Ultraderechistas alemanes enfrentaron a un grupo de refugiados
Un grupo de alrededor de 80 ultraderechistas y una veintena de solicitantes de asilo protagonizaron anoche una batalla campal en la ciudad de Bautzen, en el este de Alemania, informó hoy la policía tras desplegar un centenar de agentes para sofocar el enfrentamiento.
El portavoz policial Thomas Knaup dijo que agentes acudieron al lugar, en el centro de la ciudad, tras recibir llamadas que alertaban sobre una pelea, y se encontraron a decenas de hombres y mujeres, la mayoría pertenecientes a círculos de derechas y neonazis, gritando proclamas como "Bautzen es de los alemanes".
Frente a ellos y enfrentándolos con botellas y piedras, había una veintena de jóvenes solicitantes de asilo que, de acuerdo a la versión policial, fueron los desencadenantes de los altercados, informó la agencia de noticias EFE.
La policía formó una cadena para separar a ambos grupos y los conminó a abandonar el lugar, pero los agentes también fueron atacados con botellas y listones de madera por los refugiados, que finalmente fueron dispersados con material antidisturbios, según informó la cadena Deutsche Welle.
El grupo de solicitantes de asilo abandonó el lugar perseguido por los neonazis mientras la policía, que pidió entonces refuerzos a las fuerzas de seguridad de las localidades cercanas, intentaba mantenerlos separados.
Los refugiados se escondieron finalmente en un centro de recepción, que fue rodeado por la policía para evitar ataques del otro bando, mientras se establecían también dispositivos de seguridad en otros tres albergues de la ciudad.
Un joven marroquí de 18 años presentaba cortes en los brazos y debió ser trasladado al hospital en una ambulancia escoltada por la policía, luego que los ultraderechistas intentaron impedir a los piedrazos su llegada y salida del lugar.
La policía informó también que un joven libio de 20 años resultó herido en circunstancias no aclaradas.
Situado cerca de la frontera checa, a unos 60 kilómetros al este de la ciudad de Dresde, Bautzen ha sido escenario de repetidos enfrentamientos entre los solicitantes de asilo y la derecha radical local, mientras crece la inquietud en estos grupos sobre la política de refugiados de la canciller Angela Merkel.
En febrero pasado, esta ciudad de 40.000 habitantes cobró protagonismo cuando ardió un hotel habilitado como albergue de recepción y la policía arrestó a tres personas que trataban de impedir el trabajo de los bomberos, mientras grupos de vecinos festejaban el fuego.
El portavoz policial Thomas Knaup dijo que agentes acudieron al lugar, en el centro de la ciudad, tras recibir llamadas que alertaban sobre una pelea, y se encontraron a decenas de hombres y mujeres, la mayoría pertenecientes a círculos de derechas y neonazis, gritando proclamas como "Bautzen es de los alemanes".
Frente a ellos y enfrentándolos con botellas y piedras, había una veintena de jóvenes solicitantes de asilo que, de acuerdo a la versión policial, fueron los desencadenantes de los altercados, informó la agencia de noticias EFE.
La policía formó una cadena para separar a ambos grupos y los conminó a abandonar el lugar, pero los agentes también fueron atacados con botellas y listones de madera por los refugiados, que finalmente fueron dispersados con material antidisturbios, según informó la cadena Deutsche Welle.
El grupo de solicitantes de asilo abandonó el lugar perseguido por los neonazis mientras la policía, que pidió entonces refuerzos a las fuerzas de seguridad de las localidades cercanas, intentaba mantenerlos separados.
Los refugiados se escondieron finalmente en un centro de recepción, que fue rodeado por la policía para evitar ataques del otro bando, mientras se establecían también dispositivos de seguridad en otros tres albergues de la ciudad.
Un joven marroquí de 18 años presentaba cortes en los brazos y debió ser trasladado al hospital en una ambulancia escoltada por la policía, luego que los ultraderechistas intentaron impedir a los piedrazos su llegada y salida del lugar.
La policía informó también que un joven libio de 20 años resultó herido en circunstancias no aclaradas.
Situado cerca de la frontera checa, a unos 60 kilómetros al este de la ciudad de Dresde, Bautzen ha sido escenario de repetidos enfrentamientos entre los solicitantes de asilo y la derecha radical local, mientras crece la inquietud en estos grupos sobre la política de refugiados de la canciller Angela Merkel.
En febrero pasado, esta ciudad de 40.000 habitantes cobró protagonismo cuando ardió un hotel habilitado como albergue de recepción y la policía arrestó a tres personas que trataban de impedir el trabajo de los bomberos, mientras grupos de vecinos festejaban el fuego.