En Damasco se respira un ambiente electoral con infinidad de carteles de los distintos candidatos que inundan cada rincón de la ciudad y llaman la atención las numerosas caras de jóvenes y de mujeres que se ven en los afiches, que conviven con los carteles omnipresentes del presidente sirio, Bashar al Assad.
Al Assad, precisamente, defendió hoy la legitimidad de las elecciones legislativas de las críticas occidentales, según aseguró un grupo de senadores rusos que fue recibido por el líder del país árabe.
"Durante la reunión, Assad aludió a las declaraciones de (el secretario de Estado de EEUU) John Kerry sobre la legitimidad de los comicios y subrayó que para él es más importante la opinión del pueblo sirio que las valoraciones de los representantes occidentales", señaló Dmitri Sablin a medios rusos.
Según el senador ruso, Assad destacó que "en Siria existe una activa vida política. Cerca de 12.000 personas participarán como candidatos en los comicios parlamentarios (...), más que en muchos países occidentales".
Y subrayó la “importancia de este proceso destacando la participación sin precedentes de los ciudadanos sirios"
Según el presidente sirio, la activa participación de los sirios "se explica en primer lugar en que los sirios creen en que el diálogo político permitirá la rápida instauración de la paz".
Pero más allá de los candidatos, sobrevuela como eje casi central el tema de los refugiados. La gente espera que las elecciones sirvan para que los compatriotas fuera del país puedan regresar y que "la situación vuelva a ser como antes (de la guerra) e incluso mucho mejor", según sintetizó a la agencia EFE, Intisar, de 58 años.
Los millones de refugiados no podrán, sin embargo, concurrir a las urnas, a diferencia de lo ocurrido en las elecciones presidenciales de 2014, en las que Al Assad renovó su mandato. En aquella ocasión había una circunscripción única, mientras que en esta cada elector tiene que votar en el distrito electoral al que pertenece.
Felizmente la calma reinó en los últimos días en la capital, donde prácticamente ha desaparecido el ruido de combates en la periferia y los disparos de proyectiles de mortero desde el extrarradio.
No obstante, la seguridad es extrema con puestos de control militares, que registran el interior de los vehículos y vigilan cualquier movimiento sospechoso.
Los edificios institucionales, como la sede del Parlamento, también están blindados frente a cualquier intento de ataque con una importante presencia castrense en sus accesos y en calles aledañas.
En un banco de un parque en el barrio damasceno de Al Hamra, Instar se sienta con la mirada perdida. Lleva sin saber nada de su hija desaparecida desde hace cinco años y ve estos comicios con optimismo.
"El ambiente ha mejorado mucho. Espero que Dios permita que todo el mundo pueda volver algún día a sus casas", confiesa esa mujer calada por el dolor pero atravesada también por la esperanza de un cambio que le devuelva a su hija.
Según datos de la Comisión Judicial Suprema para las Elecciones (CJSE), 3.450 candidatos se postularon a estas elecciones para las que se habilitarán 7.191 centros de votación en las áreas bajo el control del Gobierno en todas las provincias, menos en Al Raqa e Idleb.
Al Raqa, en el noreste, está dominada por el grupo extremista Estado Islámico (EI), mientras que la mayor parte de Idleb, en el noroeste del país, está controlada por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
Las últimas legislativas en Siria se llevaron a cabo el 7 de mayo de 2012 y en ellas ganó por mayoría absoluta la alianza política del partido gobernante Baaz.
El funcionario Ezedin Mohamed, de 39 años de edad, coincide al igual que otros de sus compatriotas consultados en la capital siria en que la situación en el país ha mejorado considerablemente.
Y es que estas legislativas se celebran tras una serie de victorias del Ejército nacional, apoyado por la aviación de Rusia, en la provincia central de Homs, donde ha logrado arrebatar al EI el control de la localidad monumental de Palmira.
La votación coincide mañana con el inicio de una nueva ronda de conversaciones en Ginebra, auspiciadas por la ONU, entre una delegación del Gobierno y otra de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), la principal alianza opositora.
El Ejecutivo sirio anunció su intención de participar "sin precondiciones" en esta nueva etapa del diálogo, al que se incorporará a partir del próximo viernes debido a la celebración de los comicios.
Los comicios se desarrollarán entre las 7 (una de la madrugada argentina) y las 19 horas (13 de Argentina), aunque la CJSE puede extender el horario de votación por un máximo de cinco horas si lo considera necesario.
