Los iraníes votaron en segunda vuelta legislativa

Los iraníes votaron hoy en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, que los reformistas y moderados esperan ganar para componer un Parlamento favorable a la política aperturista del presidente Hasan Rohani.

29 ABR 2016 - 18:13 | Actualizado

La jornada electoral discurrió con normalidad salvo un incidente en el distrito de Mamasaní, en la provincia de Fars, en donde se produjo un tiroteo con heridos cuyas circunstancias no fueron aclaradas por las autoridades, así como diversas denuncias sobre compra de votos en algunas circunscripciones que fueron desmentidas por los responsables de la votación.

Esta elección sólo se realizó en 55 circunscripciones de 21 provincias del país, mayoritariamente zonas rurales y poco pobladas, y a ella estuvieron llamados unos 17 millones de iraníes, menos de la mitad del censo electoral.

Teherán, la circunscripción más grande y disputada del país, no participó en esta segunda ronda, ya que sus 30 diputados fueron adjudicados en bloque el pasado febrero a los candidatos reformistas y moderados aliados del presidente Rohaní.

En otras grandes ciudades tampoco hubo votación, o si la hubo fue para designar tan solo uno o dos diputados, lo que le restó tensión a la jornada, que incluso fue seguida con relativamente poca atención por los medios iraníes.

Al igual que en febrero, las autoridades alargaron la jornada electoral en mas de dos horas, aduciendo una gran afluencia de público a las urnas, reportó la agencia de noticias EFE.

Según informó el ministro del Interior iraní, Abdolreza Rahmaní Fazlí, los resultados oficiales podrían estar listos a primera hora de la mañana del sábado, ya que el recuento arrancó nada más cerrarse las 15.350 mesas electorales dispuestas para la ocasión.

Los candidatos que concurrieron a estos comicios -aquellos que en febrero resultaron más votados en cada circunscripción sin alcanzar el mínimo del 25% de los sufragios requeridos para entrar en el Parlamento- mantuvieron una campaña de perfil bajo que se centró en la labor de Rohaní, y en su política de apertura.

Sin campaña en Teherán, donde generalmente concurren como candidatos las grandes figuras de la política local, éstos intervinieron para apoyar a los diversos candidatos y cómo estos podrán ayudar al presidente en el Parlamento o cómo podrán combatir sus medidas.

Se espera que el resultado de la votación no cambie sustancialmente la correlación de fuerzas en el Majlís, cámara compuesta por 290 diputados y que tras las elecciones de febrero vio a los "principalistas" (conservadores) mantenerse como la mayor fuerza parlamentaria pero sin poder para torpedear al Gobierno.

Durante la campaña el líder reformista Mohamadreza Aref, cuya lista pulverizó las previsiones en Teherán, pidió el voto masivo a los ciudadanos para romper "el aislamiento" y las "sanciones" que pesaban sobre el país y vaticinó que si se repetía la afluencia a las urnas de febrero (un 64% del censo), su grupo podría obtener un mínimo de 40 de los 68 diputados en liza.

En febrero los reformistas multiplicaron ya su presencia parlamentaria, y de cumplirse las previsiones de Aref para estos comicios podrían impedir cualquier ataque parlamentario al gobierno o llegar a arrebatar a los "principalistas" su papel como fuerza mayoritaria en el Majlís.

29 ABR 2016 - 18:13

La jornada electoral discurrió con normalidad salvo un incidente en el distrito de Mamasaní, en la provincia de Fars, en donde se produjo un tiroteo con heridos cuyas circunstancias no fueron aclaradas por las autoridades, así como diversas denuncias sobre compra de votos en algunas circunscripciones que fueron desmentidas por los responsables de la votación.

Esta elección sólo se realizó en 55 circunscripciones de 21 provincias del país, mayoritariamente zonas rurales y poco pobladas, y a ella estuvieron llamados unos 17 millones de iraníes, menos de la mitad del censo electoral.

Teherán, la circunscripción más grande y disputada del país, no participó en esta segunda ronda, ya que sus 30 diputados fueron adjudicados en bloque el pasado febrero a los candidatos reformistas y moderados aliados del presidente Rohaní.

En otras grandes ciudades tampoco hubo votación, o si la hubo fue para designar tan solo uno o dos diputados, lo que le restó tensión a la jornada, que incluso fue seguida con relativamente poca atención por los medios iraníes.

Al igual que en febrero, las autoridades alargaron la jornada electoral en mas de dos horas, aduciendo una gran afluencia de público a las urnas, reportó la agencia de noticias EFE.

Según informó el ministro del Interior iraní, Abdolreza Rahmaní Fazlí, los resultados oficiales podrían estar listos a primera hora de la mañana del sábado, ya que el recuento arrancó nada más cerrarse las 15.350 mesas electorales dispuestas para la ocasión.

Los candidatos que concurrieron a estos comicios -aquellos que en febrero resultaron más votados en cada circunscripción sin alcanzar el mínimo del 25% de los sufragios requeridos para entrar en el Parlamento- mantuvieron una campaña de perfil bajo que se centró en la labor de Rohaní, y en su política de apertura.

Sin campaña en Teherán, donde generalmente concurren como candidatos las grandes figuras de la política local, éstos intervinieron para apoyar a los diversos candidatos y cómo estos podrán ayudar al presidente en el Parlamento o cómo podrán combatir sus medidas.

Se espera que el resultado de la votación no cambie sustancialmente la correlación de fuerzas en el Majlís, cámara compuesta por 290 diputados y que tras las elecciones de febrero vio a los "principalistas" (conservadores) mantenerse como la mayor fuerza parlamentaria pero sin poder para torpedear al Gobierno.

Durante la campaña el líder reformista Mohamadreza Aref, cuya lista pulverizó las previsiones en Teherán, pidió el voto masivo a los ciudadanos para romper "el aislamiento" y las "sanciones" que pesaban sobre el país y vaticinó que si se repetía la afluencia a las urnas de febrero (un 64% del censo), su grupo podría obtener un mínimo de 40 de los 68 diputados en liza.

En febrero los reformistas multiplicaron ya su presencia parlamentaria, y de cumplirse las previsiones de Aref para estos comicios podrían impedir cualquier ataque parlamentario al gobierno o llegar a arrebatar a los "principalistas" su papel como fuerza mayoritaria en el Majlís.


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