Europa busca recuperar confianza tras el Brexit

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker insistió hoy en que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) no será el fin del bloque comunitario, durante su discurso anual del estado de la Unión en el que anticipó sus planes de crear un cuartel general de Defensa como primer paso para la creación de una fuerza militar conjunta.

Jean-Claude intenta sacar aceite de las piedras...
14 SEP 2016 - 19:52 | Actualizado

Desde el Parlamento Europeo, en la ciudad francesa de Estrasburgo, el líder de la CE, instó a los líderes europeos a superar el impacto del Brexit, y las profundas divisiones entre los gobiernos, que quedaron marcadamente expuestas el año pasado ante la crisis de refugiados.

"La Unión Europea todavía no tiene suficiente unión", dijo Juncker antes de llamar a los países miembros a aunar los esfuerzos para enfrentar a un enemigo mayor: "el populismo galopante" que agitan algunos líderes de la extrema derecha europea, que en el último año han tenido un importante ascenso en las encuestas.

El discurso de Juncker se produce dos días antes de una cumbre informal de la UE en Bratislava, la capital de Eslovaquia, donde los socios europeos mantendrán un encuentro, el primero sin Londres, para elaborar una hoja de ruta sobre el futuro del bloque regional tras el Brexit.

En un anticipo de la postura con la que piensa afrontar las negociaciones por el Brexit, Juncker advirtió a Londres de que no podrá gozar de una UE "a la carta" en la que haga uso de los beneficios del libre mercado mientras renuncia a la apertura de las fronteras.

La crisis de refugiados que explotó el año pasado generó profundas divisiones entre los países miembros del bloque, con Alemania e Italia a la cabeza de los que reclamaban cuotas para el reparto de los refugiados y solicitantes de asilo; y Hungría como el primero en reforzar la seguridad y levantar muros en el espacio de libre circulación Schengen.

La llegada de más de un millón de inmigrantes a Europa sólo en 2015 también dio impulso al Brexit, una idea que ya se venía discutiendo por la bajo, pero que ganó popularidad el año pasado y dio tela para cortar a políticos como el líder del ultraderechista Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage.

Con la mirada puesta en esas divisiones que amenazan con romper los cimientos del bloque comunitario, Juncker apostó por un discurso centrado en el refuerzo de la seguridad y de la economía.

"Debemos tener un Cuartel General ... y trabajar en pro de una fuerza militar común", dijo Juncker consciente de que el Brexit abre la posibilidad de avanzar hacia la creación de una fuerza militar conjunta, algo a lo que Londres siempre se opuso y que será tratado en la cumbre de Bratislava.

"Europa ya no puede permitirse ir a caballo del poder militar de otros, o dejar que Francia defienda sola su honor en Mali", enfatizó Juncker, quien sin embargo aclaró que esa fuerza debe ser "complementaria de la OTAN".

Asimismo, rechazó el creciente nacionalismo y el racismo en Europa, al recordar la reciente muerte de un hombre polaco en el Reino Unido, algo que no fue bien recibido por el eurodiputado Farage, uno de los impulsores del referéndum sobre el Brexit.

“Está claro que no van a aprender las lecciones del Brexit, de hecho, han propuesto la misma receta: más Europa. Y en este caso particular, más Europa militar" sostuvo Farage, quien vaticinó "muchos referendos por delante" en caso de que "la señora Merkel" siga queriendo imponer sus cuotas de migrantes.

El ex primer ministro belga Guy Verhofstadt que fue nombrado para encabezar la negociación por el Brexit, también lamentó el auge de los discursos de la ultraderecha populista, los cuales sólo predican una cosa: "una falsa sensación de seguridad", sentenció.

"Creen que con muros y vallas se puede resolver el problema. ¿Cómo van a mantener a los terroristas fuera de sus fronteras? Eso solo se podrá hacer con instrumentos y políticas supranacionales en el futuro”, aseveró el líder de la Alianza entre Liberales y Demócratas en el Europarlamento.

Farage afirmó que la designación de Verhofstadt como negociador para el Brexit es una “declaración de guerra para el proceso”, y señaló que tras haber escuchado el discurso de una "Europa Militar" pronunciado por Juncker, se sentía "satisfecho" por haber votado por salir de la UE.

En la misma línea, la líder del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, dijo que Juncker demostró en su discurso que Europa "se ha negado a escuchar el gran deseo de los europeos de conseguir su independencia de nuevo".

En su discurso frente a los 751 eurodiputados, Juncker también se refirió a la economía y propuso duplicar la capacidad financiera de su plan de inversiones, con el objetivo de alcanzar al menos 500.000 millones de euros de aquí a 2020 y tratar de movilizar 630.000 millones en 2022, explicó.

Además, anunció una serie de medidas destinadas a ayudar a los jóvenes afectados por la crisis de deuda de la zona euro, informó la agencia de noticias EFE.

El discurso de hoy de Juncker prepara el escenario para la cumbre del viernes en Eslovaquia, a la cual Alemania y Francia acuden como las cabezas visibles de los planes europeos de formar una fuerza militar conjunta.

Hace dos semanas, Merkel mantuvo una semana de intensas reuniones con la mayoría de los líderes de la UE, con quienes comenzó a diagramar la agenda de temas que esperan discutir en Bratislava, para iniciar el proceso de reformas que pretenden aprobar en la cumbre de Roma, que se celebrará en marzo de 2017 para conmemorar el 60° aniversario de la fundación de la UE.

