Internet de las cosas

Informática para todos, por Esteban Abel. especial para Jornada.

14 OCT 2016 - 21:01 | Actualizado 29 SEP 2022 - 13:38

¿Cómo podríamos definir la Internet de las cosas?
Para decirlo simple, se refiere a la interconexión digital de todo tipo de objetos a través de la Red. No solamente se refiere a dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, portátiles, televisiones, que ya se conectan de forma habitual, ni tampoco está limitada a electrodomésticos como lavadoras, hornos o heladeras con conexión, que ya están apareciendo las primeras, sino a todo aparato electrónico con una dirección IP que lo identifique (algo así como un número de teléfono que permita la interconexión), un software que lo vincule con la red y un protocolo que posibilite el intercambio de datos con la nube.
Estos datos nos permitirían, para citar solo algunos ejemplos, saber que falta en la heladera, si la calefacción está encendida o si la alarma está activada.
La aplicación de este tipo de tecnología también es muy importante dentro de la estrategia corporativa, debido a las ventajas que ofrece tanto en la reducción de los costos operativos, la automatización de procesos y el ahorro de tiempo.
Este fenómeno se está acelerando a medida que los costos disminuyen y las aplicaciones innovadoras emergen. 
A partir de 2020, el despliegue comercial de las redes de la tecnología celular 5G proporcionarán capacidades adicionales que serán indispensables para conectar de manera exponencial más dispositivos de lo que es posible en la actualidad.
Europa Occidental llevará la delantera en agregar conexiones, con lo cual se prevé que el número de dispositivos en este mercado crezca un 400% para 2021. Esto será principalmente impulsado por los requisitos reglamentarios, los cuales serán aplicados, por ejemplo, a los medidores de servicios inteligentes, y a la creciente demanda de autos conectados que incorporarán la normativa E-call de la UE, que será implementada en 2018.

¿Y Latinoamérica?

Brasil: Se lanzó una “Plataforma IoT” para el desarrollo de tecnologías y aplicaciones que se integra bajo el programa “Brasil Inteligente”, continuador del Plan Nacional de Banda Ancha.
Chile: Si bien no se tiene una política definida para IoT, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) ha manifestado interés por el desarrollo de Internet de las Cosas. Aunque no exista un documento oficial de políticas de IoT, en el país ya existen proyectos relacionados. 
Colombia: La Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) sometió a consulta pública un documento elaborado en conjunto con la consultora Arthur D. Little.  En el escrito se abordan retos generales del entorno IoT, así como aspectos específicos para Colombia. 
México: Si bien no existe una propuesta definida para IoT, miembros del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) han expuesto elementos de política sobre el tema. 
Perú: El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) publicó un documento de consulta titulado “Plan Maestro sobre Nuevas Tendencias y Desarrollo de Infraestructura TIC que Promuevan la Construcción de Ciudades Inteligentes”. Este puede ser la base de políticas públicas para la IoT.
Argentina: Recientemente Telam expresé que según los analistas la Internet de las cosas crecerá en Argentina un 50% en lo que queda de 2016. Hoy ya cuenta con un millón de conexiones en el país, crecerá en lo que resta del año, mientras que hacia 2020 se estima que habrán 2,64 millones de conexiones. 
A pesar de lo prometedores que son los indicadores todavía seguimos esperando a nivel país, la verdadera federalización de la banda ancha, elemento fundamental para dar cabida a las nuevas tecnologías. Con las conexiones lentas y caras que todavía poseemos en la mayoría de los hogares, seguirá siendo difícil que la heladera nos responda cuando le preguntemos si todavía queda yogurt.#

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14 OCT 2016 - 21:01

¿Cómo podríamos definir la Internet de las cosas?
Para decirlo simple, se refiere a la interconexión digital de todo tipo de objetos a través de la Red. No solamente se refiere a dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, portátiles, televisiones, que ya se conectan de forma habitual, ni tampoco está limitada a electrodomésticos como lavadoras, hornos o heladeras con conexión, que ya están apareciendo las primeras, sino a todo aparato electrónico con una dirección IP que lo identifique (algo así como un número de teléfono que permita la interconexión), un software que lo vincule con la red y un protocolo que posibilite el intercambio de datos con la nube.
Estos datos nos permitirían, para citar solo algunos ejemplos, saber que falta en la heladera, si la calefacción está encendida o si la alarma está activada.
La aplicación de este tipo de tecnología también es muy importante dentro de la estrategia corporativa, debido a las ventajas que ofrece tanto en la reducción de los costos operativos, la automatización de procesos y el ahorro de tiempo.
Este fenómeno se está acelerando a medida que los costos disminuyen y las aplicaciones innovadoras emergen. 
A partir de 2020, el despliegue comercial de las redes de la tecnología celular 5G proporcionarán capacidades adicionales que serán indispensables para conectar de manera exponencial más dispositivos de lo que es posible en la actualidad.
Europa Occidental llevará la delantera en agregar conexiones, con lo cual se prevé que el número de dispositivos en este mercado crezca un 400% para 2021. Esto será principalmente impulsado por los requisitos reglamentarios, los cuales serán aplicados, por ejemplo, a los medidores de servicios inteligentes, y a la creciente demanda de autos conectados que incorporarán la normativa E-call de la UE, que será implementada en 2018.

¿Y Latinoamérica?

Brasil: Se lanzó una “Plataforma IoT” para el desarrollo de tecnologías y aplicaciones que se integra bajo el programa “Brasil Inteligente”, continuador del Plan Nacional de Banda Ancha.
Chile: Si bien no se tiene una política definida para IoT, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) ha manifestado interés por el desarrollo de Internet de las Cosas. Aunque no exista un documento oficial de políticas de IoT, en el país ya existen proyectos relacionados. 
Colombia: La Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) sometió a consulta pública un documento elaborado en conjunto con la consultora Arthur D. Little.  En el escrito se abordan retos generales del entorno IoT, así como aspectos específicos para Colombia. 
México: Si bien no existe una propuesta definida para IoT, miembros del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) han expuesto elementos de política sobre el tema. 
Perú: El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) publicó un documento de consulta titulado “Plan Maestro sobre Nuevas Tendencias y Desarrollo de Infraestructura TIC que Promuevan la Construcción de Ciudades Inteligentes”. Este puede ser la base de políticas públicas para la IoT.
Argentina: Recientemente Telam expresé que según los analistas la Internet de las cosas crecerá en Argentina un 50% en lo que queda de 2016. Hoy ya cuenta con un millón de conexiones en el país, crecerá en lo que resta del año, mientras que hacia 2020 se estima que habrán 2,64 millones de conexiones. 
A pesar de lo prometedores que son los indicadores todavía seguimos esperando a nivel país, la verdadera federalización de la banda ancha, elemento fundamental para dar cabida a las nuevas tecnologías. Con las conexiones lentas y caras que todavía poseemos en la mayoría de los hogares, seguirá siendo difícil que la heladera nos responda cuando le preguntemos si todavía queda yogurt.#


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