El primer paro nacional petrolero en diez años, otro “logro” del Gobierno de Macri

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25 JUN 2016 - 21:56 | Actualizado

Por primera vez en una década, todos los sindicatos que agrupan a trabajadores petroleros de la Argentina convocaron para mañana y pasado a un paro de 48 horas en reclamo de mejoras salariales.

Macri lo hizo. Es tan amplio el consenso logrado por los trabajadores del sector, que hasta el líder de los petroleros de la cuenca neuquina, el senador Guillermo Pereyra, un hombre cercano a Hugo Moyano y de muy buenos lazos con el Gobierno macrista, se puso al frente del reclamo junto a su par chubutense, Jorge “Loma” Ávila, un dirigente que viene cuestionando con dureza la actuación del Gobierno nacional en la crisis petrolera.

Ambos coinciden en un reclamo unánime: 30% de aumento salarial de junio a diciembre de este año y, además, un pago único de hasta $ 50.000 por la desactualización de los sueldos en el primer semestre del año.

Ayer, los petroleros de Chubut con Ávila a la cabeza discutieron los pasos a seguir en el marco del conflicto con las operadoras. No sólo ratificaron el paro de 48 horas sino que advirtieron que la medida podría profundizarse a partir del viernes o del lunes de la semana próxima. No descartaron que sea de 72 horas y luego por tiempo indeterminado

El reclamo de los petroleros no es distinto al que vienen realizando desde principios de año, con el permanente tira y afloje con las empresas del sector por el tema de los despidos. Esta vez, además, el Gobierno nacional podría quedar otra vez expuesto ante un reclamo mayor si es que el paro, como se prevé, afecta la producción de petróleo y gas. Si a los tarifazos se le agrega una falta de combustibles y fluido en las hornallas, la combinación puede ser muy grave para el Gobierno de Mauricio Macri, que ya no habla del despegue del “segundo semestre” y admite que este año no podrá contener la inflación por debajo del 42%.

Tira y afloje

Con la oferta del 20% de aumento hasta diciembre y de un fijo de $ 15.000, las operadoras no lograron calmar los ánimos de los gremios. El Gobierno nacional participó de la última reunión en la que las partes no se acercaron ni un poco al objetivo, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se fue del encuentro preocupado porque el paro de mañana y pasado no afectará sólo a las provincias fanáticas de las remeras, sino que se sentirá en todo el país.

El Gobierno intentó relativizar el poder del primer paro nacional petrolero en diez años con cuestiones políticas. Es verdad, en parte: tanto Ávila en Chubut como Pereyra en Neuquén tienen antes de finales de año elecciones claves en sus gremios, y ninguno de los dos tiene el triunfo asegurado. Es más, el “Loma” ve movimientos a su alrededor y sabe que del resultado que tenga esta negociación paritaria, con paro nacional incluido, dependerán mucho las posibilidades de sus opositores en el sindicato.

Pereyra, además, tiene aspiraciones más importantes. Cree que puede ser uno de los dirigentes que integre la futura conducción de la CGT unificada, un trámite para nada sencillo que se definirá el 22 de agosto.

Es un aliado político del macrismo pero no puede inmolarse por el presidente porque eso significaría incinerar sus aspiraciones de ocupar un lugar de peso en la CGT.

Para Ávila y para Pereyra, además, conseguir menos de 30% de aumento en esta paritaria, cuando el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, admite un piso de inflación de 42%, sería un resultado difícil de explicar en una reunión con las bases. Sobre todo a pocos meses de ir a las urnas para revalidar su liderazgo interno.

Lobby norteamericano

Al vicegobernador Mariano Arcioni le tocó bailar con una fea en esta breve gestión que le toca encabezar hasta el regreso de Mario Das Neves: presidir una reunión de la OFEPHI, la organización de provincias productoras de hidrocarburos, que preside el gobernador chubutense.

Arcioni anunció que este martes habrá una reunión importante en Buenos Aires con el fin de destrabar el paro petrolero –no el de 48 horas sino uno peor que podría anunciarse para la semana próxima- y deslizó alguna crítica a la posición extrema de los gremios: “Hay que respetar lo firmado, la paritaria formal debe ser en agosto”, afirmó el vice.

En su paso por Buenos Aires, Arcioni recibió en la Casa del Chubut nada más y nada menos que al embajador de Estados Unidos, Noah Mamet. No fue una visita de protocolo. El emisario norteamericano fue a hacer lo que mejor saben hacer los embajadores de ese país: lobby. Esta vez, a favor de las empresas de su país que están interesadas en invertir en energías renovables.

El interés del embajador Mamet trajo a la memoria la visita de un antecesor suyo, Earl Anthony Wayne, quien en 2007 y 2008 desembarcó varias veces en Rawson, en alguna ocasión con la insólita excusa de obsequiar libros a bibliotecas locales. Y, de paso, conversar con el gobernador Das Neves sobre el interés de las empresas norteamericanas en ser parte del proyecto Ingentis.

