Repudio internacional a las ejecuciones en Arabia Saudita

La ONU, Amnistía Internacional (AI) y Francia repudiaron hoy el uso de la pena de muerte en Arabia Saudita luego que esa monarquía ejecutara ayer a 47 personas, al mismo tiempo que la oposición alemana reclamó a su gobierno que rompa la "alianza estratégica" con ese poderoso gobierno islamista.

03 ENE 2016 - 13:20 | Actualizado

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, en cambio, criticó al gobierno de Irán por denunciar las ejecuciones y priorizó el principio de "no injerencia en los asuntos internos de los Estados" para defender a Arabia Saudita, uno de sus miembros.

Ayer, en un hecho inesperado, la monarquía conservadora sunnita de Arabia Saudita ejecutó a 47 condenados a muerte de forma simultánea con sables y fusiles. Las víctimas eran principalmente extremistas sunnitas, muchos de ellos miembros de Al Qaeda, pero también incluyeron a cuatro disidentes chiitas, entre ellos al jeque chiita y cabeza de una de las familias más importantes de esta rama del islam, Nimr Baqir Al Nimr.

El jeque chiita fue una de las caras visibles de las protestas antigubernamentales de 2011 y 2012, inspiradas en los levantamientos conocidos como la Primavera Árabe, que por entonces sacudían a muchos de los países vecinos, inclusive derrocando a longevos gobernantes autoritarios.

Las autoridades sauditas acusaron al jeque Al Nimr de "lanzar una guerra contra Dios" a través de sus críticas feroces a una monarquía que gobierna desde los años 30 uno de los países más ricos en petróleo del mundo y uno de los aliados más incondicionales de Estados Unidos en Medio Oriente.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, puso hoy en duda que la monarquía saudita haya respetado las garantías procesales en el juicio y la condena del jeque Al Nimr.

"Bajo la legislación internacional de derechos humanos, la pena de muerte puede ser sólo impuesta, en los países en los que existe este castigo, si se han cumplido una serie de requerimientos de procedimiento y se ha llevado a cabo un juicio justo", advirtió el referente en un comunicado, difundido desde Ginebra, Suiza.

"Las condenas no pueden ser basadas en confesiones obtenidas mediante torturas y malos tratos. La aplicación de la pena de muerte en estas circunstancias es inconcebible dado que la pena de muerte no se puede revertir y dado que cualquier sistema judicial puede cometer errores", agregó, citado por la agencia de noticias EFE.

AI también condenó la ejecución del clérigo chiita.

"El asesinato del jeque Al Nimr sugiere que las autoridades de Arabia Saudita están utilizando la pena de muerte en nombre de la lucha contra el terrorismo para ajustar cuentas y aplastar a los disidentes", denunció en otro comunicado el director de la organización para Medio Oriente y el norte de África, Philip Luther.

"Ejecutar estas sentencias a muerte cuando hay serias dudas respecto a la legitimidad del juicio es una justicia monstruosa e irreversible", agregó.

Por su parte, el gobierno de Francia también "deploró profundamente la ejecución el sábado en Arabia Saudita de 47 personas, entre ellas un jefe religioso chiita".

Tanto Francia como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos son parte de una coalición internacional, de la que también participa Arabia Saudita, para combatir en Medio Oriente a la milicia extremista Estado Islámico (EI), un grupo que impone por la fuerza una interpretación ultraconservadora del islam, muy similar a la profesa la monarquía saudita.

La oposición de izquierda alemana hoy recordó esta contradicción.

El líder de Los Verdes, Cem Özdemir acusó al gobierno de Angela Merkel de anteponer los "intereses económicos y las exportaciones armamentísticas" y su alianza contra el EI a la defensa de los derechos humanos.

En declaraciones a la página web RedaktionsNetzwerk, Özdemir no sólo destacó el "intolerable silencio" de Berlín tras las ejecuciones de ayer, sino que sostuvo que esta pena capital se aplicó "con los mismo métodos que utiliza el EI".

