Este fin de semana baile familiar con Melvin y su conjunto”. La frase podía ir acompañada de cualquier otro dato que diera una orientación sobre la institución organizadora del evento y el lugar de reunión.
Sin embargo, la sola mención de Melvin fue durante décadas y para los habitantes de las localidades del Valle una marca registrada que de modo inevitable aludía a la música, al baile y las grandes reuniones sociales.
Una leyenda urbana
Melville Richards o “Melvin”, como se lo conoció desde 28 de Julio a Puerto Madryn y la región, falleció ayer a los 83 años y desde ayer sus restos son velados en las instalaciones del Club Social y Deportivo Dolavon.
Con él se va una parte importante de la cultura popular valletana, cimentada tras más de medio siglo con la música, primero al lado del maestro Domingo Celano y después liderando orquestas. Nacido en el corazón del valle y en el seno de una familia de productores, Melvin abrazó la música en su adolescencia. Quienes lo conocieron aseguran que por aquellos años y ante los acordes de un primer instrumento, con un “buen oído” y al lado del maestro Celano fue donde hizo sus primeros pasos, como tantos aficionados y entusiastas de aquella época, tan particular y única en todos los aspectos.
Desde aquel momento su vida estuvo compartida entre su tarea como productor rural, su afición a la música y su familia. Fue uno de los integrantes de la orquesta de “Cilano”, tal como se conocía popularmente por aquellos años al Soberano del Valle y fue allí que compartió escenario con Herbert Evans, Daniel Aravena, Ivano Roberts, Arindel Griffiths, Horacio Richards y Tito Lugüercio, entre otros. Varios de ellos acompañaron después en su camino musical a Melvin, ya cuando el maestro Celano había desaparecido.
Los grupos de Melvin
“La típica del Valle” o simplemente “Melvin y su conjunto”, fueron algunos de los nombres que utilizaban las orquestas en las cuales el bandoneonista participó y en gran parte lideró.
Su aporte a la vida social del valle, como la de tantos otros músicos, permanecerá como un recuerdo permanente. Los bailes organizadados por las cooperadoras escolares, fiestas de fin año, casamientos y toda celebración regional que tuviera como entre sus atractivos la música y el baile no podría prescindir de su presencia, que era acompañada frecuentemente por otros artistas o el reconocido DJ`s “Funyo de la púa”.
Melville Richards formó su familia en Dolavon, donde se casó con Bertha Brunt –fallecida en 2014- con quien tuvo tres hijos varones y una hija. Según se informó ayer, sus restos recibirán sepultura hoy a las 11 en el Cementerio Municipal de Dolavon.
Este fin de semana baile familiar con Melvin y su conjunto”. La frase podía ir acompañada de cualquier otro dato que diera una orientación sobre la institución organizadora del evento y el lugar de reunión.
Sin embargo, la sola mención de Melvin fue durante décadas y para los habitantes de las localidades del Valle una marca registrada que de modo inevitable aludía a la música, al baile y las grandes reuniones sociales.
Una leyenda urbana
Melville Richards o “Melvin”, como se lo conoció desde 28 de Julio a Puerto Madryn y la región, falleció ayer a los 83 años y desde ayer sus restos son velados en las instalaciones del Club Social y Deportivo Dolavon.
Con él se va una parte importante de la cultura popular valletana, cimentada tras más de medio siglo con la música, primero al lado del maestro Domingo Celano y después liderando orquestas. Nacido en el corazón del valle y en el seno de una familia de productores, Melvin abrazó la música en su adolescencia. Quienes lo conocieron aseguran que por aquellos años y ante los acordes de un primer instrumento, con un “buen oído” y al lado del maestro Celano fue donde hizo sus primeros pasos, como tantos aficionados y entusiastas de aquella época, tan particular y única en todos los aspectos.
Desde aquel momento su vida estuvo compartida entre su tarea como productor rural, su afición a la música y su familia. Fue uno de los integrantes de la orquesta de “Cilano”, tal como se conocía popularmente por aquellos años al Soberano del Valle y fue allí que compartió escenario con Herbert Evans, Daniel Aravena, Ivano Roberts, Arindel Griffiths, Horacio Richards y Tito Lugüercio, entre otros. Varios de ellos acompañaron después en su camino musical a Melvin, ya cuando el maestro Celano había desaparecido.
Los grupos de Melvin
“La típica del Valle” o simplemente “Melvin y su conjunto”, fueron algunos de los nombres que utilizaban las orquestas en las cuales el bandoneonista participó y en gran parte lideró.
Su aporte a la vida social del valle, como la de tantos otros músicos, permanecerá como un recuerdo permanente. Los bailes organizadados por las cooperadoras escolares, fiestas de fin año, casamientos y toda celebración regional que tuviera como entre sus atractivos la música y el baile no podría prescindir de su presencia, que era acompañada frecuentemente por otros artistas o el reconocido DJ`s “Funyo de la púa”.
Melville Richards formó su familia en Dolavon, donde se casó con Bertha Brunt –fallecida en 2014- con quien tuvo tres hijos varones y una hija. Según se informó ayer, sus restos recibirán sepultura hoy a las 11 en el Cementerio Municipal de Dolavon.