Jean-Claude intenta sacar aceite de las piedras...
14 SEP 2016 - 19:52

Desde el Parlamento Europeo, en la ciudad francesa de Estrasburgo, el líder de la CE, instó a los líderes europeos a superar el impacto del Brexit, y las profundas divisiones entre los gobiernos, que quedaron marcadamente expuestas el año pasado ante la crisis de refugiados.

"La Unión Europea todavía no tiene suficiente unión", dijo Juncker antes de llamar a los países miembros a aunar los esfuerzos para enfrentar a un enemigo mayor: "el populismo galopante" que agitan algunos líderes de la extrema derecha europea, que en el último año han tenido un importante ascenso en las encuestas.

El discurso de Juncker se produce dos días antes de una cumbre informal de la UE en Bratislava, la capital de Eslovaquia, donde los socios europeos mantendrán un encuentro, el primero sin Londres, para elaborar una hoja de ruta sobre el futuro del bloque regional tras el Brexit.

En un anticipo de la postura con la que piensa afrontar las negociaciones por el Brexit, Juncker advirtió a Londres de que no podrá gozar de una UE "a la carta" en la que haga uso de los beneficios del libre mercado mientras renuncia a la apertura de las fronteras.

La crisis de refugiados que explotó el año pasado generó profundas divisiones entre los países miembros del bloque, con Alemania e Italia a la cabeza de los que reclamaban cuotas para el reparto de los refugiados y solicitantes de asilo; y Hungría como el primero en reforzar la seguridad y levantar muros en el espacio de libre circulación Schengen.

La llegada de más de un millón de inmigrantes a Europa sólo en 2015 también dio impulso al Brexit, una idea que ya se venía discutiendo por la bajo, pero que ganó popularidad el año pasado y dio tela para cortar a políticos como el líder del ultraderechista Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage.

Con la mirada puesta en esas divisiones que amenazan con romper los cimientos del bloque comunitario, Juncker apostó por un discurso centrado en el refuerzo de la seguridad y de la economía.

"Debemos tener un Cuartel General ... y trabajar en pro de una fuerza militar común", dijo Juncker consciente de que el Brexit abre la posibilidad de avanzar hacia la creación de una fuerza militar conjunta, algo a lo que Londres siempre se opuso y que será tratado en la cumbre de Bratislava.

"Europa ya no puede permitirse ir a caballo del poder militar de otros, o dejar que Francia defienda sola su honor en Mali", enfatizó Juncker, quien sin embargo aclaró que esa fuerza debe ser "complementaria de la OTAN".

Asimismo, rechazó el creciente nacionalismo y el racismo en Europa, al recordar la reciente muerte de un hombre polaco en el Reino Unido, algo que no fue bien recibido por el eurodiputado Farage, uno de los impulsores del referéndum sobre el Brexit.

“Está claro que no van a aprender las lecciones del Brexit, de hecho, han propuesto la misma receta: más Europa. Y en este caso particular, más Europa militar" sostuvo Farage, quien vaticinó "muchos referendos por delante" en caso de que "la señora Merkel" siga queriendo imponer sus cuotas de migrantes.

El ex primer ministro belga Guy Verhofstadt que fue nombrado para encabezar la negociación por el Brexit, también lamentó el auge de los discursos de la ultraderecha populista, los cuales sólo predican una cosa: "una falsa sensación de seguridad", sentenció.

"Creen que con muros y vallas se puede resolver el problema. ¿Cómo van a mantener a los terroristas fuera de sus fronteras? Eso solo se podrá hacer con instrumentos y políticas supranacionales en el futuro”, aseveró el líder de la Alianza entre Liberales y Demócratas en el Europarlamento.

Farage afirmó que la designación de Verhofstadt como negociador para el Brexit es una “declaración de guerra para el proceso”, y señaló que tras haber escuchado el discurso de una "Europa Militar" pronunciado por Juncker, se sentía "satisfecho" por haber votado por salir de la UE.

En la misma línea, la líder del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, dijo que Juncker demostró en su discurso que Europa "se ha negado a escuchar el gran deseo de los europeos de conseguir su independencia de nuevo".

En su discurso frente a los 751 eurodiputados, Juncker también se refirió a la economía y propuso duplicar la capacidad financiera de su plan de inversiones, con el objetivo de alcanzar al menos 500.000 millones de euros de aquí a 2020 y tratar de movilizar 630.000 millones en 2022, explicó.

Además, anunció una serie de medidas destinadas a ayudar a los jóvenes afectados por la crisis de deuda de la zona euro, informó la agencia de noticias EFE.

El discurso de hoy de Juncker prepara el escenario para la cumbre del viernes en Eslovaquia, a la cual Alemania y Francia acuden como las cabezas visibles de los planes europeos de formar una fuerza militar conjunta.

Hace dos semanas, Merkel mantuvo una semana de intensas reuniones con la mayoría de los líderes de la UE, con quienes comenzó a diagramar la agenda de temas que esperan discutir en Bratislava, para iniciar el proceso de reformas que pretenden aprobar en la cumbre de Roma, que se celebrará en marzo de 2017 para conmemorar el 60° aniversario de la fundación de la UE.


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