David Cameron volvió a pedir autorización para bombardeos

El primer ministro británico, David Cameron, anunció hoy que esta semana volverá a intentar que el Parlamento apruebe ataques aéreos contra el Estado Islámico (EI) en Siria, al tiempo que presentó planes para aumentar la capacidad de combate al yihadismo y de respuesta a ataques como los del 13-N en París.

23 NOV 2015 - 20:12 | Actualizado

El gobierno británico prevé destinar 12.000 millones de libras adicionales (17.040 millones de euros) al presupuesto de defensa durante la próxima década, según detalla la llamada Revisión de Defensa Estratégica y Seguridad que presentó Cameron ante la Cámara de los Comunes.

"El auge del Estado Islámico, la creciente inestabilidad en Medio Oriente, la crisis en Ucrania (...) Han convertido al mundo en un lugar más peligroso e incierto que hace cinco años", señaló el primer ministro, quien agregó que que el jueves defenderá ante el Parlamento extender a territorio sirio los ataques británicos contra el EI.

El Reino Unido prevé crear dos nuevas brigadas de despliegue rápido, con 5.000 miembros cada una -provenientes de la actual Armada-, dotadas con una nueva generación de vehículos blindados, de acuerdo a la Revisión de Defensa.

También adquirirá nueve bombarderos Boeing P-8, equipados con armamento contra embarcaciones y submarinos, así como al menos trece nuevas fragatas -incluidos ocho buques de guerra Tipo 26- y dos buques de control marítimo, agrega el documento, según informó la agencia de noticias EFE.

Entre la inversión prevista, el Gobierno dedicará 2.500 millones de libras (3.550 millones de euros) a mejorar sus servicios secretos, que contratarán a 1.900 nuevas personas para "asegurar que tienen los recursos necesarios para detectar y frenar amenazas".

El primer ministro avanzó además un nuevo "plan de contingencia" para afrontar ataques armados como los que dejaron 130 muertos en París el pasado día 13, que prevé movilizar hasta 10.000 militares para colaborar con la policía en caso de atentado.

En total, el gasto en defensa previsto por el Reino Unido en la próxima década ascenderá a 178.000 millones de libras (252.700 millones de euros).

"De nuestra seguridad nacional depende nuestra seguridad económica, y viceversa. El primer paso para mantener seguro al país es mantenernos económicamente fuertes y en los últimos cinco años hemos tomado medidas difíciles para equilibrar la economía", dijo Cameron.

"Nuestra renovada seguridad económica significa que hoy podemos invertir más en seguridad nacional, algo vital para afrontar los crecientes riesgos para el país", apuntó el primer ministro.

Cameron, que se reunió horas antes en París con el presidente de Francia, Francois Hollande, para coordinar las acciones contra el EI, confirmó que defenderá ante los diputados esta semana que el Reino Unido se una a los bombardeos internacionales contra los yihadistas en Siria.

Londres contribuye a los ataques al EI en Irak desde septiembre de 2014 pero no participa en operaciones armadas en Siria, dado que la Cámara de los Comunes vetó esas acciones en 2013, una decisión que Cameron buscará revisar previsiblemente con una nueva votación en las próximas semanas.

El grupo yihadista "no es un problema remoto a miles de kilómetros", sino que "se ha cobrado las vidas de rehenes británicos y ha perpetrado en las playas de Túnez el peor ataque terrorista contra ciudadanos del Reino Unido desde los atentados de Londres en 2005", dijo el premier conservador.

Para Cameron, los ataques británicos en Siria deben formar parte de "una estrategia amplia y a largo plazo para derrotar al Estado Islámico, en paralelo con los esfuerzos internacionales para poner término a la guerra en Siria".

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, señaló por su parte que "la seguridad depende de muchos más factores, además de la defensa".

"¿Cómo aplicará el Reino Unido las lecciones aprendidas en Libia, Irak, Afganistán y muchos otros escenarios para asegurarse de que se evitan nuevos errores desastrosos?", se preguntó Corbyn en respuesta al plan presentado por Cameron.

