dicen.

Orgullo y valores

Adrián manifiesta públicamente el orgullo de cursar en la 793. “En lo personal, es un regocijo muy grande. He pasado por muchas escuelas. Esta es un hogar. Es increíble. Los profesores están porque quieren, no porque le paguen. Se interesan de tu vida. A veces llegas mal un día, tenés un problema y te respetan. Esa pregunta de “cómo andás” es importante”.

La vicedirectora cerró el debate con los candidatos pidiéndoles a ellos que expresen qué valor personal exhibirían como cuadro si les tocara ocupar el sillón de la intendencia. El pedido de la prestigiosa docente no fue fortuito. Es que en esa escuela se trabaja a partir de ahí: del amor, del respeto, de la libertad y las convicciones. Los chicos se expresan y los adultos contienen desde la mirada, una palabra y hasta una caricia.

“Hay pocas escuelas así”, dijo Adrián. “Nos inculcan el respeto y otros valores. Es un crecimiento, mejorarnos día a día. Es una muestra para los que hablan de igualdad y no lo cumplen. Acá sí hay igualdad. Resalto el trabajo de profesores, preceptores; ponen su tiempo para venir extra turno. Los porteros también. Nos abrieron un sábado a la mañana para juntar plata para el viaje de egresados. Se nota el deseo de crecer y cambiar. Ese es valor que nos inculcan”, concluyó.

Los jóvenes piensan y se expresan. Son conscientes de su realidad y quieren cambiarla. Hay docentes comprometidos con su trabajo y el producto está a la vida. Cada palabra, cada gesto, cada mirada de estos adolescentes demuestra que aún se puede. Que no todo está perdido.#

“Yo no votaría más a una persona que tiene más carteles. Votaría a los más humildes. Y no hablo de pobreza. Es la actitud. Ellos producen basura. Si quieren cambiar algo tienen que ayudar”, dijo Adrián.