Después de la ronda característica comienzan los gritos: “Y Claudio no se va, y Claudio no se va”. Un emocionado Claudio Buezas levanta uno de sus brazos y comienza a recibir el saludo de sus compañeros de Patoruzú. Ese club que lo vio nacer, después llegó a Hindú donde fue campeón, el Otorohanga de Nueva Zelanda y su paso por el rugby italiano. Un emblema de los “Indios” que el fin de semana colgó los botines y se despidió a lo grande. En su cancha, con su gente y con victoria contundente ante el rival de toda la vida. Por las dudas y ante la consulta periodística, el ahora ex centro de los “Pato” confirmó su retiro.
“Si, es una decisión tomada. Es una cuestión física, estoy muy golpeado, tengo lesiones atrasadas en las cuales tendría que entrar en operaciones y demás. Son etapas, la verdad es que pensé que iba a durar todo el año, ya entrenar me cuesta, me duele todo”
-Habías empezado el año con esa expectativa, después de entrenar al equipo en 2010
- La verdad es que me entreno y me siento bien, pero mis rodillas no quieren más, pasa más que nada por ese lado.
El grupo que se armó es bárbaro, creo que puedo seguir colaborando desde el costado de la cancha, siempre voy a estar, este es mi club y es mi grupo, ahora es mi grupo también. Había muchos chicos que no conocía, los entrené el año pasado. En mi pequeña vuelta como jugador venía entrenado hace varios meses con ellos, son parte mía, los tomó como parte de mis amigos, como grupo que quiero que le vaya bien y voy a seguir aportando desde donde pueda.
-Después de haber dejado de jugar en la elite del rugby, era importante despedirte en tu club
- La verdad que sí. De Europa volví muy cansado al punto que ya no quería jugar más, por eso estuve parado tres años, pero me parecía que era una deuda pendiente más que nada por la gente, la gente que a uno lo quiere y que me pedían que me retirara con la camiseta del club y me pareció que valía la pena aunque sea un esfuerzo para eso. Me entrené fuerte durante tres meses para poder entrar a una cancha y devolver un poco todo lo que me dio Patoruzú en mis inicios. Acordarme de toda la gente que me entrenó cuando era chico y que me formó como persona, que creo me ayudó después en el resto de mi carrera en otras ciudades y clubes y que me vaya bien, creo que es una manera de agradecer a toda la gente que aportó a mi educación rugbística.#
Después de la ronda característica comienzan los gritos: “Y Claudio no se va, y Claudio no se va”. Un emocionado Claudio Buezas levanta uno de sus brazos y comienza a recibir el saludo de sus compañeros de Patoruzú. Ese club que lo vio nacer, después llegó a Hindú donde fue campeón, el Otorohanga de Nueva Zelanda y su paso por el rugby italiano. Un emblema de los “Indios” que el fin de semana colgó los botines y se despidió a lo grande. En su cancha, con su gente y con victoria contundente ante el rival de toda la vida. Por las dudas y ante la consulta periodística, el ahora ex centro de los “Pato” confirmó su retiro.
“Si, es una decisión tomada. Es una cuestión física, estoy muy golpeado, tengo lesiones atrasadas en las cuales tendría que entrar en operaciones y demás. Son etapas, la verdad es que pensé que iba a durar todo el año, ya entrenar me cuesta, me duele todo”
-Habías empezado el año con esa expectativa, después de entrenar al equipo en 2010
- La verdad es que me entreno y me siento bien, pero mis rodillas no quieren más, pasa más que nada por ese lado.
El grupo que se armó es bárbaro, creo que puedo seguir colaborando desde el costado de la cancha, siempre voy a estar, este es mi club y es mi grupo, ahora es mi grupo también. Había muchos chicos que no conocía, los entrené el año pasado. En mi pequeña vuelta como jugador venía entrenado hace varios meses con ellos, son parte mía, los tomó como parte de mis amigos, como grupo que quiero que le vaya bien y voy a seguir aportando desde donde pueda.
-Después de haber dejado de jugar en la elite del rugby, era importante despedirte en tu club
- La verdad que sí. De Europa volví muy cansado al punto que ya no quería jugar más, por eso estuve parado tres años, pero me parecía que era una deuda pendiente más que nada por la gente, la gente que a uno lo quiere y que me pedían que me retirara con la camiseta del club y me pareció que valía la pena aunque sea un esfuerzo para eso. Me entrené fuerte durante tres meses para poder entrar a una cancha y devolver un poco todo lo que me dio Patoruzú en mis inicios. Acordarme de toda la gente que me entrenó cuando era chico y que me formó como persona, que creo me ayudó después en el resto de mi carrera en otras ciudades y clubes y que me vaya bien, creo que es una manera de agradecer a toda la gente que aportó a mi educación rugbística.#