Años después, los cables internos de la embajada con el Departamento de Estado, divulgados en las revelaciones conocidas como “WikiLeaks”, confirmaron varias visitas de Wayne a la lejana Chubut para hacer lobby en favor de General Electric, que finalmente fue la proveedora de dos turbinas del proyecto Ingentis.

Pasa el tiempo, cambian los gobiernos, los embajadores y hasta el clima. Pero el poder de “la Embajada” sigue intacto.

PJ, semana clave

Pasado mañana (28 de junio) vencerá el plazo de entrega de las afiliaciones al Partido Justicialista y se estará cumpliendo el primer paso del cronograma electoral que continuará el 2 de septiembre con la presentación del padrón definitivo, el 10 de septiembre con la presentación de listas, el 17 de septiembre con la oficialización y que culminará el 2 de octubre con las elecciones internas, en el caso de que haya varias listas, o la proclamación de una conducción del consenso.

El interés que generó en todo el peronismo la aparición de la Agrupación “Celeste y Blanca” es lo más parecido al dinamismo que supo caracterizar al PJ en toda su historia. Muchos dirigentes de distintos sectores discutiendo con los afiliados qué justicialismo es el más adecuado para el momento político y la gente votando en las urnas a sus conductores.

Las “mesas chicas” del PJ fueron las que perdieron las últimas tres elecciones: gobernador 2011, legislativas 2013 y gobernador 2015. No parece quedarles mucho margen a esos sectores para revalidar un mandato prorrogado por las circunstancias pero que ya no parece tener sustento en las bases.

El mérito de la “Celeste y Blanca” es haber sumado una dirigencia heterogénea que reconoce referentes pero en la que nadie pesa más que el otro. Hay, además, muchos otros dirigentes que comenzaron a llamar y hasta hablar en público a favor de la propuesta aperturista de la Celeste y Blanca. La diputada nacional Ana Llanos fue una de ellas. Otro importante legislador nacional lo hizo en privado. Todos quieren saber de qué se trata. Y todos coinciden en que lo que el peronismo necesita es un cambio.

El martes, cuando cierren las afiliaciones, se estima que habrá más de 30.000 fichas habilitadas para las internas de octubre. Miles de peronistas chubutenses ávidos de elegir una nueva conducción y con ganas de volver a ganar una elección que les permita regresar pronto a la conducción de la provincia.

No es poca cosa.

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25 JUN 2016 - 21:56

Por primera vez en una década, todos los sindicatos que agrupan a trabajadores petroleros de la Argentina convocaron para mañana y pasado a un paro de 48 horas en reclamo de mejoras salariales.

Macri lo hizo. Es tan amplio el consenso logrado por los trabajadores del sector, que hasta el líder de los petroleros de la cuenca neuquina, el senador Guillermo Pereyra, un hombre cercano a Hugo Moyano y de muy buenos lazos con el Gobierno macrista, se puso al frente del reclamo junto a su par chubutense, Jorge “Loma” Ávila, un dirigente que viene cuestionando con dureza la actuación del Gobierno nacional en la crisis petrolera.

Ambos coinciden en un reclamo unánime: 30% de aumento salarial de junio a diciembre de este año y, además, un pago único de hasta $ 50.000 por la desactualización de los sueldos en el primer semestre del año.

Ayer, los petroleros de Chubut con Ávila a la cabeza discutieron los pasos a seguir en el marco del conflicto con las operadoras. No sólo ratificaron el paro de 48 horas sino que advirtieron que la medida podría profundizarse a partir del viernes o del lunes de la semana próxima. No descartaron que sea de 72 horas y luego por tiempo indeterminado

El reclamo de los petroleros no es distinto al que vienen realizando desde principios de año, con el permanente tira y afloje con las empresas del sector por el tema de los despidos. Esta vez, además, el Gobierno nacional podría quedar otra vez expuesto ante un reclamo mayor si es que el paro, como se prevé, afecta la producción de petróleo y gas. Si a los tarifazos se le agrega una falta de combustibles y fluido en las hornallas, la combinación puede ser muy grave para el Gobierno de Mauricio Macri, que ya no habla del despegue del “segundo semestre” y admite que este año no podrá contener la inflación por debajo del 42%.

Tira y afloje

Con la oferta del 20% de aumento hasta diciembre y de un fijo de $ 15.000, las operadoras no lograron calmar los ánimos de los gremios. El Gobierno nacional participó de la última reunión en la que las partes no se acercaron ni un poco al objetivo, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se fue del encuentro preocupado porque el paro de mañana y pasado no afectará sólo a las provincias fanáticas de las remeras, sino que se sentirá en todo el país.

