Piden la inmediata detención de uno de los condenados por la muerte de Amaya
Es Jorge Steding, exguardiacárcel de la Unidad 6. Había sido condenado en 2013 pero gozaba de prisión domiciliaria.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) de Comodoro Rivadavia pidió la inmediata detención de Jorge Osvaldo Steding, el exjefe de Requisa de la Unidad 6 de Rawson que fue condenado a 17 años de prisión en 2013 por la muerte del dirigente radical Mario Abel Amaya.
Steding fue detenido luego del juicio por orden del Tribunal Oral, pero poco después la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación Penal anuló esa decisión tras un recurso de la defensa y desde entonces estaba con prisión domiciliaria.
En el fallo fechado el pasado 30 de octubre, el TOF de Comodoro Rivadavia señala que “atento la resolución Nº 1.750/15 de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal mediante la cual se resolvió no hacer lugar al recurso extraordinario deducido por la Defensa de Steding y que el recurso de queja en trámite ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (…) no conmueve la ejecutabilidad de la sentencia, teniendo en cuenta el doble conforme, procédase a su inmediata detención y traslado para su alojamiento en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal.”
En julio pasado, la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación Penal había confirmado las condenas de Steding y de Osvaldo Fano, el ex director de la Unidad 6 por el delito de “tormentos agravado en concurso real con el delito de tormentos seguidos de muerte.” A este último, a una pena de 23 años, que cumple en prisión domiciliaria.
Junto a ellos había sido condenado a dos años por “encubrimiento” el conocido médico trelewense y dirigente radical Luis García, pero Casación –además de confirmar las condenas de Fane y Steding- decidió absolver a García.
El TOF había condenado a Fano y Steding no sólo por las torturas y la muerte de Amaya, sino también por las vejaciones en perjuicio de otro dirigente radical, Hipólito Solari Yrigoyen.
Para ambos, las penas se agravaron ya que los dirigentes de la Unión Cívica Radical eran perseguidos políticos y porque además, en agosto de 1976 Amaya murió a causa de los tormentos que auspiciaron y permitieron. También quedaron inhabilitados a perpetuidad para cargos públicos.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) de Comodoro Rivadavia pidió la inmediata detención de Jorge Osvaldo Steding, el exjefe de Requisa de la Unidad 6 de Rawson que fue condenado a 17 años de prisión en 2013 por la muerte del dirigente radical Mario Abel Amaya.
Steding fue detenido luego del juicio por orden del Tribunal Oral, pero poco después la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación Penal anuló esa decisión tras un recurso de la defensa y desde entonces estaba con prisión domiciliaria.
En el fallo fechado el pasado 30 de octubre, el TOF de Comodoro Rivadavia señala que “atento la resolución Nº 1.750/15 de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal mediante la cual se resolvió no hacer lugar al recurso extraordinario deducido por la Defensa de Steding y que el recurso de queja en trámite ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (…) no conmueve la ejecutabilidad de la sentencia, teniendo en cuenta el doble conforme, procédase a su inmediata detención y traslado para su alojamiento en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal.”
En julio pasado, la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación Penal había confirmado las condenas de Steding y de Osvaldo Fano, el ex director de la Unidad 6 por el delito de “tormentos agravado en concurso real con el delito de tormentos seguidos de muerte.” A este último, a una pena de 23 años, que cumple en prisión domiciliaria.
Junto a ellos había sido condenado a dos años por “encubrimiento” el conocido médico trelewense y dirigente radical Luis García, pero Casación –además de confirmar las condenas de Fane y Steding- decidió absolver a García.
El TOF había condenado a Fano y Steding no sólo por las torturas y la muerte de Amaya, sino también por las vejaciones en perjuicio de otro dirigente radical, Hipólito Solari Yrigoyen.
Para ambos, las penas se agravaron ya que los dirigentes de la Unión Cívica Radical eran perseguidos políticos y porque además, en agosto de 1976 Amaya murió a causa de los tormentos que auspiciaron y permitieron. También quedaron inhabilitados a perpetuidad para cargos públicos.