Parlamento griego reforma jubilaciones e impuestos y crece la bronca
El Parlamento griego aprobó hoy la reforma de las jubilaciones y del sistema impositivo con la que el Gobierno heleno espera cumplir los compromisos con sus acreedores internacionales, en una jornada de protestas contra el ajuste, huelga general y disturbios con cinco detenidos.
El nuevo paquete legislativo, aprobado horas antes de que se reúna el Eurogrupo, se compone de las reformas de las jubilaciones, de los impuestos directos y de los indirectos, lo que permitirá economizar 5.400 millones de euros anuales.
De este modo, según promete el primer ministro Alexis Tsipras, se conseguirá en 2018 un superávit primario del 3,5% del PIB tal y como lo prevé el programa del tercer rescate firmado el pasado verano.
Tsipras, subrayó que el sistema de jubilaciones será con esta reforma "sostenible sin recortar las jubilaciones principales" y prometió además que "para más de dos millones de jubilados no habrá ni un solo euro de recorte".
A lo largo de toda la jornada se produjeron manifestaciones en la capital del país, la más numerosa frente al Parlamento, que llegó a reunir a 10.000 personas y en la que se produjeron disturbios aislados con la policía durante los cuales fueron detenidas cinco personas.
Fue también el segundo día de huelga general y entre los disturbios registrados, agentes griegos respondieron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras a un grupo de manifestantes que arrojó cócteles molotov, piedras y bengalas y la policía realizó las detenciones.
Mientras esto sucedía puertas afuera, en el recinto Tsipras defendió ante el pleno de la Cámara las reformas que finalmente se aprobaron esta noche para cumplir con los compromisos alcanzados con los acreedores internacionales del país.
"Nos comprometimos reformar el sistema de pensiones sin reducir las pensiones principales y lo conseguimos. El sistema necesitaba una reforma porque es complejo, socialmente injusto y clientelista. Y no corresponde al estado financiero del país", aseguró el mandatario heleno.
Asimismo, mientras la policía reprimía a los manifestantes, Tsipras remarcó que el sistema aprobado hoy "tiene como objetivo llegar a un sistema sostenible que garantice las pensiones con justicia social".
Esta mañana, el sindicato PAME -vinculado al Partido Comunista (KKE)- convocó a unas 7.000 personas, mientras que a la tarde el sindicato del sector público (ADEDY) reunió a más de 10.000 frente al Parlamento, con la intención de presionar a los diputados que en ese momento comenzaban a discutir las reformas.
Las reformas que logró aprobar el gobierno permitirán, según Tsipras, llegar a un superávit primario del 3,5% del PBI, una meta impuesta por los grandes acreedores de Atenas: el FMI, Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
El gobierno necesita tener estas reformas aprobadas antes de la reunión que mantendrá mañana lunes con el Eurogrupo, el foro que convoca a los ministros de Finanzas de los países miembros de la Eurozona.
En esta reunión, Grecia debe demostrar que cumplió con todos los requisitos pedidos por los acreedores internacionales para poder acceder a la primera serie de fondos del último rescate firmado.
El nuevo paquete legislativo, aprobado horas antes de que se reúna el Eurogrupo, se compone de las reformas de las jubilaciones, de los impuestos directos y de los indirectos, lo que permitirá economizar 5.400 millones de euros anuales.
De este modo, según promete el primer ministro Alexis Tsipras, se conseguirá en 2018 un superávit primario del 3,5% del PIB tal y como lo prevé el programa del tercer rescate firmado el pasado verano.
Tsipras, subrayó que el sistema de jubilaciones será con esta reforma "sostenible sin recortar las jubilaciones principales" y prometió además que "para más de dos millones de jubilados no habrá ni un solo euro de recorte".
A lo largo de toda la jornada se produjeron manifestaciones en la capital del país, la más numerosa frente al Parlamento, que llegó a reunir a 10.000 personas y en la que se produjeron disturbios aislados con la policía durante los cuales fueron detenidas cinco personas.
Fue también el segundo día de huelga general y entre los disturbios registrados, agentes griegos respondieron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras a un grupo de manifestantes que arrojó cócteles molotov, piedras y bengalas y la policía realizó las detenciones.
Mientras esto sucedía puertas afuera, en el recinto Tsipras defendió ante el pleno de la Cámara las reformas que finalmente se aprobaron esta noche para cumplir con los compromisos alcanzados con los acreedores internacionales del país.
"Nos comprometimos reformar el sistema de pensiones sin reducir las pensiones principales y lo conseguimos. El sistema necesitaba una reforma porque es complejo, socialmente injusto y clientelista. Y no corresponde al estado financiero del país", aseguró el mandatario heleno.
Asimismo, mientras la policía reprimía a los manifestantes, Tsipras remarcó que el sistema aprobado hoy "tiene como objetivo llegar a un sistema sostenible que garantice las pensiones con justicia social".
Esta mañana, el sindicato PAME -vinculado al Partido Comunista (KKE)- convocó a unas 7.000 personas, mientras que a la tarde el sindicato del sector público (ADEDY) reunió a más de 10.000 frente al Parlamento, con la intención de presionar a los diputados que en ese momento comenzaban a discutir las reformas.
Las reformas que logró aprobar el gobierno permitirán, según Tsipras, llegar a un superávit primario del 3,5% del PBI, una meta impuesta por los grandes acreedores de Atenas: el FMI, Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
El gobierno necesita tener estas reformas aprobadas antes de la reunión que mantendrá mañana lunes con el Eurogrupo, el foro que convoca a los ministros de Finanzas de los países miembros de la Eurozona.
En esta reunión, Grecia debe demostrar que cumplió con todos los requisitos pedidos por los acreedores internacionales para poder acceder a la primera serie de fondos del último rescate firmado.