El que se quema con leche ve una vaca y llora”, dijo el dirigente justicialista cordillerano Ricardo Bestene. Remarcó que Aluar paga la energía eléctrica cuatro veces más barata que un vecino de Esquel y Trevelin, y en ese contexto reclamó la ley del Marco Regulatorio Hídrico de la Cuenca del Futaleufú, exhortando a Provincia “a corregir la injusta situación, e impedir la reedición del acuerdo Menem–Maestro con Madanes Quintanilla”.
Bestene salió con dureza al cruce de la iniciativa planteada por los propietarios de Aluar para construir una nueva represa hidroeléctrica, La Elena, ahora sobre el río Carrenleufú. “Nuevamente estamos ante una definición trascendente respecto del mega negocio hidroeléctrico de Futaleufú-Aluar,y los municipios de la cuenca del Futaleufú, propietarios del agua, estamos nuevamente ausentes en el proceso de toma de decisiones”.
Recalcó que la presentación del grupo económico Madanes Quintanilla al ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, para prorrogar el contrato de concesión de Hidroeléctrica Futaleufú y la propuesta para construir La Elena “noslleva irremediablemente a recordar la nefasta política energética acordada en los 90”.
Entre el entonces presidente Carlos Menem y el gobernador Carlos Maestro, “permitieron al grupo Madanes Quintanilla acceder a la titularidad del paquete accionario mayoritario del complejo hidroeléctrico Futaleufú, por 170 millones de dólares”. Así “dejaron en total y absoluta ausencia a los municipios de Esquel, Trevelin y Cholila en la fabulosa renta hídrica”.
“Quedamos fuera no sólo de la debida compensación económica por el uso del agua de la cuenca desde ese momento en adelante, sino también en la reparación histórica originada en el pasivo ambiental que la ejecución de esa obra provocó”.
Afirmó que “sólo la creación de un Fondo Provincial de insignificante monto, luego derogado por la gestión provincial de Carlos Maestro; la absurda regalía hidroeléctrica de $ 300.000 por año que recibe Esquel y 52 empleados en Futaleufú, es la contraprestación por el aporte de nuestra agua a un mega negocio que factura anualmente 10.000 millones de pesos, la tercera parte del presupuesto de Chubut”.
El que se quema con leche ve una vaca y llora”, dijo el dirigente justicialista cordillerano Ricardo Bestene. Remarcó que Aluar paga la energía eléctrica cuatro veces más barata que un vecino de Esquel y Trevelin, y en ese contexto reclamó la ley del Marco Regulatorio Hídrico de la Cuenca del Futaleufú, exhortando a Provincia “a corregir la injusta situación, e impedir la reedición del acuerdo Menem–Maestro con Madanes Quintanilla”.
Bestene salió con dureza al cruce de la iniciativa planteada por los propietarios de Aluar para construir una nueva represa hidroeléctrica, La Elena, ahora sobre el río Carrenleufú. “Nuevamente estamos ante una definición trascendente respecto del mega negocio hidroeléctrico de Futaleufú-Aluar,y los municipios de la cuenca del Futaleufú, propietarios del agua, estamos nuevamente ausentes en el proceso de toma de decisiones”.
Recalcó que la presentación del grupo económico Madanes Quintanilla al ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, para prorrogar el contrato de concesión de Hidroeléctrica Futaleufú y la propuesta para construir La Elena “noslleva irremediablemente a recordar la nefasta política energética acordada en los 90”.
Entre el entonces presidente Carlos Menem y el gobernador Carlos Maestro, “permitieron al grupo Madanes Quintanilla acceder a la titularidad del paquete accionario mayoritario del complejo hidroeléctrico Futaleufú, por 170 millones de dólares”. Así “dejaron en total y absoluta ausencia a los municipios de Esquel, Trevelin y Cholila en la fabulosa renta hídrica”.
“Quedamos fuera no sólo de la debida compensación económica por el uso del agua de la cuenca desde ese momento en adelante, sino también en la reparación histórica originada en el pasivo ambiental que la ejecución de esa obra provocó”.
Afirmó que “sólo la creación de un Fondo Provincial de insignificante monto, luego derogado por la gestión provincial de Carlos Maestro; la absurda regalía hidroeléctrica de $ 300.000 por año que recibe Esquel y 52 empleados en Futaleufú, es la contraprestación por el aporte de nuestra agua a un mega negocio que factura anualmente 10.000 millones de pesos, la tercera parte del presupuesto de Chubut”.