Hungría: 175 kilómetros de alambrado de púas contra refugiados

El gobierno de Hungría informó hoy que concluyó la construcción de una valla de alambre de púas en la frontera con Croacia para impedir el paso a los refugiados y dijo que en los próximos días decidirá si la cierra efectivamente.

15 OCT 2015 - 18:58 | Actualizado 29 SEP 2022 - 21:18

El anuncio húngaro coincidió con la celebración en Bruselas de una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) para discutir la crisis migratoria, la peor en 70 años y de una magnitud que sólo en 2015 ha visto la llegada de más de 700.000 refugiados o migrantes a la UE a través del Mediterráneo.

Desde que se desató la crisis migratoria a causa de los conflictos que sufren varios países de Medio Oriente y el norte de África, además de la recesión económica y la falta de empleo, el gobierno de Hungría no dudó en tomar una posición dura ante miles de desamparados que huyen de las guerras.

A fines de agosto, la administración nacionalista y conservadora que conduce el primer ministro Viktor Orban construyó una valla alambrada de 175 kilómetros de longitud y metro y medio de altura a lo largo de su frontera con Serbia.

Y hoy anunció que concluyó la valla de alambre de púas de metro y medio de altura y un largo de 40 kilómetros en su frontera con Croacia.

"La alambrada de seguridad está terminada, el gobierno y las autoridades pueden cerrar la frontera" cuando así lo decidan, declaró el ministro de gobernación húngaro, Janos Lazar, en una rueda de prensa.

"En los próximos días el gobierno decidirá. Ya no hay trabas técnicas", señaló y destacó que el Ejecutivo decidirá sobre el cierre de la frontera con Croacia a la luz de los resultados de la cumbre que entre hoy y mañana celebran en Bruselas los líderes de la UE, de la que participa Orban.

Hace exactamente un mes, con la valla levantada, Hungría cerró su frontera con Serbia, por donde llegaban a diario miles de refugiados procedentes de las zonas en conflicto de Medio Oriente, en su mayoría desde Siria, sumida en un sangriento conflicto interno desde marzo de 2011.

"Desde entonces solo han llegado algunos centenares" de personas de Serbia, dijo Lazar y precisó que, por el contrario, actualmente entre 5.000 y 10.000 refugiados entran en Hungrí­a desde Croacia, informó la agencia de noticias EFE.

Después de que Budapest clausuró su frontera con Serbia, los refugiados que llegan a Europa por la llamada ruta de los Balcanes modificaron su camino y alcanzan Austria y Alemania cruzando por Croacia y Hungrí­a.

"Por eso, es necesario el cierre de la frontera" con Croacia, explicó el ministro húngaro.

Y detalló que desde que se cerró la frontera con Serbia, más de 180.000 refugiados llegaron a Hungría desde Croacia.

Lazar expresó su satisfacción por que la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, defendió la construcción de vallas que impidan las entradas ilegales.

Y en relación con el reparto de refugiados, reiteró que Hungrí­a está en contra del sistema de reparto de refugiado según cuotas vinculantes aprobado por la UE el mes pasado y que cooperará con Eslovaquia para "actuar conjuntamente" contra esa iniciativa, a la que también se oponen la República Checa y Polonia.

Se espera que el Parlamento de Budapest debata la postura oficial húngara respecto a las cuotas en las próximas semanas.

En este marco, la República Checa envió a Hungrí­a un contingente de 25 soldados que operan desde hoy en la frontera con Croacia para controlar los puntos limítrofes.

Según las autoridades húngaras, en lo que va del año interceptaron a más de 378.000 refugiados que entraron al paí­s de forma ilegal, una cifra que, según Lazar, podrá alcanzar los 700.000 a finales de 2015.

Tras abandonar su propio país, miles de refugiados llegaron a Hungría y no sólo se toparon con un muro, sino que en muchas ocasiones padecieron los gases lacrimógenos de la policía o fueron confinados en campamentos en pésimas condiciones, medidas criticadas por la ONU y grupos de derechos humanos.

15 OCT 2015 - 18:58

El anuncio húngaro coincidió con la celebración en Bruselas de una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) para discutir la crisis migratoria, la peor en 70 años y de una magnitud que sólo en 2015 ha visto la llegada de más de 700.000 refugiados o migrantes a la UE a través del Mediterráneo.

Desde que se desató la crisis migratoria a causa de los conflictos que sufren varios países de Medio Oriente y el norte de África, además de la recesión económica y la falta de empleo, el gobierno de Hungría no dudó en tomar una posición dura ante miles de desamparados que huyen de las guerras.

A fines de agosto, la administración nacionalista y conservadora que conduce el primer ministro Viktor Orban construyó una valla alambrada de 175 kilómetros de longitud y metro y medio de altura a lo largo de su frontera con Serbia.

Y hoy anunció que concluyó la valla de alambre de púas de metro y medio de altura y un largo de 40 kilómetros en su frontera con Croacia.

"La alambrada de seguridad está terminada, el gobierno y las autoridades pueden cerrar la frontera" cuando así lo decidan, declaró el ministro de gobernación húngaro, Janos Lazar, en una rueda de prensa.

"En los próximos días el gobierno decidirá. Ya no hay trabas técnicas", señaló y destacó que el Ejecutivo decidirá sobre el cierre de la frontera con Croacia a la luz de los resultados de la cumbre que entre hoy y mañana celebran en Bruselas los líderes de la UE, de la que participa Orban.

Hace exactamente un mes, con la valla levantada, Hungría cerró su frontera con Serbia, por donde llegaban a diario miles de refugiados procedentes de las zonas en conflicto de Medio Oriente, en su mayoría desde Siria, sumida en un sangriento conflicto interno desde marzo de 2011.

"Desde entonces solo han llegado algunos centenares" de personas de Serbia, dijo Lazar y precisó que, por el contrario, actualmente entre 5.000 y 10.000 refugiados entran en Hungrí­a desde Croacia, informó la agencia de noticias EFE.

Después de que Budapest clausuró su frontera con Serbia, los refugiados que llegan a Europa por la llamada ruta de los Balcanes modificaron su camino y alcanzan Austria y Alemania cruzando por Croacia y Hungrí­a.

"Por eso, es necesario el cierre de la frontera" con Croacia, explicó el ministro húngaro.

Y detalló que desde que se cerró la frontera con Serbia, más de 180.000 refugiados llegaron a Hungría desde Croacia.

Lazar expresó su satisfacción por que la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, defendió la construcción de vallas que impidan las entradas ilegales.

Y en relación con el reparto de refugiados, reiteró que Hungrí­a está en contra del sistema de reparto de refugiado según cuotas vinculantes aprobado por la UE el mes pasado y que cooperará con Eslovaquia para "actuar conjuntamente" contra esa iniciativa, a la que también se oponen la República Checa y Polonia.

Se espera que el Parlamento de Budapest debata la postura oficial húngara respecto a las cuotas en las próximas semanas.

En este marco, la República Checa envió a Hungrí­a un contingente de 25 soldados que operan desde hoy en la frontera con Croacia para controlar los puntos limítrofes.

Según las autoridades húngaras, en lo que va del año interceptaron a más de 378.000 refugiados que entraron al paí­s de forma ilegal, una cifra que, según Lazar, podrá alcanzar los 700.000 a finales de 2015.

Tras abandonar su propio país, miles de refugiados llegaron a Hungría y no sólo se toparon con un muro, sino que en muchas ocasiones padecieron los gases lacrimógenos de la policía o fueron confinados en campamentos en pésimas condiciones, medidas criticadas por la ONU y grupos de derechos humanos.


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