A cambio ofrece un ambicioso plan de inversiones en Chubut que incluye la construcción de un parque eólico y de la central hidroeléctrica La Elena, sobre el río Carrenleufú, además de la detención en el corto plazo, de manera “temporaria y excepcional”, de una de las líneas de producción de la planta de Puerto Madryn, que le permitiría a la empresa revender 200 Mw de potencia no consumida a CAMMESA y así alimentar el debilitado mercado eléctrico nacional. Las inversiones redondarían los U$S 650 millones, según fuentes del sector.
El pedido de Aluar tiene por objetivo asegurar la calidad y continuidad del suministro eléctrico de su planta de Madryn “a precios que permitan la viabilidad de su actividad”, escribió Madanes Quintanilla.
Aunque la empresa se aseguró en su momento la provisión de uno de sus insumos básicos adquiriendo en 1995 y por 30 años el 59% de Hidroeléctrica Futaleufú, realizó inversiones en equipos de generación eléctrica y abrochó contratos de provisión de gas de largo plazo, las distorsiones en el mercado eléctrico y del gas natural –según Madanes Quintanilla- afectaron a la compañía por la aparición de nuevos cargos aplicables a la energía eléctrica comercializada en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), a lo que se sumaron restricciones al suministro de gas por una resolución del Enargas.
Beneficios
Lo que Aluar le pide a Aranguren es no pagar los cargos adicionales del Mercado Eléctrico Mayorista y que se arbitren los medios necesarios para que los contratos de largo plazo firmados con los productores de gas se cumplan.
Asimismo, Madanes Quintanilla le pide a Aranguren la “necesidad de extender” el plazo del contrato de provisión de energía eléctrica entre Hidroeléctrica Futaleufú y Aluar. Aunque las dos empresas son de su propiedad, la concesión de la hidroeléctrica se extiende hasta 2025 y en ese entonces podría haber un cambio de accionistas. Pero Aluar necesita asegurarse la energía para funcionar mucho más allá en el tiempo y por eso quiere anticiparse.
Obras
Si este escenario que reclama la compañía tiene aceptación en el Gobierno nacional, Aluar proyecta construir un parque eólico de 200 Mw: la mitad de la energía generada estará destinada a la planta de Madryn y la otra mitad al mercado eléctrico, algo que en el Gobierno de Mauricio Macri ven con buenos ojos.
La otra inversión prometida es la central La Elena, un emprendimiento de 100 Mw que demandaría una inversión de U$S 250 millones sobe el río Carrenleufú, en la zona cordillerana de Chubut. Para ello, Aluar necesita obtener dos cosas: los permisos ambientales correspondientes y la expropiación de las tierras comprometidas, para lo que necesitará los buenos oficios tanto del Gobierno nacional como del provincial.
“De todos modos, en caso de resultar imposible sortear estos escollos se prevé la posibilidad de sustituir este proyecto por otro parque eólico de igual potencia”, le aclara Madanes Quintanilla a Aranguren.
A cambio ofrece un ambicioso plan de inversiones en Chubut que incluye la construcción de un parque eólico y de la central hidroeléctrica La Elena, sobre el río Carrenleufú, además de la detención en el corto plazo, de manera “temporaria y excepcional”, de una de las líneas de producción de la planta de Puerto Madryn, que le permitiría a la empresa revender 200 Mw de potencia no consumida a CAMMESA y así alimentar el debilitado mercado eléctrico nacional. Las inversiones redondarían los U$S 650 millones, según fuentes del sector.
El pedido de Aluar tiene por objetivo asegurar la calidad y continuidad del suministro eléctrico de su planta de Madryn “a precios que permitan la viabilidad de su actividad”, escribió Madanes Quintanilla.
Aunque la empresa se aseguró en su momento la provisión de uno de sus insumos básicos adquiriendo en 1995 y por 30 años el 59% de Hidroeléctrica Futaleufú, realizó inversiones en equipos de generación eléctrica y abrochó contratos de provisión de gas de largo plazo, las distorsiones en el mercado eléctrico y del gas natural –según Madanes Quintanilla- afectaron a la compañía por la aparición de nuevos cargos aplicables a la energía eléctrica comercializada en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), a lo que se sumaron restricciones al suministro de gas por una resolución del Enargas.
Beneficios
Lo que Aluar le pide a Aranguren es no pagar los cargos adicionales del Mercado Eléctrico Mayorista y que se arbitren los medios necesarios para que los contratos de largo plazo firmados con los productores de gas se cumplan.
Asimismo, Madanes Quintanilla le pide a Aranguren la “necesidad de extender” el plazo del contrato de provisión de energía eléctrica entre Hidroeléctrica Futaleufú y Aluar. Aunque las dos empresas son de su propiedad, la concesión de la hidroeléctrica se extiende hasta 2025 y en ese entonces podría haber un cambio de accionistas. Pero Aluar necesita asegurarse la energía para funcionar mucho más allá en el tiempo y por eso quiere anticiparse.
Obras
Si este escenario que reclama la compañía tiene aceptación en el Gobierno nacional, Aluar proyecta construir un parque eólico de 200 Mw: la mitad de la energía generada estará destinada a la planta de Madryn y la otra mitad al mercado eléctrico, algo que en el Gobierno de Mauricio Macri ven con buenos ojos.
La otra inversión prometida es la central La Elena, un emprendimiento de 100 Mw que demandaría una inversión de U$S 250 millones sobe el río Carrenleufú, en la zona cordillerana de Chubut. Para ello, Aluar necesita obtener dos cosas: los permisos ambientales correspondientes y la expropiación de las tierras comprometidas, para lo que necesitará los buenos oficios tanto del Gobierno nacional como del provincial.
“De todos modos, en caso de resultar imposible sortear estos escollos se prevé la posibilidad de sustituir este proyecto por otro parque eólico de igual potencia”, le aclara Madanes Quintanilla a Aranguren.