El acuerdo, que fue firmado ayer en la capilla Virgen de los Milagros de Caacupé de la villa 21-14, busca afianzar el trabajo conjunto que llevan adelante las Agencias Territoriales de Acceso a la Justicia (Atajos) y las parroquias ubicadas en los barrios vulnerables de la ciudad.
Según informó la Procuración, el convenio fue suscripto entre Gils Carbó y el vicario general del arzobispado de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, a quien acompañaron los sacerdotes de la pastoral villera porteña.
“El diálogo entre el Ministerio Público y la Iglesia es fundamental para llegar a los barrios. Estamos acá para acercarle el Estado a los más vulnerables. Nuestro granito de arena será ahora más efectivo gracias a la Iglesia", destacó la procuradora en el acto de firma.
Por su parte, monseñor Sucunza sostuvo que “la misericordia y la justicia no son oponentes, sino complementarios”, celebró el acuerdo porque “consolida la familia” y expresó que “ser hermanos es escribir la justicia con mayúsculas”.
“Este acuerdo permite crear un puente para ayudar a los vecinos y vecinas de nuestros barrios para que puedan acceder a la justicia. Eso son los Atajos. Y la justicia se trata de eso, de que la gente viva mejor”, destacó el padre Gustavo Carrara, del Bajo Flores.
Según se informó, el convenio implica desde la asistencia mutua y colaboración en atención jurídica, derivación, contención, facilitación judicial y enlace de personas en condición de vulnerabilidad que sean víctimas de conflictos comunitarios y que presentan obstáculos para el acceso efectivo a la justicia y el ejercicio de sus derechos.
El acuerdo se suma a otros convenios recientemente suscriptos con el obispado de Quilmes y el padre José María “Pepe” Di Paola, que permitirán extender la tarea de la procuración a los partidos bonaerenses de Quilmes, Berazategui, Florencio Varela y San Martín.
El acuerdo, que fue firmado ayer en la capilla Virgen de los Milagros de Caacupé de la villa 21-14, busca afianzar el trabajo conjunto que llevan adelante las Agencias Territoriales de Acceso a la Justicia (Atajos) y las parroquias ubicadas en los barrios vulnerables de la ciudad.
Según informó la Procuración, el convenio fue suscripto entre Gils Carbó y el vicario general del arzobispado de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, a quien acompañaron los sacerdotes de la pastoral villera porteña.
“El diálogo entre el Ministerio Público y la Iglesia es fundamental para llegar a los barrios. Estamos acá para acercarle el Estado a los más vulnerables. Nuestro granito de arena será ahora más efectivo gracias a la Iglesia", destacó la procuradora en el acto de firma.
Por su parte, monseñor Sucunza sostuvo que “la misericordia y la justicia no son oponentes, sino complementarios”, celebró el acuerdo porque “consolida la familia” y expresó que “ser hermanos es escribir la justicia con mayúsculas”.
“Este acuerdo permite crear un puente para ayudar a los vecinos y vecinas de nuestros barrios para que puedan acceder a la justicia. Eso son los Atajos. Y la justicia se trata de eso, de que la gente viva mejor”, destacó el padre Gustavo Carrara, del Bajo Flores.
Según se informó, el convenio implica desde la asistencia mutua y colaboración en atención jurídica, derivación, contención, facilitación judicial y enlace de personas en condición de vulnerabilidad que sean víctimas de conflictos comunitarios y que presentan obstáculos para el acceso efectivo a la justicia y el ejercicio de sus derechos.
El acuerdo se suma a otros convenios recientemente suscriptos con el obispado de Quilmes y el padre José María “Pepe” Di Paola, que permitirán extender la tarea de la procuración a los partidos bonaerenses de Quilmes, Berazategui, Florencio Varela y San Martín.