Se viene el primer cara a cara entre Hillary y Trump

A menos de un mes y medio de las elecciones presidenciales y luego de una convulsionada semana, los dos principales candidatos a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se medirán mañana lunes en un primer cara a cara frente a las cámaras, que tendrá como eje central la economía y la seguridad nacional.

25 SEP 2016 - 11:30 | Actualizado

A una semana de la seguidilla de bombas caseras que explotaron y fueron encontradas y desactivadas en Nueva York y Nueva Jersey, a sólo horas de que llegaran a Manhattan los principales líderes mundiales para una nueva apertura de la Asamblea General de la ONU, no hay dudas de que el debate estará en gran parte dominado por las amenazas contra el país y las propuestas de cada candidato para enfrentarlas.

Este primer debate presidencial tendrá como escenario la Universidad de Hofstra en Long Island, en el estado de Nueva York, comenzará a las 21 (22 hora argentina) y durará 90 minutos, sin tandas publicitarias ni interrupciones.

El moderador elegido por la Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos, la institución no partidaria que organiza estos eventos, será el presentador del noticiero nocturno de la cadena televisiva NBC, el periodista afroestadounidense Lester Holt.

La elección del moderador provocó la primera polémica.

En una entrevista con la cadena de noticias conservadora Foxs, Trump describió a Holt como "un demócrata" y denunció que "el sistema está arreglado".

"Son todos demócratas. Es un sistema muy injusto", lanzó el magnate inmobiliario devenido en candidato presidencial, pese a la sorpresa y las reservas de aliados y rivales.

Rápidamente la revista Time desmintió al líder opositor y publicó que, según los documentos oficiales del estado de Nueva York, Holt está registrado como votante republicano desde 2003.

No es la primera vez que Trump denuncia que "el sistema está arreglado" y más de una vez su equipo de campaña deslizó la posibilidad de no debatir en un mano a mano con Clinton.

Trump llegará al debate reforzado con el inesperado apoyo del senador de Texas Ted Cruz, quien ayer en un brusco giro -y tras haberlo llamado "rata" y "mentiroso patológico"- anunció que apoyaría a su acérrimo rival, tras declarar que sería "totalmente inaceptable" que gane Clinton, por lo que votará por el multimillonario.

El debate se producirá luego de una convulsionada semana marcada por la violencia policial contra afroamericanos, tras los casos de Carolina del Norte (Charlotte) y Oklahoma (Tulsa), los ataques con explosivos en Nueva York y Nueva Jersey y el tiroteo en un centro comercial de Burlington, en el estado de Washington, hechos volcados rápidamente a la agenda de campaña y de los que ambos buscarán sacar provecho político.

Como anunció hace poco la comisión organizadora, los tres debates presidenciales sólo incluirán a los dos principales candidatos ya que los otros dos, el libertario Gary Johnson y la líder verde Jill Stein, no lograron superar el umbral de 15% de intención de voto impuesto para participar.

Mientras Clinton y Trump están cabeza a cabeza con intenciones de voto de entre 39% y 45%, Johnson se ubica tercero con alrededor de un 8% y Stein, más atrás con un 3%.

El debate de mañana fue programado para coincidir con el 56 aniversario del primer debate presidencial televisivo que se realizó en Estados Unidos y que marcó un hito para las campañas electorales occidentales: el mano a mano entre un joven, bronceado y relajado John F Kennedy y un sudoroso y nervioso Richard Nixon.

Ese debate, que muchos analistas siguen sosteniendo hoy inclinó definitivamente la balanza a favor de Kennedy, instaló la convicción en política que la imagen vale más que las palabras.

Más de medio siglo después y en medio de una las campañas más polarizadas y polémicas de la historia reciente de Estados Unidos, los organizadores del debate creen que podría romper todos los récords de audiencia y llegar a 100 millones de televidentes, es decir, casi un tercio de la población total del país.

El debate de mañana estará organizado en seis segmentos de 15 minutos cada uno y los tres temas que dispararán la discusión serán "La dirección de Estados Unidos", "Alcanzar la prosperidad" y "Garantizar la seguridad de Estados Unidos", según adelantó el lunes pasado Holt, el moderador.

Ambos candidatos ya se explayaron a lo largo de la campaña sobre estos temas; sin embargo, la gran incógnita que desvela a los analistas estadounidense es cómo interactuarán entre ellos.

¿Trump se mantendrá fiel a su personalidad verborrágica y dará rienda suelta a insultos, agresivos y declaraciones políticamente incorrectas? Y Clinton, ¿eligirá ir a la ofensiva, arriesgándose a mostrarse soberbia, uno de los aspectos que más rechazo popular le genera según todas las encuestas, u optará por mantenerse a la defensiva y dejar que Trump la ataque?

Casi dos semanas después del debate en Long Island, los dos candidatos se verán de nuevo las caras en la Universidad de Washington, en la ciudad de San Luis, Missouri, el 9 de octubre y tendrán como moderadores al periodista de la cadena de noticias CNN, Anderson Cooper, y la principal corresponsal para política exterior de la cadena ABC, Martha Raddatz.

Unos días antes, el 4 de octubre, los dos campañeros de fórmula de Clinton y Trump, el senador por Virginia, Tim Kaine, y el gobernador de Indiana, Mike Pence, respectivamente, tendrán su propio debate televisivo en la ciudad de Farmville, Virginia.

El último debate presidencial se realizará el 19 de octubre, menos de tres semanas antes de las elecciones generales.

