La producción de hortalizas y verduras en los parques productivos de Puerto Madryn está en pleno desarrollo. Uno de los puntos es en el parque agroindustrial donde se encuentra el emprendimiento de Máximo Crisel, quien logró cosechar zapallos de 25 kilos, regándolos con agua tratada.
No es la primera vez que la producción le da tan buen rinde sino que hace un par de años tuvo resultados que llamaron la atención de otros productores por el volumen y el tamaño.
“Hay que regarlos y en resguardo por el viento. Si no, no salen”, afirmó el productor que lleva 10 años en un lugar de difícil acceso y que logró abrirse paso con el trabajo permanente de la tierra. La condición climática es clave para el resultado de la producción. Dos años atrás el emprendimiento logró cosechar 600 kilos de zapallo aunque esta temporada no logrará un volumen similar por el frío.
El productor aclaró que el gran tamaño no afecta el sabor de los zapallos, que “son sabrosos como cualquier producto de otro lado. Nosotros lo consumimos con mi familia y mis amigos de manera normal”, además de comentar que “todo aquello que plantamos sale y en muy buena cantidad”.
Crisel es cauto respecto a la comercialización de su producción ya que es regada con agua de reuso, y asegura que junto a su familia los consumieron sin que les genere trastornos.
La producción de hortalizas y verduras en los parques productivos de Puerto Madryn está en pleno desarrollo. Uno de los puntos es en el parque agroindustrial donde se encuentra el emprendimiento de Máximo Crisel, quien logró cosechar zapallos de 25 kilos, regándolos con agua tratada.
No es la primera vez que la producción le da tan buen rinde sino que hace un par de años tuvo resultados que llamaron la atención de otros productores por el volumen y el tamaño.
“Hay que regarlos y en resguardo por el viento. Si no, no salen”, afirmó el productor que lleva 10 años en un lugar de difícil acceso y que logró abrirse paso con el trabajo permanente de la tierra. La condición climática es clave para el resultado de la producción. Dos años atrás el emprendimiento logró cosechar 600 kilos de zapallo aunque esta temporada no logrará un volumen similar por el frío.
El productor aclaró que el gran tamaño no afecta el sabor de los zapallos, que “son sabrosos como cualquier producto de otro lado. Nosotros lo consumimos con mi familia y mis amigos de manera normal”, además de comentar que “todo aquello que plantamos sale y en muy buena cantidad”.
Crisel es cauto respecto a la comercialización de su producción ya que es regada con agua de reuso, y asegura que junto a su familia los consumieron sin que les genere trastornos.