Para el líder laborista, el Reino Unido "necesita un Ejército sólido y fuerzas de seguridad para proteger a los ciudadanos", si bien consideró que "no hay contradicción entre trabajar en favor de la paz en el mundo y hacer lo necesario para mantener la seguridad en casa".

23 NOV 2015 - 20:12

El gobierno británico prevé destinar 12.000 millones de libras adicionales (17.040 millones de euros) al presupuesto de defensa durante la próxima década, según detalla la llamada Revisión de Defensa Estratégica y Seguridad que presentó Cameron ante la Cámara de los Comunes.

"El auge del Estado Islámico, la creciente inestabilidad en Medio Oriente, la crisis en Ucrania (...) Han convertido al mundo en un lugar más peligroso e incierto que hace cinco años", señaló el primer ministro, quien agregó que que el jueves defenderá ante el Parlamento extender a territorio sirio los ataques británicos contra el EI.

El Reino Unido prevé crear dos nuevas brigadas de despliegue rápido, con 5.000 miembros cada una -provenientes de la actual Armada-, dotadas con una nueva generación de vehículos blindados, de acuerdo a la Revisión de Defensa.

También adquirirá nueve bombarderos Boeing P-8, equipados con armamento contra embarcaciones y submarinos, así como al menos trece nuevas fragatas -incluidos ocho buques de guerra Tipo 26- y dos buques de control marítimo, agrega el documento, según informó la agencia de noticias EFE.

Entre la inversión prevista, el Gobierno dedicará 2.500 millones de libras (3.550 millones de euros) a mejorar sus servicios secretos, que contratarán a 1.900 nuevas personas para "asegurar que tienen los recursos necesarios para detectar y frenar amenazas".

El primer ministro avanzó además un nuevo "plan de contingencia" para afrontar ataques armados como los que dejaron 130 muertos en París el pasado día 13, que prevé movilizar hasta 10.000 militares para colaborar con la policía en caso de atentado.

En total, el gasto en defensa previsto por el Reino Unido en la próxima década ascenderá a 178.000 millones de libras (252.700 millones de euros).

"De nuestra seguridad nacional depende nuestra seguridad económica, y viceversa. El primer paso para mantener seguro al país es mantenernos económicamente fuertes y en los últimos cinco años hemos tomado medidas difíciles para equilibrar la economía", dijo Cameron.

"Nuestra renovada seguridad económica significa que hoy podemos invertir más en seguridad nacional, algo vital para afrontar los crecientes riesgos para el país", apuntó el primer ministro.

Cameron, que se reunió horas antes en París con el presidente de Francia, Francois Hollande, para coordinar las acciones contra el EI, confirmó que defenderá ante los diputados esta semana que el Reino Unido se una a los bombardeos internacionales contra los yihadistas en Siria.

Londres contribuye a los ataques al EI en Irak desde septiembre de 2014 pero no participa en operaciones armadas en Siria, dado que la Cámara de los Comunes vetó esas acciones en 2013, una decisión que Cameron buscará revisar previsiblemente con una nueva votación en las próximas semanas.

El grupo yihadista "no es un problema remoto a miles de kilómetros", sino que "se ha cobrado las vidas de rehenes británicos y ha perpetrado en las playas de Túnez el peor ataque terrorista contra ciudadanos del Reino Unido desde los atentados de Londres en 2005", dijo el premier conservador.

Para Cameron, los ataques británicos en Siria deben formar parte de "una estrategia amplia y a largo plazo para derrotar al Estado Islámico, en paralelo con los esfuerzos internacionales para poner término a la guerra en Siria".

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, señaló por su parte que "la seguridad depende de muchos más factores, además de la defensa".

"¿Cómo aplicará el Reino Unido las lecciones aprendidas en Libia, Irak, Afganistán y muchos otros escenarios para asegurarse de que se evitan nuevos errores desastrosos?", se preguntó Corbyn en respuesta al plan presentado por Cameron.

Para el líder laborista, el Reino Unido "necesita un Ejército sólido y fuerzas de seguridad para proteger a los ciudadanos", si bien consideró que "no hay contradicción entre trabajar en favor de la paz en el mundo y hacer lo necesario para mantener la seguridad en casa".


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