Tanto los Verdes como todo la bancada parlamentaria conocida como La Izquierda condenaron las ejecuciones sauditas y, con ellas, la férrea alianza con Berlín.

03 ENE 2016 - 13:20

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, en cambio, criticó al gobierno de Irán por denunciar las ejecuciones y priorizó el principio de "no injerencia en los asuntos internos de los Estados" para defender a Arabia Saudita, uno de sus miembros.

Ayer, en un hecho inesperado, la monarquía conservadora sunnita de Arabia Saudita ejecutó a 47 condenados a muerte de forma simultánea con sables y fusiles. Las víctimas eran principalmente extremistas sunnitas, muchos de ellos miembros de Al Qaeda, pero también incluyeron a cuatro disidentes chiitas, entre ellos al jeque chiita y cabeza de una de las familias más importantes de esta rama del islam, Nimr Baqir Al Nimr.

El jeque chiita fue una de las caras visibles de las protestas antigubernamentales de 2011 y 2012, inspiradas en los levantamientos conocidos como la Primavera Árabe, que por entonces sacudían a muchos de los países vecinos, inclusive derrocando a longevos gobernantes autoritarios.

Las autoridades sauditas acusaron al jeque Al Nimr de "lanzar una guerra contra Dios" a través de sus críticas feroces a una monarquía que gobierna desde los años 30 uno de los países más ricos en petróleo del mundo y uno de los aliados más incondicionales de Estados Unidos en Medio Oriente.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, puso hoy en duda que la monarquía saudita haya respetado las garantías procesales en el juicio y la condena del jeque Al Nimr.

"Bajo la legislación internacional de derechos humanos, la pena de muerte puede ser sólo impuesta, en los países en los que existe este castigo, si se han cumplido una serie de requerimientos de procedimiento y se ha llevado a cabo un juicio justo", advirtió el referente en un comunicado, difundido desde Ginebra, Suiza.

"Las condenas no pueden ser basadas en confesiones obtenidas mediante torturas y malos tratos. La aplicación de la pena de muerte en estas circunstancias es inconcebible dado que la pena de muerte no se puede revertir y dado que cualquier sistema judicial puede cometer errores", agregó, citado por la agencia de noticias EFE.

AI también condenó la ejecución del clérigo chiita.

"El asesinato del jeque Al Nimr sugiere que las autoridades de Arabia Saudita están utilizando la pena de muerte en nombre de la lucha contra el terrorismo para ajustar cuentas y aplastar a los disidentes", denunció en otro comunicado el director de la organización para Medio Oriente y el norte de África, Philip Luther.

"Ejecutar estas sentencias a muerte cuando hay serias dudas respecto a la legitimidad del juicio es una justicia monstruosa e irreversible", agregó.

Por su parte, el gobierno de Francia también "deploró profundamente la ejecución el sábado en Arabia Saudita de 47 personas, entre ellas un jefe religioso chiita".

Tanto Francia como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos son parte de una coalición internacional, de la que también participa Arabia Saudita, para combatir en Medio Oriente a la milicia extremista Estado Islámico (EI), un grupo que impone por la fuerza una interpretación ultraconservadora del islam, muy similar a la profesa la monarquía saudita.

La oposición de izquierda alemana hoy recordó esta contradicción.

El líder de Los Verdes, Cem Özdemir acusó al gobierno de Angela Merkel de anteponer los "intereses económicos y las exportaciones armamentísticas" y su alianza contra el EI a la defensa de los derechos humanos.

En declaraciones a la página web RedaktionsNetzwerk, Özdemir no sólo destacó el "intolerable silencio" de Berlín tras las ejecuciones de ayer, sino que sostuvo que esta pena capital se aplicó "con los mismo métodos que utiliza el EI".

Tanto los Verdes como todo la bancada parlamentaria conocida como La Izquierda condenaron las ejecuciones sauditas y, con ellas, la férrea alianza con Berlín.


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