Clinton y Trump se enfrentarán en la Universidad de Nevada, en Las Vegas, en un debate moderado por Chris Wallace, uno de los presentadores de la cadena de noticias Fox.

25 SEP 2016 - 11:30

A una semana de la seguidilla de bombas caseras que explotaron y fueron encontradas y desactivadas en Nueva York y Nueva Jersey, a sólo horas de que llegaran a Manhattan los principales líderes mundiales para una nueva apertura de la Asamblea General de la ONU, no hay dudas de que el debate estará en gran parte dominado por las amenazas contra el país y las propuestas de cada candidato para enfrentarlas.

Este primer debate presidencial tendrá como escenario la Universidad de Hofstra en Long Island, en el estado de Nueva York, comenzará a las 21 (22 hora argentina) y durará 90 minutos, sin tandas publicitarias ni interrupciones.

El moderador elegido por la Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos, la institución no partidaria que organiza estos eventos, será el presentador del noticiero nocturno de la cadena televisiva NBC, el periodista afroestadounidense Lester Holt.

La elección del moderador provocó la primera polémica.

En una entrevista con la cadena de noticias conservadora Foxs, Trump describió a Holt como "un demócrata" y denunció que "el sistema está arreglado".

"Son todos demócratas. Es un sistema muy injusto", lanzó el magnate inmobiliario devenido en candidato presidencial, pese a la sorpresa y las reservas de aliados y rivales.

Rápidamente la revista Time desmintió al líder opositor y publicó que, según los documentos oficiales del estado de Nueva York, Holt está registrado como votante republicano desde 2003.

No es la primera vez que Trump denuncia que "el sistema está arreglado" y más de una vez su equipo de campaña deslizó la posibilidad de no debatir en un mano a mano con Clinton.

Trump llegará al debate reforzado con el inesperado apoyo del senador de Texas Ted Cruz, quien ayer en un brusco giro -y tras haberlo llamado "rata" y "mentiroso patológico"- anunció que apoyaría a su acérrimo rival, tras declarar que sería "totalmente inaceptable" que gane Clinton, por lo que votará por el multimillonario.

El debate se producirá luego de una convulsionada semana marcada por la violencia policial contra afroamericanos, tras los casos de Carolina del Norte (Charlotte) y Oklahoma (Tulsa), los ataques con explosivos en Nueva York y Nueva Jersey y el tiroteo en un centro comercial de Burlington, en el estado de Washington, hechos volcados rápidamente a la agenda de campaña y de los que ambos buscarán sacar provecho político.

Como anunció hace poco la comisión organizadora, los tres debates presidenciales sólo incluirán a los dos principales candidatos ya que los otros dos, el libertario Gary Johnson y la líder verde Jill Stein, no lograron superar el umbral de 15% de intención de voto impuesto para participar.

Mientras Clinton y Trump están cabeza a cabeza con intenciones de voto de entre 39% y 45%, Johnson se ubica tercero con alrededor de un 8% y Stein, más atrás con un 3%.

El debate de mañana fue programado para coincidir con el 56 aniversario del primer debate presidencial televisivo que se realizó en Estados Unidos y que marcó un hito para las campañas electorales occidentales: el mano a mano entre un joven, bronceado y relajado John F Kennedy y un sudoroso y nervioso Richard Nixon.

Ese debate, que muchos analistas siguen sosteniendo hoy inclinó definitivamente la balanza a favor de Kennedy, instaló la convicción en política que la imagen vale más que las palabras.

Más de medio siglo después y en medio de una las campañas más polarizadas y polémicas de la historia reciente de Estados Unidos, los organizadores del debate creen que podría romper todos los récords de audiencia y llegar a 100 millones de televidentes, es decir, casi un tercio de la población total del país.

El debate de mañana estará organizado en seis segmentos de 15 minutos cada uno y los tres temas que dispararán la discusión serán "La dirección de Estados Unidos", "Alcanzar la prosperidad" y "Garantizar la seguridad de Estados Unidos", según adelantó el lunes pasado Holt, el moderador.

Ambos candidatos ya se explayaron a lo largo de la campaña sobre estos temas; sin embargo, la gran incógnita que desvela a los analistas estadounidense es cómo interactuarán entre ellos.

¿Trump se mantendrá fiel a su personalidad verborrágica y dará rienda suelta a insultos, agresivos y declaraciones políticamente incorrectas? Y Clinton, ¿eligirá ir a la ofensiva, arriesgándose a mostrarse soberbia, uno de los aspectos que más rechazo popular le genera según todas las encuestas, u optará por mantenerse a la defensiva y dejar que Trump la ataque?

Casi dos semanas después del debate en Long Island, los dos candidatos se verán de nuevo las caras en la Universidad de Washington, en la ciudad de San Luis, Missouri, el 9 de octubre y tendrán como moderadores al periodista de la cadena de noticias CNN, Anderson Cooper, y la principal corresponsal para política exterior de la cadena ABC, Martha Raddatz.

Unos días antes, el 4 de octubre, los dos campañeros de fórmula de Clinton y Trump, el senador por Virginia, Tim Kaine, y el gobernador de Indiana, Mike Pence, respectivamente, tendrán su propio debate televisivo en la ciudad de Farmville, Virginia.

El último debate presidencial se realizará el 19 de octubre, menos de tres semanas antes de las elecciones generales.

Clinton y Trump se enfrentarán en la Universidad de Nevada, en Las Vegas, en un debate moderado por Chris Wallace, uno de los presentadores de la cadena de noticias Fox.


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