En Damasco se respira un ambiente electoral con infinidad de carteles de los distintos candidatos que inundan cada rincón de la ciudad y llaman la atención las numerosas caras de jóvenes y de mujeres que se ven en los afiches, que conviven con los carteles omnipresentes del presidente sirio, Bashar al Assad.
Al Assad, precisamente, defendió hoy la legitimidad de las elecciones legislativas de las críticas occidentales, según aseguró un grupo de senadores rusos que fue recibido por el líder del país árabe.
"Durante la reunión, Assad aludió a las declaraciones de (el secretario de Estado de EEUU) John Kerry sobre la legitimidad de los comicios y subrayó que para él es más importante la opinión del pueblo sirio que las valoraciones de los representantes occidentales", señaló Dmitri Sablin a medios rusos.
Según el senador ruso, Assad destacó que "en Siria existe una activa vida política. Cerca de 12.000 personas participarán como candidatos en los comicios parlamentarios (...), más que en muchos países occidentales".
Y subrayó la “importancia de este proceso destacando la participación sin precedentes de los ciudadanos sirios"
Según el presidente sirio, la activa participación de los sirios "se explica en primer lugar en que los sirios creen en que el diálogo político permitirá la rápida instauración de la paz".
Pero más allá de los candidatos, sobrevuela como eje casi central el tema de los refugiados. La gente espera que las elecciones sirvan para que los compatriotas fuera del país puedan regresar y que "la situación vuelva a ser como antes (de la guerra) e incluso mucho mejor", según sintetizó a la agencia EFE, Intisar, de 58 años.
Los millones de refugiados no podrán, sin embargo, concurrir a las urnas, a diferencia de lo ocurrido en las elecciones presidenciales de 2014, en las que Al Assad renovó su mandato. En aquella ocasión había una circunscripción única, mientras que en esta cada elector tiene que votar en el distrito electoral al que pertenece.
Felizmente la calma reinó en los últimos días en la capital, donde prácticamente ha desaparecido el ruido de combates en la periferia y los disparos de proyectiles de mortero desde el extrarradio.
No obstante, la seguridad es extrema con puestos de control militares, que registran el interior de los vehículos y vigilan cualquier movimiento sospechoso.
Los edificios institucionales, como la sede del Parlamento, también están blindados frente a cualquier intento de ataque con una importante presencia castrense en sus accesos y en calles aledañas.
En un banco de un parque en el barrio damasceno de Al Hamra, Instar se sienta con la mirada perdida. Lleva sin saber nada de su hija desaparecida desde hace cinco años y ve estos comicios con optimismo.
"El ambiente ha mejorado mucho. Espero que Dios permita que todo el mundo pueda volver algún día a sus casas", confiesa esa mujer calada por el dolor pero atravesada también por la esperanza de un cambio que le devuelva a su hija.
Según datos de la Comisión Judicial Suprema para las Elecciones (CJSE), 3.450 candidatos se postularon a estas elecciones para las que se habilitarán 7.191 centros de votación en las áreas bajo el control del Gobierno en todas las provincias, menos en Al Raqa e Idleb.
Al Raqa, en el noreste, está dominada por el grupo extremista Estado Islámico (EI), mientras que la mayor parte de Idleb, en el noroeste del país, está controlada por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
Las últimas legislativas en Siria se llevaron a cabo el 7 de mayo de 2012 y en ellas ganó por mayoría absoluta la alianza política del partido gobernante Baaz.
El funcionario Ezedin Mohamed, de 39 años de edad, coincide al igual que otros de sus compatriotas consultados en la capital siria en que la situación en el país ha mejorado considerablemente.
Y es que estas legislativas se celebran tras una serie de victorias del Ejército nacional, apoyado por la aviación de Rusia, en la provincia central de Homs, donde ha logrado arrebatar al EI el control de la localidad monumental de Palmira.
La votación coincide mañana con el inicio de una nueva ronda de conversaciones en Ginebra, auspiciadas por la ONU, entre una delegación del Gobierno y otra de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), la principal alianza opositora.
El Ejecutivo sirio anunció su intención de participar "sin precondiciones" en esta nueva etapa del diálogo, al que se incorporará a partir del próximo viernes debido a la celebración de los comicios.
Los comicios se desarrollarán entre las 7 (una de la madrugada argentina) y las 19 horas (13 de Argentina), aunque la CJSE puede extender el horario de votación por un máximo de cinco horas si lo considera necesario.