"La gente de (Rosario) Central está viendo que la despojaron, que la robaron", apuntó el delantero, en referencia a los decisivos errores arbitrales que cometieron el árbitro Diego Ceballos y uno de sus asistentes, el línea Marcelo Aumente.
"Es lamentable que hablemos de una final de Copa (Argentina) y no paremos de hablar de los árbitros", descerrajó Ruben, autor de cuatro tantos para los dirigidos por Eduardo Coudet en la certamen federal que se definió anoche en el estadio Mario Kempes de la ciudad de Córdoba.
"Nos quitaron de la mano la ilusión de poder pelear la Copa", se quejó el atacante que también supo vestir la camiseta de River Plate y Villarreal, de España, entre otras instituciones.
El enojo de la parcialidad del club de Arroyito se sustenta, básicamente, en dos acciones puntuales: haber anulado una aparente maniobra legítima que terminó en gol de Rubén (precisamente) y el insólito penal sancionado para Boca por el juez Ceballos, cuando Gino Peruzzi fue derribado fuera del área.
"Lo que pasó se vio. Pero no va a pasar y seguirá todo igual", se resignó Ruben, en torno a que es muy probable que la equivocación del juez pase inadvertida por completo.
"El malestar general que tenemos es porque nos metieron la mano en el bolsillo y nos arruinaron un año de trabajo", descerrajó el goleador.
"La gente de (Rosario) Central está viendo que la despojaron, que la robaron", apuntó el delantero, en referencia a los decisivos errores arbitrales que cometieron el árbitro Diego Ceballos y uno de sus asistentes, el línea Marcelo Aumente.
"Es lamentable que hablemos de una final de Copa (Argentina) y no paremos de hablar de los árbitros", descerrajó Ruben, autor de cuatro tantos para los dirigidos por Eduardo Coudet en la certamen federal que se definió anoche en el estadio Mario Kempes de la ciudad de Córdoba.
"Nos quitaron de la mano la ilusión de poder pelear la Copa", se quejó el atacante que también supo vestir la camiseta de River Plate y Villarreal, de España, entre otras instituciones.
El enojo de la parcialidad del club de Arroyito se sustenta, básicamente, en dos acciones puntuales: haber anulado una aparente maniobra legítima que terminó en gol de Rubén (precisamente) y el insólito penal sancionado para Boca por el juez Ceballos, cuando Gino Peruzzi fue derribado fuera del área.
"Lo que pasó se vio. Pero no va a pasar y seguirá todo igual", se resignó Ruben, en torno a que es muy probable que la equivocación del juez pase inadvertida por completo.
"El malestar general que tenemos es porque nos metieron la mano en el bolsillo y nos arruinaron un año de trabajo", descerrajó el goleador.