Los Gladiadores dejaron una gran imagen ante Francia
El seleccionado argentino masculino de handball perdió con el actual bicampeón por 31 a 24, en un partido de la tercera fecha del grupo B de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y quedó en una posición complicada para clasificar a los cuartos de final.
El goleador del partido fue el extremo argentino fue Federico Fernández, con ocho goles.
Argentina, que no pudo contar con el central Sebastián Simonet, lesionado en el tobillo izquierdo ante Croacia y preservado para los encuentros que vienen ante Qatar y Túnez, jugó un primer tiempo muy por encima de lo que se esperaba en la previa ante el actual bicampeón olímpico y, que de no mediar sorpresas, estará en la final defendiendo sus títulos.
El arranque no fue el mejor para los dirigidos por Eduardo Gallardo, que no encontraban la vuelta al bloque defensivo francés; por esa razón, recién pudieron abrir el marcador a los siete minutos de juego, gracias a un lanzamiento de Juan Pablo Fernández, para ponerse 1-3.
Francia se tomó muy en serio en partido y para nada se relajó. Por el contrario, durante la primera media hora el técnico, Claude Onestá, mantuvo en cancha a seis de los siete medallistas dorados en Beijing 2008 y Londres 2012 que tiene en el plantel.
Con paciencia y sin desesperarse ante un rival superior físicamente, Los Gladiadores fueron descontando goles hasta llegar a empatar el marcador en 10 y, en la jugada siguiente, pasar al frente 11-10, merced a una magnífico pase de Pablo Vainstein que Pablo Portela convirtió en gol.
Un par de exclusiones por dos minutos en contra del equipo argentino le dio la ventaja que los galos no desaprovecharon para irse al descanso por cinco goles arriba.
En el segundo tiempo, Argentina mantuvo el nivel y el ritmo de juego, pero no pudo descontar la ventaja ante una Francia, que sacó a relucir todo su oficio y se quedó con la victoria.
El goleador del partido fue el extremo argentino fue Federico Fernández, con ocho goles.
Argentina, que no pudo contar con el central Sebastián Simonet, lesionado en el tobillo izquierdo ante Croacia y preservado para los encuentros que vienen ante Qatar y Túnez, jugó un primer tiempo muy por encima de lo que se esperaba en la previa ante el actual bicampeón olímpico y, que de no mediar sorpresas, estará en la final defendiendo sus títulos.
El arranque no fue el mejor para los dirigidos por Eduardo Gallardo, que no encontraban la vuelta al bloque defensivo francés; por esa razón, recién pudieron abrir el marcador a los siete minutos de juego, gracias a un lanzamiento de Juan Pablo Fernández, para ponerse 1-3.
Francia se tomó muy en serio en partido y para nada se relajó. Por el contrario, durante la primera media hora el técnico, Claude Onestá, mantuvo en cancha a seis de los siete medallistas dorados en Beijing 2008 y Londres 2012 que tiene en el plantel.
Con paciencia y sin desesperarse ante un rival superior físicamente, Los Gladiadores fueron descontando goles hasta llegar a empatar el marcador en 10 y, en la jugada siguiente, pasar al frente 11-10, merced a una magnífico pase de Pablo Vainstein que Pablo Portela convirtió en gol.
Un par de exclusiones por dos minutos en contra del equipo argentino le dio la ventaja que los galos no desaprovecharon para irse al descanso por cinco goles arriba.
En el segundo tiempo, Argentina mantuvo el nivel y el ritmo de juego, pero no pudo descontar la ventaja ante una Francia, que sacó a relucir todo su oficio y se quedó con la victoria.