Familiares, amigos y vecinos de Esquel participaron de una marcha callejera pidiendo justicia por el homicidio de Simón Sandoval. La caminata fue encabezada por la madre de la víctima, Ana Rodríguez, que se inició en 25 de Mayo y Alvear y que concluyó en Tribunales. Leyó un documento y cuestionó a la justicia por el arresto domiciliario a Felipe Huentequeo, único imputado por el crimen a la salida del Bar “No se dice”.
En el edificio, Rodríguez se dirigió a la Justicia y leyó un duro documento en el que expresó que es inadmisible que muchas personas estén ajenas al dolor en relación a los jueces y aseveró entre lágrimas que están inmóviles y desentendidos de la situación que atraviesa Esquel. Aseguró que todos los vecinos de la ciudad deben comprometerse y participar porque uno nunca sabe cuando le puede tocar. “Si no estamos organizados no podemos estar seguros, hay que ser parte y ayudar”, comentó.
“Tenemos que hacer un llamado a la reflexión a la Justicia como Poder independiente”, y señaló que la vida perdida no se devuelve y deben garantizarse los derechos fundamentales de la comunidad.
“Las víctimas y la comunidad pretendemos que hagan su trabajo y que sean responsables a la hora de tomar decisiones porque somos seres humanos, no animales y menos objetos”, dijo Rodríguez.
“Señores fiscales encárguense e investiguen responsablemente buscando pruebas objetivas que lleven a una condena firme e irrevocable”, manifestó.
Asimismo señaló que los jueces condenen a los culpables para que paguen por su culpa. “No queremos delincuentes sueltos, queremos una comunidad en paz y para eso necesitamos medidas ejemplificadoras”, dijo.
En este sentido indicó que quien cometa un delito sepa que va a tener que pagar con años tras las rejas “sino la impunidad se va a seguir llevando vidas”. “Hoy le tocó a mi hijo Simón, Elba Porri, Pilar Codesal y por eso tenemos que exigir que esto no siga pasando”.
Familiares, amigos y vecinos de Esquel participaron de una marcha callejera pidiendo justicia por el homicidio de Simón Sandoval. La caminata fue encabezada por la madre de la víctima, Ana Rodríguez, que se inició en 25 de Mayo y Alvear y que concluyó en Tribunales. Leyó un documento y cuestionó a la justicia por el arresto domiciliario a Felipe Huentequeo, único imputado por el crimen a la salida del Bar “No se dice”.
En el edificio, Rodríguez se dirigió a la Justicia y leyó un duro documento en el que expresó que es inadmisible que muchas personas estén ajenas al dolor en relación a los jueces y aseveró entre lágrimas que están inmóviles y desentendidos de la situación que atraviesa Esquel. Aseguró que todos los vecinos de la ciudad deben comprometerse y participar porque uno nunca sabe cuando le puede tocar. “Si no estamos organizados no podemos estar seguros, hay que ser parte y ayudar”, comentó.
“Tenemos que hacer un llamado a la reflexión a la Justicia como Poder independiente”, y señaló que la vida perdida no se devuelve y deben garantizarse los derechos fundamentales de la comunidad.
“Las víctimas y la comunidad pretendemos que hagan su trabajo y que sean responsables a la hora de tomar decisiones porque somos seres humanos, no animales y menos objetos”, dijo Rodríguez.
“Señores fiscales encárguense e investiguen responsablemente buscando pruebas objetivas que lleven a una condena firme e irrevocable”, manifestó.
Asimismo señaló que los jueces condenen a los culpables para que paguen por su culpa. “No queremos delincuentes sueltos, queremos una comunidad en paz y para eso necesitamos medidas ejemplificadoras”, dijo.
En este sentido indicó que quien cometa un delito sepa que va a tener que pagar con años tras las rejas “sino la impunidad se va a seguir llevando vidas”. “Hoy le tocó a mi hijo Simón, Elba Porri, Pilar Codesal y por eso tenemos que exigir que esto no siga pasando”.