Pidieron 15 años de prisión para acusados de asesinar a una promotora
Un fiscal pidió 15 años de prisión para dos jóvenes acusados por el crimen de Dilma Pérez González, la promotora estrangulada en un departamento el día de su cumpleaños al salir de un boliche, en 2013, en La Matanza.
El fiscal Miguel Froncillo solicitó esa pena para Franco Distilo (22) y Matías Testa (24) tras considerarlos coautores del delito de "homicidio simple".
En tanto, el abogado Andrés Bonicalzi, representante de la familia de la víctima y de la ONG Ayuda a Víctimas de Violación (Avivi), requirió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza que los condenen a 14 años.
Por su parte, las defensas de los imputados pidieron la absolución porque, entre otras cosas, consideraron que no se comprobó el estrangulamiento de la promotora.
"Soy inocente, fue sólo una noche de excesos", dijo Distilo en sus "últimas palabras" antes del veredicto que se dará a conocer el próximo viernes a las 13.30.
El abogado Bonicalzi dijo a Télam que durante el juicio oral quedó acreditado que uno de los jóvenes sostuvo de los brazos a la víctima mientras su cómplice la estranguló.
"Ambos son responsables de la muerte de Dilma porque seguramente ella no accedió a tener relaciones sexuales", afirmó.
El letrado recordó que la autopsia dio como resultado que la joven sufrió un estrangulamiento y no que murió de sobredosis de cocaína como sostuvieron los acusados.
Es que en un primer momento los imputados declararon que encontraron a la promotora tirada en una esquina, con convulsiones, y que la llevaron al hospital.
Sin embargo, las imágenes de las cámaras de seguridad del boliche "La Majha", de la localidad de Gregorio de Laferrere, donde la víctima trabajaba de promotora y había ido a celebrar su vigésimo cumpleaños, captaron a Distilo y Testa salir momentos después que la víctima.
Tras el avance de la investigación, ambos acusados cambiaron su versión y dijeron que Dilma murió de sobredosis.
"En la autopsia encontraron una equimosis en la zona del cuello y la impronta de dedos, mientras que en la cara interna de ambos brazos también tenía equimosis", precisó Bonicalzi.
Además, el médico legista constató que los pulmones de la joven estaban con sangre, tal cual sucede cuando ocurre un estrangulamiento.
La muerte de la promotora se registró la del 31 de octubre de 2013, antes de ser llevada -ya fallecida- por tres jóvenes al hospital Paroissien, de la localidad de Isidro Casanova.
En la etapa de instrucción, los acusados dijeron que comenzaron a conversar con la promotora, que "estaba alcoholizada" y que la invitaron "a consumir cocaína", a lo que accedió.
Ambos aseguraron que la invitaron a acompañarlos y presuntamente la joven aceptó porque "quería seguir tomando", por lo que fueron todos juntos al departamento que un amigo tenía alquilado en la localidad de San Justo, que estaba vacío porque terminaba el contrato y debía devolverlo días más tarde.
Los jóvenes declararon que una vez allí el tercer amigo se fue porque debía ir a trabajar, que Testa se fue a acostar a una habitación y que Franco se quedó junto a Dilma conversando acostados en un colchón tirado en el piso de la cocina.
Los imputados relataron además que, si bien ninguno de ellos tomó cocaína, proveyeron de esa sustancia a la víctima, quien la habría consumido en gran cantidad.
Testa manifestó que Franco fue a despertarlo y le dijo a los gritos "vení, vení, se está muriendo", y que a continuación ambos trataron de socorrer a la víctima mientras sufría convulsiones y vomitaba.
El fiscal Miguel Froncillo solicitó esa pena para Franco Distilo (22) y Matías Testa (24) tras considerarlos coautores del delito de "homicidio simple".
En tanto, el abogado Andrés Bonicalzi, representante de la familia de la víctima y de la ONG Ayuda a Víctimas de Violación (Avivi), requirió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza que los condenen a 14 años.
Por su parte, las defensas de los imputados pidieron la absolución porque, entre otras cosas, consideraron que no se comprobó el estrangulamiento de la promotora.
"Soy inocente, fue sólo una noche de excesos", dijo Distilo en sus "últimas palabras" antes del veredicto que se dará a conocer el próximo viernes a las 13.30.
El abogado Bonicalzi dijo a Télam que durante el juicio oral quedó acreditado que uno de los jóvenes sostuvo de los brazos a la víctima mientras su cómplice la estranguló.
"Ambos son responsables de la muerte de Dilma porque seguramente ella no accedió a tener relaciones sexuales", afirmó.
El letrado recordó que la autopsia dio como resultado que la joven sufrió un estrangulamiento y no que murió de sobredosis de cocaína como sostuvieron los acusados.
Es que en un primer momento los imputados declararon que encontraron a la promotora tirada en una esquina, con convulsiones, y que la llevaron al hospital.
Sin embargo, las imágenes de las cámaras de seguridad del boliche "La Majha", de la localidad de Gregorio de Laferrere, donde la víctima trabajaba de promotora y había ido a celebrar su vigésimo cumpleaños, captaron a Distilo y Testa salir momentos después que la víctima.
Tras el avance de la investigación, ambos acusados cambiaron su versión y dijeron que Dilma murió de sobredosis.
"En la autopsia encontraron una equimosis en la zona del cuello y la impronta de dedos, mientras que en la cara interna de ambos brazos también tenía equimosis", precisó Bonicalzi.
Además, el médico legista constató que los pulmones de la joven estaban con sangre, tal cual sucede cuando ocurre un estrangulamiento.
La muerte de la promotora se registró la del 31 de octubre de 2013, antes de ser llevada -ya fallecida- por tres jóvenes al hospital Paroissien, de la localidad de Isidro Casanova.
En la etapa de instrucción, los acusados dijeron que comenzaron a conversar con la promotora, que "estaba alcoholizada" y que la invitaron "a consumir cocaína", a lo que accedió.
Ambos aseguraron que la invitaron a acompañarlos y presuntamente la joven aceptó porque "quería seguir tomando", por lo que fueron todos juntos al departamento que un amigo tenía alquilado en la localidad de San Justo, que estaba vacío porque terminaba el contrato y debía devolverlo días más tarde.
Los jóvenes declararon que una vez allí el tercer amigo se fue porque debía ir a trabajar, que Testa se fue a acostar a una habitación y que Franco se quedó junto a Dilma conversando acostados en un colchón tirado en el piso de la cocina.
Los imputados relataron además que, si bien ninguno de ellos tomó cocaína, proveyeron de esa sustancia a la víctima, quien la habría consumido en gran cantidad.
Testa manifestó que Franco fue a despertarlo y le dijo a los gritos "vení, vení, se está muriendo", y que a continuación ambos trataron de socorrer a la víctima mientras sufría convulsiones y vomitaba.