El Gobierno intentó relativizar el poder del primer paro nacional petrolero en diez años con cuestiones políticas. Es verdad, en parte: tanto Ávila en Chubut como Pereyra en Neuquén tienen antes de finales de año elecciones claves en sus gremios, y ninguno de los dos tiene el triunfo asegurado. Es más, el “Loma” ve movimientos a su alrededor y sabe que del resultado que tenga esta negociación paritaria, con paro nacional incluido, dependerán mucho las posibilidades de sus opositores en el sindicato.

Pereyra, además, tiene aspiraciones más importantes. Cree que puede ser uno de los dirigentes que integre la futura conducción de la CGT unificada, un trámite para nada sencillo que se definirá el 22 de agosto.

Es un aliado político del macrismo pero no puede inmolarse por el presidente porque eso significaría incinerar sus aspiraciones de ocupar un lugar de peso en la CGT.

Para Ávila y para Pereyra, además, conseguir menos de 30% de aumento en esta paritaria, cuando el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, admite un piso de inflación de 42%, sería un resultado difícil de explicar en una reunión con las bases. Sobre todo a pocos meses de ir a las urnas para revalidar su liderazgo interno.

Lobby norteamericano

Al vicegobernador Mariano Arcioni le tocó bailar con una fea en esta breve gestión que le toca encabezar hasta el regreso de Mario Das Neves: presidir una reunión de la OFEPHI, la organización de provincias productoras de hidrocarburos, que preside el gobernador chubutense.

Arcioni anunció que este martes habrá una reunión importante en Buenos Aires con el fin de destrabar el paro petrolero –no el de 48 horas sino uno peor que podría anunciarse para la semana próxima- y deslizó alguna crítica a la posición extrema de los gremios: “Hay que respetar lo firmado, la paritaria formal debe ser en agosto”, afirmó el vice.

En su paso por Buenos Aires, Arcioni recibió en la Casa del Chubut nada más y nada menos que al embajador de Estados Unidos, Noah Mamet. No fue una visita de protocolo. El emisario norteamericano fue a hacer lo que mejor saben hacer los embajadores de ese país: lobby. Esta vez, a favor de las empresas de su país que están interesadas en invertir en energías renovables.

El interés del embajador Mamet trajo a la memoria la visita de un antecesor suyo, Earl Anthony Wayne, quien en 2007 y 2008 desembarcó varias veces en Rawson, en alguna ocasión con la insólita excusa de obsequiar libros a bibliotecas locales. Y, de paso, conversar con el gobernador Das Neves sobre el interés de las empresas norteamericanas en ser parte del proyecto Ingentis.

Años después, los cables internos de la embajada con el Departamento de Estado, divulgados en las revelaciones conocidas como “WikiLeaks”, confirmaron varias visitas de Wayne a la lejana Chubut para hacer lobby en favor de General Electric, que finalmente fue la proveedora de dos turbinas del proyecto Ingentis.

Pasa el tiempo, cambian los gobiernos, los embajadores y hasta el clima. Pero el poder de “la Embajada” sigue intacto.

PJ, semana clave

Pasado mañana (28 de junio) vencerá el plazo de entrega de las afiliaciones al Partido Justicialista y se estará cumpliendo el primer paso del cronograma electoral que continuará el 2 de septiembre con la presentación del padrón definitivo, el 10 de septiembre con la presentación de listas, el 17 de septiembre con la oficialización y que culminará el 2 de octubre con las elecciones internas, en el caso de que haya varias listas, o la proclamación de una conducción del consenso.

El interés que generó en todo el peronismo la aparición de la Agrupación “Celeste y Blanca” es lo más parecido al dinamismo que supo caracterizar al PJ en toda su historia. Muchos dirigentes de distintos sectores discutiendo con los afiliados qué justicialismo es el más adecuado para el momento político y la gente votando en las urnas a sus conductores.

Las “mesas chicas” del PJ fueron las que perdieron las últimas tres elecciones: gobernador 2011, legislativas 2013 y gobernador 2015. No parece quedarles mucho margen a esos sectores para revalidar un mandato prorrogado por las circunstancias pero que ya no parece tener sustento en las bases.

El mérito de la “Celeste y Blanca” es haber sumado una dirigencia heterogénea que reconoce referentes pero en la que nadie pesa más que el otro. Hay, además, muchos otros dirigentes que comenzaron a llamar y hasta hablar en público a favor de la propuesta aperturista de la Celeste y Blanca. La diputada nacional Ana Llanos fue una de ellas. Otro importante legislador nacional lo hizo en privado. Todos quieren saber de qué se trata. Y todos coinciden en que lo que el peronismo necesita es un cambio.

El martes, cuando cierren las afiliaciones, se estima que habrá más de 30.000 fichas habilitadas para las internas de octubre. Miles de peronistas chubutenses ávidos de elegir una nueva conducción y con ganas de volver a ganar una elección que les permita regresar pronto a la conducción de la provincia.

No es poca cosa.


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